Finales NBA 2021: 10 observaciones de la victoria de Milwaukee Bucks para ponerse 3-2 y a un paso del anillo vs. Phoenix Suns

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Milwaukee Bucks

Si dicen que una serie de Playoffs no comienza hasta que gana un visitante, entonces hay que darles la bienvenida a estas Finales 2021. Aunque claro, si alguien se ha perdido lo que está pasando, vale decir que la definición por el anillo que está ofreciendo este 2021 es realmente maravillosa. Producciones individuales impactantes, dos equipos resilientes y con personalidad, estrellas al más alto nivel, drama... La serie lo tiene todo, y este domingo tuvo a un visitante ganando. Sí, Milwaukee Bucks aprovechó su momento y se quedó con un verdadero partidazo, en el que quedó abajo por 16 en el cuarto inicial pero que terminó llevándose por 123-119, no sin antes sufrir.

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Así, los de Mike Budenholzer quedaron 3-2 y el miércoles buscarán su segundo campeonato en el Fiserv Forum. Vamos con 10 observaciones del Game 5.

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Jrue Holiday y el partido de su vida. Cuatro primeras rondas de Draft futuro, varios jugadores... El precio que pagó Milwaukee por el traspaso de Holiday desde New Orleans está más que justificado después de la exhibición del base en este Game 5. Es más, cualquiera que sea el precio lo vale. Porque Jrue fue una bestia en los dos costados del campo. Comenzó destacándose principalmente en ataque, rompiendo la sequía que traía en las Finales (33,3% campo, 27,3% triples) y siendo vital para recuperar el -16 del primer cuarto.

Pero claro, terminó deslumbrando con su sello defensivo: volvió loco a Chris Paul una vez más y, sobre el cierre, se robó todos los ojos con una secuencia que pasará a la historia. Los Suns tenían la bola con la ocasión de pasar al frente y Booker se la jugó como el salvador que venía siendo, pero Holiday saltó con una ayuda puntual cuando colapsó en la pintura para robar el balón, correr en transición y encontrar a Giannis Antetokounmpo para un alley-oop con falta incluida que terminó siendo el camino al triunfo.

Los números dirán 27 puntos (12-20 campo, 3-6 triples), 4 rebotes, 13 asistencias, 3 robos, un tapón y un +14 en 44 minutos que grafica su impacto. Aunque claro, ése es mucho más grande que los números. Holiday dio una clase defensiva y siempre tomó buenas decisiones en ataque. Memorable encuentro.

Giannis y su constante excelencia. Sí, los libres errados en el cierre casi se transforman en una carga. Pero el griego, una vez más, fue el líder que los Bucks necesitan. Más allá de esos libres, su último cuarto lo mostró con agresividad y determinación para anotar varias conversiones clave. Metió 12 de los 23 puntos de los suyos en el parcial decisivo, y jamás dejó de atacar pese a la desgastante defensa de Phoenix sobre él. 

Se fue con 32 puntos (14-23 campo, 4-11 libres), 9 rebotes y 6 asistencias en 41 minutos, y hasta castigó con un par de lanzamientos en giro y de media distancia. Ah, después de fallar el libre adicional del alley-oop con Holiday, tomó el rebote ofensivo que terminó liquidando a los Suns. Otra noche en la oficina que lo deja a tiro de su sueño.

El Big 3, completo por Middleton. Tiro de dos largo con falta incluida a 3m25s, triple sobre la marca de Bridges a 2m15... Esas dagas fueron otra muestra gráfica de la capacidad de Middleton como matador. Siempre aparece cuando los Bucks necesitan una respuesta en ele clutch. Anotó 9 de sus 29 puntos en el último cuarto, y completó el encuentro con 7 rebotes y 5 asistencias. ¿Lo curioso? En el primer cuarto tiró 1-7, y en el resto del partido completó un sensacional 11-16.

Así, entre Giannis, Middleton y Holiday se combinaron para 88 de los 123 puntos de los Bucks, con 57,5% de campo. Así tienen que jugar las estrellas esta clase de partidos.

Inicio matador de los Suns. Sentido de urgencia que le dicen. Después de las dos derrotas, Phoenix salió a comerse a Milwaukee. Enorme agresividad en ambos lados del campo, determinación, personalidad... Fue un dominio defensivo total, y a tal punto le hicieron las cosas complicadas a los Bucks que le generaron más pérdidas (7) que en todo el Game 4 (5). Y en ataque fue un recital: circulación, confianza, ritmo alto para aprovechar la transición. Los de Monty Williams lanzaron un impresionante 73,7% de campo (14-19), con 5-6 triples. Devin Booker fue el líder (11) de un equipo que tuvo respuestas por todos lados para el 37-21 del primer cuarto.

