Mundial de baloncesto 2019: La España campeona de Europa 2015 y la del Mundial de China, frente a frente

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Septiembre del año 2015. Después de conquistar el segundo oro de su historia en un Europeo, la sensación de decepción inundaba la boca de todos los miembros de la selección española. El Mundial de 2014, organizado en España y con Orenga de entrenador, fue un auténtico fracaso.

Aquel año se llevaba sobre el papel la selección más potente para rivalizar a Estados Unidos en un tú a tú en la final. Tanto se pensó en aquella hipotética final que todo quedó por el camino. España cayó en cuartos como la decepción del torneo. Y el panorama para 2015 era poco prometedor.

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España perdió el favoritismo

Tras la dura derrota contra el vecino francés, el ránking de la selección se resintió y hubo bajas serias de cara al Eurobasket de 2015. Ricky Rubio, Marc Gasol y Álex Abrines, los tres fuera por lesión. Bajas duras para una España diferente a la de ahora.

Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández eran fundamentales en el juego exterior. El trío madridista sería básico antes las ausencias de Ricky y Abrines. Víctor Claver y un Nikola Mirotic mucho más inconsistente que su versión actual tendrían que ser los cuatros abiertos del equipo.

Pau Ribas y San Emeterio, como complementos perimetrales desde el banco; y Felipe Reyes y un joven Willy Hernangómez como pívots de reserva.

¿La estrella? El mejor Pau Gasol. Y aun así, con todo esto, España no era la favorita.

Nikola Mirotic y Pau Gasol, juntos con la selección española

El primer paso fue Grecia en cuartos. Pese a su juventud, Giannis Antetokounmpo amenazaba con mandar de nuevo pronto a casa a la selección, que respondió con Claver sobre el griego. Giannis se vio negado. " target="_blank">Claver hizo un trabajo fantástico sobre el ahora MVP de la NBA.

La gran roca en el camino fue Francia. Aquella tarde histórica para el desporte español se labró con una actuación inverosímil a nivel FIBA de Pau. Destrozó a los franceses una y otra vez, como un martillo automático dentro de la zona. No hubo más respuesta que el contacto físico, ante un público entregado en Lille que trataba de condicionar al máximo el encuentro.

España ganó y le quitó el puesto en la final a Francia. Después, paseo militar ante una Lituania que repetía medalla de plata de nuevo ante los españoles.

Las similitudes entre 2015 y 2019

Desde luego cada torneo reperesenta un escenario nuevo y único. Irrepetible y especial, aunque siempre hay similitudes y puntos en común. Esto ocurre con la selección española de 2015 y 2019. Presentan una serie de concordancias que invitan a ser optimistas y a creer en un nuevo metal de la selección. Y, porqué no, soñar con el oro.

Bajas importantes

Tanto en el torneo como en España. Scariolo no contará ni con Pau Gasol, Sergio Rodríguez, Serge Ibaka/Nikola Mirotic ni Álex Abrines. Sí estarán Ricky y Marc, a diferencia de 2015. Abrines repite.

Incluso si miramos al resto de selecciones las bajas se repiten, se duplican. Todos los grandes combinados ven como nombres importantes se caen, ya sea por decisión propia o lesión.

Un final decepcionante en el anterior torneo

Si bien el fracaso del Mundial de 2014 es incomparable por las formas, el lugar y las expectativas, en el Euro de 2017 Eslovenia hizo lo que quiso con España en semifinales. Sí, a la postre serían campeones, pero sorprendiendo a todos.

No eran la mejor plantilla y cascaron a rivales con mejor equipo uno detrás de otro. A España le tocó llevarse la mayor paliza que repartió la Eslovenia de Dragic y Doncic desde cuartos.

Olvidados por el resto

Aunque no se respiraba desde el primer momento el mismo aroma de ilusión que en torneos anteriores, fuera de España la sensación era otra. El equipo de Scariolo no era favorito. Serbia, Lituania y en especial Francia hacían que España quedase en un segundo plano.

Para este Mundial de China, Estados Unidos, Serbia y Grecia parecen estar en el tier 1 de la mayor parte de la comunidad, mientras que España parece algo relegada.

El problema entre la España de 2015 y la de 2019 reside en una diferencia mayúscula. Pau Gasol. El mayor del clan Gasol firmó la temporada 2014/2015 comola mejor de su carrera profesional a nivel individual incluyendo curso NBA y Europeo. En el punto perfecto entre veterano y fresco físicamente. Fue el ocaso del mejor Pau y brilló más que nadie aquel septiembre de 2015 en Francia.

La plantilla actual de España tiene a Ricky Rubio en muy buena forma, a Marc reciente campeón de la NBA y a jugadores como Juancho y Willy Hernángomez en gran forma. Ahora, ¿una estrella a nivel FIBA como Pau? Ni hay en el equipo ni se espera en categorías inferiores una figura tan dominante. Especímenes así no aparecen todas las generaciones.

Y ese, precisamente ese factor, puede ser la clave. España tiene dudas, pero también experiencia, identidad y una de las cinco mejores plantillas. Pero no hay estrella. Y Estados Unidos, Grecia (Anteto) y Serbia (Jokic) sí tienen. ¿Podrá emular España el milagro de 2015?

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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