Una de las preguntas que pueden surgir al momento de ver a Michael Jordan jugando con sus hijos en los primeros capítulos de The Last Dance, es qué fue de la vida de Marcus y Jeffrey. ¿Siguieron los pasos de su padre y se dedicaron al baloncesto? La respuesta es sí, aunque claro, ninguno llegó a tener ni una pizca de la trascendencia de MJ.
El mayor, Jeffrey, fue lógicamente el primero al que vimos llegar a un campo NCAA. Después de destacar en la Academia de Loyola, el base recibió ofertas escolares de Valparaiso y Loyola University Chicago, además del interés de Davidson, Penn State, Northwestern e Illinois para sumarlo como walk-on (los que integran el equipo sin una beca deportiva). Finalmente, Jordan se inclinó por el mejor programa de todas esas opciones: los Fighting Illini de la Universidad de Illinois.
Allí disputó tres temporadas sin mucha trascendencia y a lo largo de 92 partidos, promedió apenas 1,6 puntos en 11,3 minutos.
Ya como jugador de último año, Jeff decidió transferirse a UCF, equipo en el que ya estaba su hermano Marcus. Después de perderse por las reglas NCAA la 2010-2011, tuvo sus últimas actuaciones como jugador en la 2011-2012, promediando 2,7 puntos y 1,8 asistencias en 13 partidos con los Knights.
En enero del 2012 y todavía en plena temporada, Jeffrey anunció su retiro por motivos personales, con apenas 23 años de edad.
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La historia de su hermano Marcus dejó capítulos de mayor brillo individual, también de la mano de UCF. El escolta de 1,90 de estatura debutó como freshman en la 2009-2010, con buenos números: 8 puntos, 3,1 rebotes y 2,5 asistencias. Pero fue en la siguiente temporada en la que terminó de consolidarse como uno de los mejores jugadores de la Conferencia USA: 15,2 puntos y 3,3 asistencias.
¿El punto más alto? Un triunfazo en casa ante los Florida Gators de Chandler Parsons, con 18 puntos de Marcus, en un partido del que también formó parte el tirador puertorriqueño Isaac Sosa (7 puntos).
Finalmente, la 2011-2012 fue su última ligado al baloncesto: 13,7 puntos de media a lo largo de 31 partidos, compartiendo equipo con su hermano.
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Una vez terminada esa campaña, Marcus se alejó del equipo de baloncesto, aún con un año de elegibilidad deportiva. Poco tiempo antes había protagonizado un escándalo en Omaha, en el que se resistió a un arresto, generándole a UCF una prohibición de un año de jugar partidos de postemporada.
En este caso, los genes no ayudaron demasiado y la carrera de los hijos de MJ terminó prácticamente antes de empezar.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.