Los San Antonio Spurs no se conformaron con su gran victoria ante Milwaukee del pasado lunes y este miércoles redoblaron la apuesta en su visita a Boston: dominaron a los Celtics por 129 a 114, en un partido que tuvo siempre a los de Popovich en el comando. De punta a punta. Enorme actuación colectiva (55% de tiro), de un conjunto que poco a poco parece ir encontrando su identidad de juego, especialmente en el costado ofensivo, y que se asienta en la octava posición del Oeste.
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Si bien todo el equipo en general tuvo un rendimiento destacado, en los Spurs sobresalió nuevamente la labor de DeMar DeRozan. El ex Raptors terminó con 30 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, con un 10-17 en tiro. En los últimos nueve partidos, promedia 26,1 tantos, con un fenomenal 64,1%. Una versión 100% All Star.
DeMar DeRozan with the reverse layup and one! pic.twitter.com/92QAQpbpkw
— Joe Garcia (@twoshotspodcast) January 9, 2020
La explosión del escolta en este tramo de la temporada se puede explicar desde dos vías: un crecimiento personal marcado, pero también una mayor fluidez y espaciado en el ataque texano. Con LaMarcus Aldridge como ejemplo más claro de la transformación, los Spurs están apostando muchísimo más por el tiro de tres puntos en las últimas semanas y las ventajas de ese cambio saltan a la vista. Si bien DeRozan no se ha subido a esa ola triplera, está claro que una ofensiva más abierta le da mayores espacios para su juego de penetración y uno contra uno.
Aldridge ha llevado su juego al perímetro en los últimos ocho partidos, generando puntos y espacios para sus compañeros.
Lonnie, líder de la segunda unidad
Las buenas noticias para San Antonio también incluyeron el nivel de Lonnie Walker, que dio una nueva muestra de su enorme potencial. El perimetral terminó con 19 puntos y 7-11 en tiro en 19 minutos, en lo que fue la segunda máxima cifra anotadora de su carrera (el récord siguen siendo los 28 tantos que consiguió ante Houston Rockets). Walker comandó a una segunda unidad visitante que aportó 52 puntos.
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— San Antonio Spurs (@spurs) January 9, 2020
No sólo Walker brilló ofensivamente, sino que además totalizó 10 de sus 19 puntos en el último cuarto, para evitar cualquier intento de acercamiento peligroso de Boston. Hoy el joven escolta se ha ganado definitivamente un lugar en la rotación de Popovich (por encima de Marco Belinelli) y la sensación es que su función irá siendo cada vez más importante. A los Spurs no le sobran jugadores de sus características.
Además de Walker y DeRozan, en el ganador hubo 15 puntos de Bryn Forbes y Derrick White.
Un Boston irreconocible
Boston, que venía de perder ante Washington por 99-94, tuvo una noche realmente para el olvido. Bajísima eficacia para arrancar el partido (perdían 24-5 promediando el primer período) y un sinfín de distracciones defensivas, desde el primero hasta el último minuto. Una actuación atípica para los Celtics, que perdieron apenas su tercer partido como locales en la 2019-2020.
The dime ➡️ the dunk pic.twitter.com/liWMtB0SNE
— Boston Celtics (@celtics) January 9, 2020
Gordon Hayward fue de los pocos que sacó la cara por los verdes (18 puntos), mientras que Jayson Tatum y Jaylen Brown se combinaron para un 10 de 30 en tiro y Kemba Walker apenas sumó 6 unidades, siendo expulsado en el tercer parcial por una doble falta técnica. A pensar en el duelo de mañana ante Philadelphia 76ers.
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