A pesar de ir creciendo en número de votos populares oleada tras oleada y de concluir como el tercer jugador con más votos de los aficionados de toda la NBA sólo por detrás de los dos capitanes (LeBron James y Giannis Antetokounmpo), Luka Doncic no será el primer rookie desde Yao Ming en ser titular en el All Star Game. Las votaciones de la prensa y, sobre todo, los jugadores hicieron que el efecto del esloveno perdiera fuerza.
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Ahora bien, ¿quiere decir esto que ya no tiene opciones Doncic de ser all star? No. Además de darse por segura su presencia en el Rising Stars Challenge del viernes 15 de febrero, el esloveno debe ahora aguardar sus opciones para ser llamado como reserva.
¿Quiénes eligen a los suplentes del All Star?
La papeleta está ahora en los 30 entrenadores de la NBA. En el caso del esloveno, en los otros 14 técnicos del Oeste. Los head coach no pueden votar por sus propios jugadores. Los resultados se darán a conocer a partir de la 1 de la madrugada (hora peninsular española) del jueves 31 de enero al viernes 1 de febrero de 2019.
Sistema de elección de reservas para el All Star Game
Aunque desde el año pasado en Los Ángeles, en el Partido de las Estrellas ya no tenemos el tradicional duelo entre el Oeste y el Este, el sistema de elección de los protagonistas no ha variado. Cada Conferencia aporta un total de siete jugadores al draft que configurará los equipos de LeBron y Giannis y que, por primera vez, será televisado el jueves 7 de febrero.
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Los siete reservas han de repartirse de la siguiente manera: dos backcourt (bases y escoltas), tres frontcourt (aleros, ala-pívots y pívots) y dos wild cards (de libre elección).
Las (escasas) opciones de Luka Doncic
A pesar de jugar en los últimos partidos de base en los Mavericks (su posición natural en Europa), a su llegada a la NBA le otorgaron a Luka la posición de alero. De ahí que Doncic forme parte del frontcourt para las elecciones del All Star. Explicado esto, vayamos con las cábalas. ¿Quiénes son los rivales del esloveno? ¿Qué jugadores amenazan la presencia de Doncic en el encuentro que todos sueñan disputar el próximo 17 de febrero?
Fijándonos en la distribución de los reservas, el Oeste puede aportar entre tres y cinco jugadores del frontcourt. ¿Contará esta división con las dos elecciones de libre elección? Parece muy complicado. Nadie imagina a Russell Westbrook y a Damian Lillard fuera del Partido de las Estrellas. Contando con que ambos se harán con las dos posiciones disponibles en el backcourt, ¿qué pasa entonces con Klay Thompson, Derrick Rose (otro que por votos populares habría sido titular) o DeMar DeRozan? Esto invita a pensar que los pequeños, como mínimo, se quedarán una de las dos wild cards.
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Los grandes (incluimos a los aleros) contarían por tanto con tres o cuatro billetes a repartir. Pero antes de hablar de nombres concretos, seguramente muchos de vosotros os estés planteando esta cuestión: ¿no cuenta para nada el enorme apoyo de los fans que ha recibido Doncic? Con las normas en la mano, la respuesta es negativa. Elegidos los titulares, se inicia otra carrera que no tiene nada que ver con la anterior. Ahí está, por ejemplo, el reciente caso de Zaza Pachulia. Segundo más votado por el público en 2017 y cuarto en 2016. No obstante, existe la creencia de que en ciertos casos se intenta escuchar la voz de los seguidores para no crear una barrera demasiado amplia entre la NBA y su masa social. E incluso podrían tenerse en cuenta otro tipo de factores. Como el cultural y geográfico. Entre los diez titulares, sólo el griego Giannis Antetokounmpo es europeo.
Candidatos del frontcourt del Oeste
Especulaciones al margen, vamos con lo puramente deportivo. ¿Quiénes tienen alguna opción de disputar el All Star Game 2019 en el frontcourt del Oeste? Estos son los grandes rivales de Luka Doncic.
Anthony Davis (New Orleans Pelicans).
Su menor número de apoyos entre los fans jugó en su contra a la hora de deshacer el desempate con Paul George. Por esto y porque nadie imagina un All Star Game sin un Davis sano, el ala-pívot estará sí o sí en Charlotte. Su estatus de súper estrella y el hecho de haber normalizado en los Pelicans sus mastodónticas actuaciones le sitúan en la casilla de salida. No hay debate.
