El 9 de mayo de 2011 Oklahoma City Thunder tenía ante sí un partido clave en su camino en los Playoffs. La serie, con 2-1 a favor de Memphis Grizzlies, encaraba su cuarto partido con altas posibilidades de que los de Tennessee tomasen una ventaja considerable que les dejara prácticamente sin opciones. Kevin Durant y Russell Westbrook afrontaban su primer match-ball contra un conjunto sólido e infranqueable, cuyo punto fuerte, la defensa, había sido capaz de destronar a las primeras de cambio a los San Antonio Spurs, el mejor balance de toda la Conferencia Oeste.
Lionel Hollins había construído un equipo sin fisuras en el apartado defensivo. Erigido a partir de tres pilares claros: la defensa perimetral a cargo de Mike Conley y Tony Allen y la protección de la pintura, responsabilidad de Marc Gasol. Este proyecto, amparado en ataque por dos anotadores de un talento individual mayúsculo como OJ Mayo y Zach Randolph, pasaría a convertirse en uno de los grupos más incómodos de toda la NBA durante un lustro.
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Los Memphis Grizzlies habían asegurado su presencia en los Playoffs por primera vez desde el año 2006 con Pau Gasol todavía en sus filas. Un hito que despertó un seguimiento desmesurado de la ciudad con un equipo que renacía bajo el manido lema del "grit&grind". Marc debutaba en la postemporada en su tercera temporada en la NBA tras haberse asentado como un pilar fundamental de Memphis gracias a su perfecto posicionamiento y labor en defensa, así como una providencial capacidad para hacer mover el balón en cada posteo.
Llegados a ese punto la incidencia ofensiva de Gasol en el juego de los Grizzlies había sido más bien contingente, dando soporte a Randolph y con actuaciones más que positivas como los dos primeros partidos de las series ante Spurs y Thunder con más de 20 puntos.
Sin embargo, en aquel cuarto encuentro de la eliminatoria, el pívot catalán ofrecería su mejor versión en todos los sentidos. Gasol terminaría con 26 puntos en 11 de 20 tiros de campo a lo que sumaría 21 rebotes que se convertiría hasta el momento en su máximo de carrera (temporada y Playoffs).
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Dominando los aros
El partido comenzó de la mejor manera posible para los intereses de Memphis pues llegados al ecuador del primer cuarto los de Hollins ya mandaban por 14 a 4. Uno de los principales culpables de esto había sido el propio Marc cuyo acierto en esos primeros compases desde la media distancia así como en la pintura había sido determinante.
Emparejado con un Kendrick Perkins cuya rapidez y reactividad hacía tiempo que le había abandonado, Gasol sacaría ventaja del juego de bloqueo y continuación con Mike Conley en una conexión perfecta en el short roll para que el catalán anotase en suspensión. El pívot catalán dejaría su impronta en el juego con un primer cuarto perfecto acabando con 12 puntos en 4 de 4 tiros de campo y añadiendo 2 asistencias y 2 rebotes que ponían a los Grizzlies 28 a 16 por delante.
No obstante Oklahoma City no iba a rendirse tan rápido, más con Westbrook y Harden en sus filas. Los Thunder no solo se meterían en partido, sino que estarían en disposición de consumar la remontada justo antes de llegar al descanso. El acierto de Marc se disipó en el segundo asalto con 1 de 3 de cara al aro pues la defensa de Mohammed y Collison hizo mella en las posibilidades de anotar de este.
Tras el descanso se daría un partido completamente nuevo. OKC se pondría por delante gracias a una defensa del poste bajo sobre los Grizzlies que dejó sin oxígeno tanto a Randolph como a Gasol que pese a ser los mejores en ataque, condensaron todas las pérdidas del equipo en el tercer cuarto entre ambos. Dio igual que el catalán estuviese en todas y cada una de las acciones pendiente del rebote (10 en total en este cuarto), Durant había despertado de su letargo, tocaba remar.
Y así lo haría, él y el resto del equipo, liderado por Mike Conley que aprovechó del mejor modo su conexión con el juego interior de Memphis para crecer desde el pick&roll y castigar a la defensa de los Thunder que le envió en cinco ocasiones a la línea de tiros libres. Gasol por su parte completaría su actuación con 4 puntos providenciales y otros 4 rebotes en un final de infarto incluyendo un tapón clave del catalán a Westbrook que derivó en empate a 96.
Tres prórrogas
Con el triple de Mike Conley a falta de 5 segundos para el final del partido comenzaría un nuevo encuentro que se iría a más de dos horas de duración con una tensión sin igual.
OKC golpeó primero con un arranque espectacular de Durant que rápidamente anotó 5 puntos llegando a colocar a los suyos 107 a 101 con 3 minutos para la conclusión. Fue entonces donde OJ Mayo anotó dos triples providenciales que metieron de nuevo a los locales en la lucha. Con tres abajo en el marcador, menos de 15 segundos y los Thunder acariciando el triunfo, un tiro in extremis de Greivis Vásquez forzó la segunda prórroga.
El venezolano irrumpió en los diferentes tiempos extra con las pilas cargadas y la determinación de llevarse el triunfo y estuvieron relativamente cerca de ello en el segundo tiempo extra, pero James Harden y Russell Westbrook aparecieron en el momento idóneo para forzar la tercera.
Oklahoma se negaba a rendirse y los Grizzlies llegaban tras 58 minutos de juego real con buena parte de sus jugadores al límite de sus fuerzas. Dos tiros libres y una única canasta de Vásquez fueron la triste recompensa que Memphis obtuvo de una tercera prórroga que vio escaparse su oportunidad de poner el 3-1 en la eliminatoria y soñar con las Finales de Conferencia. Durant sellaría el triunfo para los Thunder con 6 puntos y empataría la eliminatoria tras dejar un resultado de 133 a 123 que no hacía justicia a lo visto en la cancha.
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