Estaba llamado a marcar una época, la joya de la corona del Proceso de Philadelphia 76ers, sin embargo, Markelle Fultz no pudo seguir el camino marcado. Y no por una decisión propia, un rendimiento bajo o un contexto adverso en lo deportivo, sino por el mayor lastre al que puede enfrentarse: las lesiones. Tras apenas acumular 33 partidos en tres temporadas en la NBA, el ex de Washington puso rumbo a Orlando Magic, lugar donde resetear, empezar de nuevo y relanzar su carrera.
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Great to see Markelle Fultz out on the floor playing with confidence and freedom. Big-time open court finish but was more impressed with his playmaking creativity. Has always been such a natural with the ball in his hands. pic.twitter.com/DBuPA4jWeL
— Mike Schmitz (@Mike_Schmitz) October 24, 2019
Una carrera que finalmente parece haber cogido ritmo como ha quedado patente durante el primer encuentro de temporada regular con el equipo de Florida, acompañando al equipo en la victoria por 94 a 85 frente a Cleveland Cavaliers. Fultz ha llamado la atención de propios y extraños con una actuación propia del perfil de jugador que apuntaba en su etapa universitaria, un base físico y móvil, capaz de poner el balón en el suelo y resolver fácilmente cualquier escollo que se interpusiera en su camino.
Aquellos destellos mostrados en Philadelphia eran el punto de partida de Markelle, un jugador difícil de encontrar en la NBA actual y con una depurada técnica con el balón en las manos con la que causar estragos.
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De hecho, una de las imágenes no solo del partido sino de la jornada ha sido protagonizada por Fultz, que tras coger el balón en transición realizó un espectacular mate a una mano que puso en pie a todo el estadio.
Markelle pic.twitter.com/HCNPb7JT1R
— Rob Perez (@WorldWideWob) October 24, 2019
La campaña NBA ha comenzado de la mejor manera para el joven de 23 años, pues partiendo desde el banquillo, Fultz ha conseguido ser uno de los máximos anotadores del conjunto entrenado por Clifford, firmando 12 puntos, 6 asistencias y 2 robos con 6 de 12 en tiros de campo y 0 de 3 en triples. El lanzamiento sigue siendo la asignatura pendiente del nativo de Maryland que tuvo que reconstruir y reaprender a tirar a canasta tras sufrir un verdadero infierno con diversos problemas en el hombro derecho que le impedían armar siquiera el brazo para ejecutar una acción tan sencilla.
El juego en transición y a campo abierto es lo que más va a acabar beneficiando a Markelle, un jugador que necesita del balón para recuperar la confianza perdida y aplicar la arrancada sobre bote que tantos quebraderos de cabeza puede causar a sus rivales como se ha comprobado ante los Cavaliers. De hecho, el base fue el factor X que determinó el cambio de dinámica en el equipo, conduciendo a Orlando hacia una victoria complicada y donde Aaron Gordon estuvo lejos de su mejor versión. "Marcó la diferencia en la segunda mitad", comentó Clifford ante los medios tras el choque.
"Cuando me desperté esta mañana, sabía que era nuestra oportunidad de salir y brillar", comentó Fultz con Josh Robbins de The Athletic. “Estaba extremadamente emocionado. Le agradecí a Dios por la oportunidad, y seguí mi día. No quería pensarlo demasiado".
Fultz rejects the screen with a spin and creates space for the pull-up. Just an incredible aesthetic to his game pic.twitter.com/nZa1V7pyYE
— Max Carlin (@maxacarlin) October 23, 2019
Markelle Fultz está trabajando no ya en volver, sino en construir un nuevo futuro y un horizonte en donde él encaje, pueda ser constante y asegurarse un lugar en la NBA que un día le consideró el mejor jugador joven disponible.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA y sus organizaciones.