En los torneos internacionales como el Mundial de baloncesto la veteranía es un grado. Un plus añadido que no solo tiene una incidencia sobre la cancha, sino que afecta a la gestión del cansancio, de las emociones, con sus subidas y bajadas, de los momentos que tiene un torneo. Rudy Fernández lleva 15 años acuestas de torneos internacionales, el balear ha vivido y ha sido partícipe de los mejores momentos que ha vivido el baloncesto nacional en toda su historia. Medallas, oros, triunfos y desilusiones.
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El Mundial de China estaba llamado a ser un duro torneo para un equipo que adolecía de la falta de referentes. El irremediable paso del tiempo y un relevo generacional que todavía no se ha producido parecía llamar a las puertas del equipo de Scariolo. Sin embargo, un sistema de grupos favorable y una fuerza grupal imparable ha hecho de España un conjunto que tiene en sus manos volver a colgarse un metal de su cuello en un Mundial trece años después.
Precisamente esas bajas fueron lo que produjo que el escolta balear, ex de los Portland Trail Blazers, se convirtiera en el capitán de la selección. Un honor y una responsabilidad que Rudy Fernández ha asumido sin dudar un instante y que ha sabido plasmar como pocos sobre la pista. Su entrega en la parcela defensiva en toda la segunda fase y cuartos de final ha posibilitado que España opte a una medalla el próximo viernes. Constante en las ayudas, pegajoso en los emparejamientos y siempre atento al movimiento del balón, Rudy aporta un goteo constante en protección de aro que pocos pueden llegar a desempeñar en este torneo.
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Su condición de 3&D que está llevando a cabo, circunstancial por un cuerpo maltratado por las lesiones de espalda, ha sido determinante en el choque de cuartos ante Polonia. Un partido en el que sin su 5 de 5 desde el triple (la máxima en un partido eliminatorio desde Kyrie Irving con 6 en 2014) ha impulsado a los de Scariolo para asegurar un triunfo importantísimo. Rudy finalizaría con una perfecta línea estadística de 16 puntos en 5 de 6 tiros de campo con 4 rebotes, 3 asistencias y 1 robo.
El paso de los años en Fernández están sirviendo para ver la versión más madura, sumamente centrada, consciente de su papel y que hace de la precisión su bandera para ser el pegamento que la selección española necesita en China.
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