Y respuesta matadora de los Bucks. Pero claro, Milwaukee contestó a lo grande. Con Giannis descansando, Holiday tomó las riendas con su mejor versión de los Playoffs, sumando 14 puntos y 5 asistencias en un segundo cuarto sensacional, por su impacto atrás y adelante y por su toma de decisiones. Como si fuera poco, los Suns olvidaron su receta y penaron en ataque, con mala selección de tiro y apuros (y sufriendo mientras Booker descansaba).

Bobby Portis aportó su energía e intensidad (9 y 2 rebotes), Lopez dio soluciones adelante y, con Giannis en el banco, estamparon un parcial de 25-12 para acercarse. Con el regreso del griego se potenció la mejor versión de los de Bud, que corrieron, jugaron sueltos, cómodos y encontraron muchísimas ventajas. Con 70,8% de acierto (17-24), incluido un 6-9 triples, la visita se quedó con el segundo cuarto por 43-24 para tomar el control (64-61).

Un tercer cuarto como el día y la noche. De un lado, un equipo que se mostró como la antítesis del que llegó a ponerse a dos triunfos del anillo: sin circulación ni ideas en ataque y apostando a la heroica de Devin Booker, quien supo resolver pero evidenciando que ese no era el camino. Del otro, un conjunto completamente dominante, seguro, sólido en defensa, con fluidez y confianza ofensiva y las estrellas respondiendo: entre Middleton, Holiday y Giannis se combinaron para 26 puntos y 12-17 de campo en un tercer cuarto en el que los Bucks ganaron por 36-29 para ponerse 10 arriba (100-90) en el marcador, pero muchísimo más en el juego y la confianza. El lastre terminó siendo muy grande para los locales.

Devin Booker, la constante. Venía de 42 puntos en el Game 4, y Devin Booker volvió a mostrar su voracidad anotadora: 40 tantos (17-33 campo, 2-5 triples, 4-5 libres), 4 rebotes y 3 asistencias en 42 minutos. Una vez más puso en exhibición el inmenso abanico de recursos para liquidar a sus defensores, sobre todo desde la media distancia.

¿Lo único malo? Por momentos, sobre todo en el segundo y tercer cuarto, fue el único recurso de unos Suns que se olvidaron de jugar el baloncesto que los llevó hasta las Finales. Pero bueno, la excelencia de Book los volvió a poner a tiro (con ese triple para quedar a uno en el minuto final), pero también los terminó condenando con la pérdida (o el robo de Jrue) después de meterse en una zona completamente congestionada por la defensa.

Chris Paul y una noche extraña: 21 puntos (9-16 campo), 11 asistencias y 2 rebotes en 35 minutos. Desde lo numérico, nadie podrá cuestionar el partido del veterano base. Sin embargo, las sensaciones dejan un sabor extraño, porque nuevamente se lo vio más pasivo de lo que los Suns querrían. Salvo por su primer cuarto y el cierre, el resto fue un partido olvidable, en donde se lo vio más desconectado que otra cosa. ¿Cuánto pesará su lesión en la muñeca izquierda? No hay respuesta, pero el problema parece más que lo físico. Phoenix necesita el regreso de la versión de liderazgo, conducción y personalidad de Paul que se vio apagada por completo en los últimos tres encuentros.

Portis y Connaughton, claves desde el banco. El interior fue un motor de energía e intensidad, sobre todo en un segundo cuarto brillante en donde sumó sus 9 puntos. El perimetral, por su parte, sigue siendo un tirador por demás peligroso y efectivo: 14 puntos (4-6 triples) más 6 rebotes y un sólido trabajo defensivo en 33 minutos en cancha. Dos pilares desde el banco.

Milwaukee y la ventaja en puntos clave. Hay tres factores que fueron un karma de los Suns en los últimos dos partidos y esta noche se repitieron. ¿Rebotes ofensivos? Los Bucks tomaron 11 (que dieron 12 puntos). ¿Pérdidas? Los Suns tuvieron 9, tres menos que su rival, pero tres fueron en el último cuarto (incluida la de Booker), y en total recibieron 16 puntos de sus errores con el balón. ¿Puntos en transición? Los de Budenholzer ganaron esa batalla 21-12.

Es más, la secuencia del cierre combina todo: el robo de Holiday, la transición fulminante con Giannis y el rebote ofensivo tras el libre errado para luego sellar la historia desde la línea.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Leandro Fernández Photo

Editor Jefe de las ediciones en español de The Sporting News.