La situación de Los Angeles Lakers ahora mismo es crítica. En un triple empate con Dallas Mavericks y Portland Trail Blazers con un 36-28 de balance la diferencia entre finalizar la temporada en el 5º lugar y hacerlo en el 7 º, es decir, en puestos de Play-In. En una campaña tan comprimida y donde el valor de un partido por sí solo se ha visto incrementado respecto a años anteriores, una derrota o una victoria puede ser diferencial y significar la diferencia entre una larga carrera en los Playoffs o jugarse el tipo en un encuentro eliminatorio.
La inesperada derrota de los de Frank Vogel por 121 a 114 a manos de los Toronto Raptors en una más que destacada actuación de Kyle Lowry (37 puntos) y Pascal Siakam (39 tantos) ha dejado a estos en una tesitura muy difícil. Con 8 partidos por delante antes de concluir la Fase Regular los vigentes campeones no parecen estar en su mejor momento de forma, lo que les podría hacer descender hasta el 7º lugar.
Los regresos tanto de Anthony Davis como de LeBron James no parecen haber dado todavía sus frutos , estando ambos en un proceso de aclimatación y reacondicionamiento tras dilatado tiempo que han estado ausentes por lesión. Con un balance de 1-5 desde que volvió AD y 0-2 con King James los resultados no están siendo en absoluto lo esperado, más teniendo en cuenta la entidad de los rivales en esas derrotas, estando únicamente Dallas por encima del 50% de victorias.
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Mucho parecen haber cambiado las cosas en el seno de los Lakers desde el fatídico momento en el que sus estrellas cayeron lesionadas. Más allá del tiempo de inactividad que les ha privado competir hay un aspecto fundamental a tener en cuenta. El 30 de marzo la franquicia anunciaba a Andre Drummond como nuevo jugador de la plantilla, pasando este a ocupar el puesto de pívot titular y con la esperanza de que pudiese ser de utilidad como un pívot sólido, clásico e intimidador.
El contexto en el que se encontraba el equipo, el poco tiempo para ajustar, entrenar y cambiar el sistema han hecho de la experiencia con Drummond en cancha algo lejos de las expectativas.
El ataque de los Lakers se ha frenado, detenido y estancado en una secuencia de bloqueos directos sin generar ventaja alguna, la defensa ha dado un considerable paso atrás y los resultados se han visto afectados. Esto, lejos de ser culpa de Drummond, es un problema de solución compleja y que amenaza con poner en jaque toda la campaña de los angelinos.
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Con un puñado de encuentros por delante ganar parece el único remedio a esto, la mejor medicina para enmendar el embrollo en el que están los de Frank Vogel. Una manera de salir del paso podría ser recuperar a Marc Gasol como pívot titular, algo que puso encima de la mesa Kyle Kuzma tras el partido ante Raptors:
"No estoy seguro de lo que deberíamos hacer. Desearía tener un poco más de tiempo ahí fuera con Marc Gasol. Eso sería algo que nos iría realmente bien, por supuesto".
¿Puede ser el español la panacea para la situación de los Lakers? Probablemente no, pero sí puede servir como parche a buena parte de las grietas que se empiezan a avistar. Por ello, desde NBA.com en castellano planteamos 3 puntos donde Gasol podría marcar la diferencia y ayudar a los angelinos a reubicarse en la clasificación.
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1 - Defensa
Antes del parón del All-Star los Lakers eran la mejor defensa de toda la competición, permitiendo 106,1 puntos por 100 posesiones, algo que tenía que ver con el equilibrio que había entre la primera y la segunda unidad así como una sincronización más que adecuada entre las responsabilidades de cada uno de los integrantes del equipo dentro del sistema. Las lesiones y la dinámica negativa que han arrastrado desde entonces les ha hecho caer hasta 111,5 desde inicios del mes de abril, siendo la 9ª mejor en ese lapso.
Pese a la evidente pérdida de velocidad que Marc Gasol ha estado experimentando en los últimos años derivada de los problemas físicos y su edad (36 años), el valor que este sigue teniendo en defensa hace de él un valioso activo para los californianos . El español mantiene siempre una comunicación constante en la protección del aro, indicando las ayudas, cortes y diferentes coberturas que han de hacerse ante las propuestas rivales. Esto que puede parecer un detalle menor es una cuestión que desde el inicio del curso sus compañeros han puesto en valor, lo que teniendo en cuenta que se trata de un pívot es todavía más importante al tener una mejor perspectiva de la cancha por el hecho de estar más hundido habitualmente en las jugadas.
