Jugar en la Gran Manzana no es tarea fácil, da igual que se trate de un contrastado veterano o de un joven novato, la exigencia de defender La Meca del baloncesto noche tras noche acaba pasando factura. Willy Hernangómez inició su periplo por la NBA en los New York Knicks después de que estos se hiciesen con sus derechos en la noche del Draft de 2015, debutando a la temporada siguiente en una complicadísima campaña donde el madrileño conseguiría hacerse un hueco gracias a su facilidad para producir en cortos periodos.
Hernangómez fue ganándose la confianza de Jeff Hornacek poco a poco y gracias a las terribles circunstancias deportivas en las que se encontraba la franquicia. Con Carmelo Anthony en pleno declive, un Kristaps Porzingis que apuntaba a estrella y un elenco de jóvenes y veteranos que no parecía el más indicado la temporada del equipo neoyorkino pronto se descubrió como un nuevo fracaso. No obstante, el rendimiento colectivo no impidió a Willy sacar partido de todo ello dejando detalles de calidad que bien le valieron su incursión en el mejor quinteto de Rookies de la temporada 2016-2017.
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Su evolución justificaba esa decisión, pasando de 15 minutos de media en sus primeros 50 partidos con 6 puntos y 6 rebotes de promedio a protagonizar una recta final de curso inmejorable consiguiendo 12 puntos y 9 rebotes en los últimos 22 encuentros que invitaban a pensar en un futuro sin límites para el mayor de los Hernangómez.
Así, un 9 de abril de 2017 los Toronto Raptors visitaban el Madison Square Garden en el que era el penúltimo partido de los Knicks antes de clausurar la campaña unos días más tarde ante los 76ers. En esa noche, Hernangómez demostraría que podía llegar a convertirse en un preciado activo para los neoyorkinos siendo de largo el mejor de los suyos en aquella velada. En su 21º partido como titular, el madrileño lideró en ataque al equipo que durante 24 minutos soñó con tumbar al tercer mejor equipo de la Conferencia Este con una serie de tiro de 7 de 8 para 20 puntos a lo que sumó 4 rebotes y 3 asistencias.
La profundidad de los Raptors de Casey acabaría imponiéndose a unos Knicks donde la sola presencia de Ron Baker, Courtney Lee y el propio Willy fue insuficiente. DeRozan saldría del vestuario tras el descanso encaminado a dejar sentenciado el encuentro y junto a Patrick Patterson consiguieron doblegar a unos locales que soñaron con la victoria gracias a Hernangómez. El jugador español vería reducida su influencia ofensiva en la segunda mitad pero se las ingenió para dar un paso adelante en defensa sumando 2 robos y 7 rebotes que dejaron una línea estadística inmejorable.
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“Creo que nos pillaron en defensa y pusieron más presión sobre nosotros. Son un gran equipo, un equipo de playoffs y así es como aprendimos hoy", dijo Hernangomez tras el partido en declaraciones recogidas en el NY Post. "Cuando el otro equipo ejerce más presión, tenemos que aprender a cómo debemos mejorar nuestra defensa y ataque en ese punto del encuentro", relataba.
Hernangómez firmaba así el mejor partido de su carrera con 24 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 robos en 9 de 15 tiros de campo durante los 30 minutos que estuvo en cancha. Una máxima anotadora que empataba con lo conseguido un mes atrás frente a los San Antonio Spurs de Pau Gasol aunque con 13 rebotes en total e idéntico resultado colectivo. 138 encuentros más tarde y con tres temporadas a sus espaldas, el ex del Real Madrid no ha conseguido igualar esos guarismos aunque en 2019 se quedó cerca ante los Warriors.
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