Pocos clubes en Europa pueden afirmar tener un palmarés tan extenso y una lista de jugadores tan exitosos a ambos lados del Atlántico que el Real Madrid de baloncesto. El éxito del club blanco a lo largo de la última década ha sido en parte posible gracias a la confianza que han depositado en su cantera, en las nuevas generaciones, logrando que un número nada pequeño acabe instalándose en la élite. Tan solo una pequeña minoría ha logrado escalar hasta asentarse entre los mejores del mundo, ese es el caso de Usman Garuba y, sobre todo, Luka Doncic.
Los dos jugadores aunque nunca compartieron equipo de manera regular, tienen una historia que les une y les ha llevado a dar el salto a la NBA en los últimos años. Dos figuras diametralmente opuestas en lo que a su aproximación al juego se refiere. Mientras el esloveno es un talento generacional en lo ofensivo, un excelso creador de juego a todos los niveles, el castellano-manchego destaca por su aptitud defensiva, su versatilidad e impacto en general en ese extremo del campo, siendo uno de los más notables entre todos los jóvenes recién llegados a la liga.
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Doncic y Garuba están en puntos muy diferentes de sus trayectorias. El primero tiene ante sí un reto mayúsculo como es liderar una organización al éxito pese a tener únicamente 22 años, mientras que el segundo está todavía dando sus primeros pasos en la NBA y asentándose como un fijo en la rotación de Houston Rockets. Pese a esto, los dos se verán las caras por primera vez sobre una cancha de la NBA, esta vez como rivales, sucederá en la madrugada del martes al miércoles 27 de octubre en un encuentro que comenzará a las 2:30 y se podrá ver en Vamos y NBA League Pass.
Atrás quedaron los entrenamientos con el primer equipo a cargo de Pablo Laso en los que pudieron compartir cancha, ahora esto será fuego real. Pese a que el Madrid forma parte del pasado, la organización blanca ha jugado un papel clave en el desarrollo y en la progresión de Usman y Luka, convirtiéndoles en lo que son y dándoles las oportunidades que se merecían hasta despuntar por sí mismos en el primer equipo.
"Tenía muy buena gente conmigo, jugadores que me ayudaron mucho. Con 13 años y sin saber nada de español y poco inglés, al principio fue duro. Los primeros meses fueron un poco tristes, no podía hablar con casi nadie. Después ya me fui adaptando muy bien", dijo Doncic al respecto del Madrid durante el media day del All-Star de Chicago en 2020. Un Luka que logró coronarse con la camiseta de la capital, liderando al club a vencer la Euroliga y la Liga ACB en 2018, siendo este el MVP de ambas competiciones. El esloveno sigue manteniendo una estrecha relación con el club, siendo nombrado de hecho socio de honor el pasado mes de marzo, y ha llegado a reconocer que lo que más echa de menos de Europa es el Madrid.
Garuba ha sido el último producto de la cantera blanca en dar el salto a la NBA. Tras el camino marcado por Nikola Mirotic, Willy Hernangómez y el mencionado Luka, el castellano-manchego tomó la decisión de partir rumbo a Houston Rockets, uniéndose a un proyecto con un potencial enorme y donde el ala-pívot puede acabar siendo clave junto a Jalen Green o Alperen Sengun. "Lo tenía claro desde hace bastante tiempo. Fue más duro de lo que creía", declaró en Radio Marca recientemente sobre su decisión. "Dejar Madrid, una de las mejores ciudades del mundo. Dejar el Real Madrid, que he estado desde pequeño. La gente del club ya lo sabía, pero intentamos dejar el tema para centrarnos en la temporada. Estoy preparado, hay que mejorar algunas cosas, pero me siento muy preparado. Esta experiencia en el Madrid se va a notar".
Pero el club blanco no solo ha sido capaz de construir proyectos y desarrollar talentos desde su base, sino que también ha servido de trampolín a otros formados en organizaciones distintas. Casos como los de Drazen Petrovic, Raül López o Sergio Rodríguez en el pasado o más recientemente los de los argentinos, Facundo Campazzo y Gabriel Deck, ejemplifican la relevancia del Madrid en el panorama internacional.
Pese a todo lo expuesto, ambos atraviesan realidades muy diferentes. Los Mavericks están todavía tratando de hacer funcionar el nuevo sistema de juego en el que Doncic está teniendo que desprenderse de la bola para involucrar más al resto de sus compañeros, primando la media distancia y el poste bajo por encima del triple en cierto modo. Dallas ha arrancado un tanto irregular con un balance de 1-1 y buscará encontrar ante Houston el camino del éxito.
Por su parte, Garuba aún no ha dispuesto de una oportunidad en condiciones, disputando 8 y 5 minutos en los dos primeros compromisos y no jugando siquiera en el último frente a Boston Celtics. En el brevísimo tiempo que ha estado en cancha, el español ha logrado sumar, estrenándose con 4 puntos, 2 tapones y 1 robo ante los Wolves. Lo normal sería que con el paso de las semanas Usman acabase teniendo una importancia mayor en el grupo conforme las derrotas se sucedan para los de Stephen Silas.
En definitiva, un partido con mucha historia que tendrá por otro lado la abierta rivalidad entre Dallas y Houston, ciudades vecinas del Estado de Texas, un "derbi" en el que los Rockets se han llevado las dos últimas victorias.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.