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A lo largo de los 7 partidos que ha disputado en el mes de abril (18 minutos de media) los Lakers han tenido un ratio defensivo más que notable, con 98,9 de media, el mejor entre aquellos que han superado la barrera de los 100 minutos en ese lapso. En contraposición, cuando ha estado fuera se ha disparado a 110,4, con un mayor volumen de tiempo transcurrido obviamente . Esto ha venido siendo una constante desde que llegase Drummond al equipo, mejorando a nivel estadístico el rendimiento de Lakers con el catalán en pista y sucediendo al contrario con el ex de Cavs, con quien el ratio ha crecido a 111,5 .
Contar con Marc en cancha garantiza una mayor versatilidad atrás ya que se anticipa muy bien a los movimientos rivales e interpreta a la perfección las secuencias donde no participa directamente en la acción de balón, es decir, ayudas. Lejos de ser el protector de aro que fue antaño, pues ha permitido un 64,5% de acierto a sus rivales en el aro en el último mes, sigue siendo mejor que el de Drummond que ha firmado 73,6%, el peor de la NBA en abril.
2 - Más fluidez en ataque
Era más que esperable que la ofensiva de los Lakers se ralentizase al prescindir de sus dos figuras y principales referentes de ataque. La sola presencia de Dennis Schroder no iba a ser suficiente para igualar siquiera aquello de lo que habían sido capaces antes de que se produjese las bajas. Lo que ha sucedido a lo largo del último mes y medio de competición ha sido una progresiva pérdida de identidad de los californianos, pasando de generar desde bloqueos indirectos, movimiento sin balón y acciones propicias a una sucesión de pases y bloqueos directos sin mucha eficiencia.
Un ejemplo de esto se aprecia teniendo en cuenta que los angelinos han sido el segundo equipo que más pases ha realizado en abril de media (312), pero el 9º que menos distancia recorre por noche (14 kilómetros). Esto significa que, aunque el balón esté en movimiento, este no encuentra un destino productivo como debería. Así, durante el mes de abril una media de 17,4 intentos se han producido (un 20% del total) se han dado con menos de 7 segundos en el reloj de posesión con un acierto del 36%.
La presencia de Gasol en la cancha sirvió durante buena parte de la primera mitad del calendario como un recurso del que echar mano cuando la jugada se embarraba. Bastaba entregarle la bola en uno de los codos o postes altos para que este encontrase una línea de pase propicia en corte o tras un indirecto. En ese sentido, uno de los que más pudo beneficiarse de la lectura de juego del español fue precisamente LeBron James que ha anotado un 57% de los tiros de campo que vinieron tras pase del catalán , siendo el segundo jugador con el que más veces se ha asociado en este curso.
Hilando con lo expuesto por Kuzma, la presencia del pívot en cancha ayuda en cierto modo a camuflar buena parte de los problemas de los Lakers ya que a base de cortes a canasta y juego sin balón se explotan las carencias defensivas del rival al verse obligado a tener que defender la línea en lugar del bote, más predecible.
Por otro lado y en contraposición a los otros dos pívots (Harrell y Drummond) Gasol sí es una amenaza exterior. De hecho, el 61,5% de sus tiros de campo han venido desde la larga distancia, encajando el 39% de ellos, bastante alto. Como consecuencia derivada de todo esto, tener a Marc abierto alrededor del triple favorece el espaciamiento ofensivo del equipo, permitiendo las penetraciones o bien el bloqueo directo donde el español suele colocar pantallas ciegas en el lado débil que liberan a tiradores.
3 - Rotaciones
Una de las claves del éxito del pasado curso de los Lakers residió en su segunda unidad, liderada en muchos momentos por Dwight Howard quien ofreció un rendimiento notable aportando en cuestiones clave como son el rebote y la anotación en la pintura. Como es evidente, Superman y Gasol son dos jugadores diametralmente opuesto. Uno despliega un baloncesto vertical y otro horizontal, uno no necesita la bola para producir y el otro genera todo con ella.
Las ocasiones en las que Marc ha partido de suplente saliendo con la segunda unidad ha tenido que compartir pista con figuras cuyo estilo tiende a ser más rápido, frenético y centrado en la transición ofensiva, lo que complica su aportación por la velocidad de ejecución. En ese sentido, Andre Drummond podría ser mucho más productivo y valioso para los californianos partiendo desde el banco o bien teniendo más minutos junto a Caruso, Horton-Tucker o McLemore.
El valor de Drummond como pívot clásico, produciendo desde el bloqueo y transición así como en tareas de intimidación ayudaría a paliar los lapsos donde los Lakers pierden consistencia.
¿Podría ayudar a Lakers desplazar al ex de Cavs a la segunda unidad y a Gasol a la primera? Lo más seguro es que sí y ante Denver Nuggets podría ser un buen momento para probar.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.