Nikola Jokic (Denver Nuggets)
Tiene talento a espuertas, ha hecho que, pese a las lesiones, los Nuggets sean a estas alturas el segundo mejor equipo del Oeste y cuenta con las cualidades apropiadas para ser protagonista y animador del Partido de las Estrellas. Su temporada (por números, rendimiento y sensaciones) merece un sitio en Charlotte. Además, por si fuera poco, cuenta a su favor con el hecho de que haya premiar el temporadón de Denver con la presencia de algún miembro de su plantilla. Al 90% está dentro seguro. Y quizá sea quedarse corto.
Tobias Harris (Los Angeles Clippers)
Con las dos primeras prácticamente adjudicadas, Tobias es uno de los principales candidatos a ocupar la tercera y última plaza restante reservada en el frontcourt. Su ligero bajón de las últimas semanas y su escaso tirón mediático juegan en su contra, pero está completando, de largo, la mejor campaña de su carrera a nivel individual. Llevando además a los Clippers a la zona de playoffs en una Conferencia extremadamente competitiva. Además, representa el típico perfil que los entrenadores suelen premiar (eficacia sobre el parqué, récord positivo del equipo...) pese a que para el gran público puede pasar más desapercibido.
Karl-Anthony Towns (Minnesota Timberwolves)
Una de las mayores estrellas jóvenes de la Liga. Además de haber sido ya all star en 2018, a su favor juegan el crecimiento que tanto él como los Timberwolves vienen experimentando con el transcurrir de la temporada. Tras un inicio dubitativo marcado por el caso Jimmy Butler, los Wolves se han reenganchado a la lucha por los playoffs en el Oeste y Towns está promediando 25, 5 puntos y 13 rebotes en lo que va de enero.
Steven Adams (Oklahoma City Thunder)
Empezamos a ver a los Thunder como una serie amenaza al orden prestablecido en la Conferencia gracias al año MVP de Paul George, a Russell Westbrook... pero solemos pasar por alto la importancia capital de Steven Adams en ambos aros. Una roca en defensa y un jugador cada año más diferencial en la ofensiva con las que, probablemente, sean las manos más duras de la NBA. Puede que le perjudique el hecho de que dos de sus compañeros tengan prácticamente asegurada su presencia en Charlotte, pero la mejor temporada hasta el momento de su vida (15,4 puntos, 10,1 rebotes y 1,5 tapones) hace que, como mínimo, suene en las quinielas.
Rudy Gobert (Utah Jazz)
Lejos del Top 10 global, tiene muy complicado acudir a Charlotte (la ciudad en la que juegan sus compatriotas Tony Parker y Nicolas Batum), pero el francés es uno de esos tapados que conviene no pasar por alto. Los Jazz están en su mejor momento del curso y él está firmando sus mejores números en puntos (14,9) y rebotes (13).
Jusuf Nurkic (Portland Trail Blazers)
Cuando uno piensa en los Blazers (un fijo en la zona noble del salvaje Oeste), los primeros nombres que vienen a la cabeza son los de Damian Lillard y CJ McCollum. Una pareja que se está convirtiendo en trío gracias al excelente rendimiento del pívot bosnio.
LaMarcus Aldridge (San Antonio Spurs)
En los primeros meses DeRozan asumió las riendas de los Spurs, pero tras el bajón del escolta, LaMarcus ha respondido con su eficacia habitual. Ahí están sus más de 20 puntos de promedio y el hecho de que los Spurs estén entre los ocho primeros de la Conferencia. Ya ha sido seis veces all star, así no es descartable una séptima presencia este mismo año.
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Otros nombres
Lo decía el propio Steve Kerr. No cree que, por tercera edición consecutivas, sus Warriors puedan presumir con cuatro representantes entre las estrellas. Se refería así a los pobres primeros meses de Draymond Green. Aquella bronca con Kevin Durant y su problema en el tiro exterior hicieron menguar su rendimiento. Está volviendo a ser el que fue, pero la enorme competencia hace que sea muy difícil proyectarle en Charlotte. Aunque, por si acaso, no le descarten.
Quien sí lo tiene casi imposible es Marc Gasol. Si únicamente nos quedáramos con los 45 primeros días de competición, el español, como mínimo, debería estar en las quinielas. Pero el derrumbe de los Grizzlies ha dilapidado sus opciones (y las de su amigo Mike Conley). Ambos están centrados ahora en cuestiones más importantes que en planificar el tercer fin de semana de febrero.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.