Luka Doncic es el sol: en la constelación que es el Rising Stars Challenge del All-Star Weekend, todos orbitan a su alrededor.
El reloj marca las 9.30 de la mañana en una Charlotte enlutada por el primer aniversario del tiroteo en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Parkland donde 17 personas fueron asesinadas. Los integrantes del plantel del World Team salen por primera vez a escena en el Bojangles' Coliseum donde se celebra el Media Day con las futuras, por qué no también actuales, estrellas de la NBA.
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Los periodistas, periodistas de todas partes del mundo que viajaron hasta North Carolina para la ocasión, se acomodan alrededor de cada uno de los diez atriles diseminados en dos ordenadas filas de cinco atriles que anticipan quién ocupará su asiento en minutos.
Son las 9.30 de Charlotte y Shai Gilgeous-Alexander, novato canadiense de Los Angeles Clippers, irrumpe y se sienta en su puesto. Josh Okogie, nigeriano de Minnesota Timberwolves, Rodions Kurucs, letón de Brooklyn Nets, y Cedi Osman, turco de Clelevand Cavaliers, lo imitan en una escena que parece rescatada de la torre de Babel: oriundos de diferentes países, se escuchan diferentes lenguas al margen del inglés que hermana a todos en la NBA.
Sin embargo, nadie se mueve de un escenario en particular: es el de Luka Doncic, atiborrado de periodistas que no quieren moverse para no ceder su lugar de privilegio a la espera del genio esloveno. Ninguno de las otras nueve estaciones reúne a un grupo similar, la enésima demostración de que Doncic es una estrella entre las estrellas.
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Luka toma asiento y empieza a responder una catarata interminable de preguntas, en inglés y en español, sobre el pasado y el futuro, acerca de la NBA y el Real Madrid, sobre básquet e incluso sobre fútbol. Carismático, anticipa que quiere ganarle el Skills Challenge a Nikola Jokic, selecciona su quinteto internacional y se menciona a sí mismo con una tímida sonrisa, analiza las virtudes, deportivas y lingüísticas, de su reunión con Kristaps Porzingis en Dallas e incluso recuerda la influencia de Manu Ginóbili en su juego.
Mientras tanto, DeAndre Ayton se encamina a su podio pero antes se para detrás de la maraña de periodistas y empieza a saltar, agitando sus brazos, como si fuese una coreografía. El número uno del Draft, ese mismo que muchos anticipan que cargará de por vida con el estigma de haber sido elegido antes que Doncic, baila mientras Luka declara. El fin de semana All-Star es, además de un conglomerado de estrellas, uno de los momentos más distendidos de la temporada. Trae Young y Donovan Mitchell repetirán un momento similar minutos más tarde durante el turno del Team USA.
Esta noche, las estrellas volverán a brillar y la constelación, el planeta, volverán a orbitar alrededor del sol.