Un motivo para creer y otro para caer de la "clase media" de la Conferencia Oeste

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Chris Paul Luka Doncic James Harden

Uno de los hechos "coloridos" de la reanudación de la NBA será la convivencia de los jugadores de distintos equipos en tres hoteles del complejo de Disney en Orlando, Florida. Para elegir a que hotel irá cada equipo se siguió el orden de la tabla de posiciones general de la fase regular y por eso los ocho mejores irán al "Gran Destino", los ocho del medio vivirán en el "Grand Floridian" y los seis que actualmente se encuentran fuera de puestos de Playoffs se mudarán temporalmente al "Yacht Club".

Podemos decir que de cierta forma ese orden establece una "clase media" dentro de la temporada 2019-2020 de la NBA: ocho equipos que están por encima del fondo, pero que todavía no pueden considerarse como claros aspirantes al título, algo reservado para los de elite. Más allá de que el orden pueda haberse roto un poco con la inclusión de Utah Jazz o Miami Heat en el primer lote, dos equipos que no tienen grandes diferencias con los presentes en el Grand Floridian, la división nos deja con cuatro conjuntos del Este y cuatro del Oeste que no alcanzaron a pasar la barrera de las 40 victorias.

¿Qué factor puede ayudar a los equipos de ese lote del medio a meterse entre los de arriba? ¿Cuál los puede bajar para que terminen siendo una decepción? Analizamos el caso de cada uno, comenzando en esta primera parte por la Conferencia Oeste: Oklahoma City Thunder, Houston Rockets, Dallas Mavericks y Memphis Grizzlies.

Chris Paul Luka Doncic James Harden

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Oklahoma City Thunder (40-24)

chris paul oklahoma city thunder

Puede subir si encuentra más consistencia de su segunda unidad

El quinteto del Thunder con Chris Paul, Dennis Schroder, Shai Gilgeous-Alexander, Danilo Gallinari y Steven Adams es de lujo. Con él cierran los partidos y posee los mejores números de la NBA. Ahora, ¿por qué OKC no gana tanto? Eso es debido a la diferencia de talento y experiencia que existe entre sus jugadores principales y los del banco de suplentes. Apenas el alemán Schroder, que arranca fuera de los cinco iniciales y es uno de los candidatos a ganar el premio de mejor sexto hombre, es una amenaza seria para los rivales con la segunda unidad.

El resto de los jugadores son un Terrance Ferguson que perdió la titularidad y lleva un 29% en triples, un Luguentz Dort que ha mostrado un potencial interesante pero no deja de ser un rookie de contrato dual, un Nerlens Noel que ha caído en la intrascendencia y otros jugadores de poca relevancia como Abdel Nader, Darius Bazley o Hamidou Diallo. Aunque la rotación de Donovan se achique a ocho-nueve hombres en Playoffs, el entrenador necesitará encontrar rendimiento en al menos dos de estas piezas para poder dar un salto. Oklahoma ha remontado muchos partidos a lo largo de la temporada tras caer en déficits de 10 o 15 puntos, pero en la postemporada no puede jugar constantemente con ese riesgo.

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Puede bajar si se resfría Chris Paul

Si OKC ha remontado tanto en el final es, en un porcentaje grande, mérito de Chris Paul, el jugador más determinante de la temporada 2019-2020 de la NBA en el cierre de los partidos. El hombre clutch. Con su experiencia e inteligencia, el base de 35 años es el líder ideal para el conjunto que presenta el Thunder. Sin CP3 o con una versión suya diezmada, la cara de Oklahoma podría ser tranquilamente la de un equipo que no llegaría a Playoffs. Hasta ahora el base faltó solamente a un partido y cayeron por 107-97 frente a Dallas Mavericks, con Schroder y Gilgeous-Alexander tirando 11-36 y perdiendo cinco balones entre ambos.

Houston Rockets (40-24)

Houston Rockets vs. Golden State Warriors

Puede subir si James Harden y Russell Westbrook al fin logran hacer unos buenos Playoffs

Si la postemporada es el escenario para las grandes estrellas, el star power del equipo de Mike D'Antoni le da esperanzas de ir lejos a Houston siempre y cuando Westbrook y Harden, los MVP de las temporadas 2016-2017 y 2017-2018 respectivamente, finalmente logren en Playoffs demostrar que están al nivel más alto de la NBA. Han tenido grandes partidos y buenas series, pero hace un tiempo que ninguno de ellos logra cuajar una postemporada completa al 100% de su potencial. Con ellos dos al nivel máximo, cualquier equipo debería respetar a los Rockets.

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Puede bajar si se topa con un pivote al que no le pueda dar respuesta

En febrero los Rockets decidieron deshacerse de Clint Capela, sumaron a Robert Covington para que haga de "falso pivote" y empezaron a jugar sin una presencia de peso en la pintura, ni en ataque ni en defensa. Su récord desde el inicio de ese mes fue de 11-6, con una racha de seis victorias consecutivas seguida por otra de cuatro derrotas.

Con un Westbrook más desatado que nunca y con más espacios, Houston en líneas generales parece haber dado un paso adelante con este nuevo sistema, pero la fase regular, en la que vencieron a Los Angeles Lakers y Boston Celtics con esta formación, no es lo mismo que los Playoffs. Ahí los rivales hacen ajustes y muchos del Oeste tienen las cartas necesarias para generar una complicación: en la primera ronda los Rockets se pueden llegar a cruzar con los Nuggets de Nikola Jokic, los LA Clippers de Montrezl Harrell, los Jazz de Rudy Gobert o los Thunder de Steven Adams. Ni hablar más adelante, contra los Lakers de Anthony Davis, JaVale McGee y Dwight Howard.

