Luego del contundente 144-97 del lunes, con récord de triples incluido (29), Milwaukee parecía encaminado para conseguir su segundo triunfo consecutivo en Miami, teniendo ventaja de 14 promediando el tercer cuarto y luciendo completamente en control de las acciones. Sin embargo, con una gran muestra de amor propio y de calidad de parte de sus perimetrales, los Heat no solo dieron vuelta la historia sino que terminó llevándose una victoria cómoda en el cierre por 119-108.
La reacción del tercer período tuvo un protagonista principal: Tyler Herro. El guardia de Miami anotó 13 tantos en ese parcial, lanzando un 5-6 de cancha y cerrando el mismo de la mejor manera posible: un triple sobre la bocina, para reducir la distancia a tres (91-88) y darle todo el ímpetu al dueño de casa.
Herro perdió protagonismo en el último cuarto, pero en su lugar apareció Goran Dragic: tres triples del esloveno, bien acompañado por un par de conversiones perimetrales de Avery Bradley y Kelly Olynyk, para que Miami tomase la delantera y no vuelva a mirar atrás por el resto de la noche. Milwaukee jamás atinó a responder. Ni en ataque, ni en defensa.
26 Pts and counting. . .#Dragic6MOY 🐉 pic.twitter.com/aTYfxTEfay
— Miami HEAT (@MiamiHEAT) December 31, 2020
Más allá de que en los números generales terminaron muy parejos, Miami ganó el partido desde el perímetro en el segunda tiempo: lanzó un 10-23 en triples, contra solo un 6-18 de Milwaukee.
Dragic fue el máximo anotador del ganador con 26 puntos, mientras que Herro lo siguió con 21 más ¡15 rebotes! Incluso Avery Bradley, titular por primera vez en la 2020-2021, contribuyó ofensivamente con 16 tantos. Lo mismo que Olynyk, quien sumó 15 y 8 rebotes. Entre los cuatro lanzaron un 8-17 de tres en la segunda mitad.
Claro que la remontada también tuvo su costado defensivo, donde como siempre brilló la figura de Bam Adebayo. El ala pivote no solo sumó 22 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes en la noche, sino que además fue el pilar para frenar la ofensiva de Milwaukee en los 12 minutos finales: los Bucks lanzaron un 6-23 de campo en ese período, incluyendo un 2-13 entre Antetokounmpo, Middleton y Holiday. Su trabajo sobre Giannis durante buena parte de la jornada fue sublime. ¿Hay alguien que lo defienda mejor en la NBA? Cuesta pensar en otro nombre.
Bam doing it all right now. Heck of a block here on Giannis, which leads to a three for Goran. pic.twitter.com/qSrvfd8cMd
— Joseph Beguiristain (@JoeBeguiristain) December 31, 2020
Falló la compañía
Más allá de que tuvo sus altibajos, Giannis cumplió con lo suyo. Terminó con 26 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias en 38 minutos, lanzando un 10-18 de campo y un perfecto 4-4 en libres. Sin embargo, la compañía a su alrededor esta vez no estuvo a la altura.
Específicamente las otras dos patas importantes del ataque: Khris Middleton lanzó un 3-15 de campo y Jrue Holiday un 4-15. Además, entre ambos se combinaron para un 0-8 en el último cuarto. Mucho mérito de la defensa, pero también errores de dos muy buenos jugadores, que esta noche no pudieron responder a la hora de la verdad, facilitando que los Bucks queden con marca de 2-3 (Miami subió a 2-2).
El otro punto flaco que mostró Milwaukee en la noche fue el banco. Un equipo corto, con pocos nombres confiables en su segunda unidad. De hecho, ninguno de los cinco suplentes que utilizó Budenholzer tuvo un +/- positivo y entre ellos se combinaron para un -31. Mientras que Dragic cambió el partido para Miami como sexto hombre, lo de la visita fue todo lo contrario. Y mientras que la mala noche de Holiday y Middleton es pasajera, la debilidad de su banco de suplentes es un tema a tener mucho más en cuenta de cara al transcurso de esta 2020-2021. La sensación es que eventualmente necesitarán un refuerzo allí.
Dentro de ese panorama complicado, vale destacar la labor de Pat Connaughton y de Bryn Forbes, quienes aportaron 12 y 9 puntos, arrimando un 5-9 en triples entre ambos.
Heat check? #FearTheDeer pic.twitter.com/VQnSAae36H
— Milwaukee Bucks (@Bucks) December 31, 2020
Las pérdidas, la deuda de los Heat
Miami entró a este partido promediando 20,3 pérdidas por juego, la peor marca de toda la NBA. Y no solo mantuvieron esos números, sino que los superaron con 22 balones entregados. Un tema que debe preocupar a Spoelstra, más allá de la victoria.
En favor de Miami hay que decir que fueron corrigiendo ese defecto con el correr del partido: 10 de sus 22 pérdidas llegaron en el primer cuarto. Y desde entonces, sumaron 12 en los siguientes 36 minutos. Nada especialmente destacado, pero mucho más aceptable que aquel inicio completamente descuidado. A veces, la falta de bases naturales (Dragic es el único del plantel) pasa su factura.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.