Dallas Mavericks (40-27)

#Mavericks

Puede subir si Kristaps Porzingis termina de confirmar su explosión

Al principio de la temporada los Mavs eran el show de Luka Doncic. Ganaron 12 de los primeros 18 partidos de la temporada con el crack esloveno promediando 30,8 puntos, 9,9 rebotes y 9,6 asistencias y metiéndose en la conversación del premio MVP. Desde entonces Luka sigue jugando a pleno pero con un poco más de irregularidad en algunas noches, aunque los texanos no se han resentido: el ex Real Madrid empezó a tener mejores aportes alrededor suyo.

Uno fue el de Tim Hardaway Jr., que convirtió 21,1 puntos por partido en los últimos 15 encuentros que disputó, pero el salto de calidad de impacto más considerable fue el de Kristaps Porzingis. El letón, de inicio de temporada lento en su vuelta a las canchas tras más de un año y medio sin actividad oficial, estaba con un rendimiento muy top desde que comenzó el 2020: 22,3 puntos, 9,6 rebotes y 2 tapones por partido, con un 44% de campo y cinco partidos en los que llegó al menos a los 32 puntos. Si KP se afirma como una amenaza capaz de meter 30 tantos en cualquier noche como lo es Luka, los Mavs pueden dar que hablar.

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Puede bajar si no terminan de dar un paso adelante en defensa

Con Doncic, Porzingis y muchísimos tiradores de gran nivel (Hardaway Jr., Seth Curry, Delon Wright, Maxi Kleber), a los Mavericks se les caen los puntos de las manos. De hecho poseen la ofensiva más productiva cada 100 posesiones, con un rating de 116,7 puntos. El problema está cuando no pueden respaldar eso con la defensa y terminan cayendo en partidos de ida y vuelta constante.

En 20 de sus 27 derrotas los Mavs llegaron a anotar al menos 106 puntos, pero igual se fueron sin conseguir el triunfo, algo que para ellos es una garantía cuando el rival no anota más de 106, el número mágico (récord de 21-0 en esa situación). La defensa de los de Carlisle no destaca por nombres propios (de sus 10 jugadores con más minutos apenas podemos marcar a Dorian Finney-Smith como un "especialista") ni logra tapar mucho las carencias de Luka Doncic y Kristaps Porzingis por sistema. Tanto en transición como de forma estacionada sus números son malos y la única correción hecha al plantel en el mes de febrero fue el fichaje de Michael Kidd-Gilchrist, un alero que prácticamente no vio minutos por lo mismo que Charlotte lo dejó marchar: su nulo aporte ofensivo.

Todos los equipos de Playoffs del Oeste cuentan con muchas variantes de calidad en ataque y ni hablar LA Clippers, el probable rival de los Mavs en primera ronda. Estar débil en el costado defensivo le puede costar un rápido regreso a casa a Dallas.

Memphis Grizzlies (32-33)

memphis grizzlies

Puede subir si Justise Winslow y Josh Jackson le dan más profundidad al equipo

Parece difícil que Memphis Grizzlies pueda dar mucho más en estos días de lo que ya vimos durante la 2019-2020: los jóvenes de la franquicia de Tennessee sorprendieron a todos y su clasificación a Playoffs sería una de las grandes noticias de la fase regular. Cuentan con jugadores jóvenes muy buenos como Ja Morant, Jaren Jackson Jr. y Dillon Brooks que tienen un futuro prometedor por delante, pero deberán ir paso a paso. Eso si, hay dos piezas a las que el entrenador Taylor Jenkins puede aprovechar un poco más (a una de hecho todavía no le dio uso): Justise Winslow y Josh Jackson.

El ex Miami Heat, de buen rendimiento en la 2018-2019, está sin jugar desde inicios de enero por un problema en su espalda, pero se espera que finalmente haga su estreno con los Grizzlies en Orlando. A Memphis le daría la opción de otro manejador de balón además de tener un gran defensor perimetral, algo de lo que carecen desde que se marchó Jae Crowder. En tanto, Josh Jackson recién comenzó a formar parte de la rotación de Jenkins a inicios de febrero y fue bastante irregular, pero en los últimos cinco partidos de la temporada mostró un poco del talento por el que fue elegido cuarto por Phoenix Suns en el Draft de 2017: promedió 16,6 puntos, 2,8 asistencias, 1,4 robos y un tapón en 20,9 minutos. Puede ser el anotador que le faltaba a la segunda unidad de Memphis.

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Puede bajar si la inexperiencia les juega una mala pasada en una situación de presión

Por ahora Memphis está ocupando un puesto de clasificación a Playoffs, pero deberá defenderlo en los ocho próximos partidos con muchos candidatos metiendo presión desde atrás. Tienen un margen de error considerable que es el hecho de que probablemente llegarán, en el peor de los casos, a un Play-In en el octavo lugar, con la ventaja de tener que perder dos encuentros consecutivos para quedar eliminado. Ahí, el factor de la inexperiencia puede complicar mucho las cosas: no serían el primer equipo en fallar ante un escenario desconocido.

Solamente Jonas Valanciunas (27 años), Gorgui Dieng (30 años), Kyle Anderson (26 años) y Anthony Tolliver (35 años) están por arriba de los 25 años de edad y salvo el pivote lituano, ninguno tiene un papel demasiado determinante dentro de la cancha. Tendrán que responder jóvenes como Morant, Jackson, Brooks, Clarke, Melton y Jones, que prácticamente no conocen lo que es jugar por un objetivo en serio.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.