El traspaso de Blake Griffin de los LA Clippers a los Detroit Pistons, el 29 de enero del 2018, supuso una nueva era para las tres partes. La relación que parecía prometedora e ilusionó a la afición angelina concluyó definitivamente y la organización empezó una reconstrucción que, en esta temporada que se suspendió, llegó a su pico con la firma de Kawhi Leonard y el traspaso de Paul George.
En el caso de los Pistons, parecía que tenían una base ya formada con Andre Drummond y Reggie Jackson, más la llegada de Griffin, pero no fue así. La gerencia comprobó que los dos primeros no eran el tipo de jugador que necesitaban, por lo que a uno lo terminaron traspasando y al otro cortándolo para que terminara en… los Clippers.
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La primera selección del Draft del 2009 ha sufrido desde que se dio ese movimiento. Sorpendente, sin duda, porque en el verano anterior firmó un contrato por cinco y años y poco más de 170 millones de dólares. Parecía que con eso estampaban una relación que duraría muchísimos años, pero no fue así. Los Clippers recibieron a Tobias Harris, Avery Bradley, Boban Marjanovic, una selección de primera ronda del 2018 en la que eligieron a Miles Bridges y otra de segunda ronda del 2019 en la que escogieron a Jaylen Hands (movieron el pick de Bridges en el Draft para hacerse con Shai Gilgeous-Alexander).
En aquella campaña que fue traspasado Griffin, Detroit se quedó muy cerca de clasificarse para Playoffs al finalizar como noveno del Este con marca negativa de 39-43; Washington Wizards fue el octavo con 43-39. Sin embargo, se esperaba que ya con Blake asentado en el equipo, la campaña 2018-2019 comenzara a cambiar el rumbo de la franquicia y, aunque pasaron a postemporada después de dos campañas de no hacerlo, con el mejor Griffin de su carrera al anotar 24,5 puntos, 7,5 rebotes y 5,4 asistencias, lanzando el 46,2% en tiros de campo, fueron barridos por los Bucks en la primera ronda y empezó el calvario de Blake al jugar disminuido los Game 3 y 4 por una lesión en la rodilla izquierda.
Durante el verano del 2019, cuando se desató la locura de agencia libre, el ala-pívot se sometió a una cirugía artroscópica para arreglarse la rodilla, pero a pesar de tener varios meses para rehabilitarse, en la primera parte de la campaña 2019-2020 estuvo fuera y cuando regresó no fue el mismo. En apenas 18 partidos disputados, promedió 15,5 puntos, 4,7 rebotes y 3,3 asistencias, en lo que fue su temporada más baja en cuanto a números.
Durante ese tiempo, buscando tener el mejor poder interior de la liga junto con Drummond, apenas acertó el 35,2% en lanzamientos de campo, el cual también fue el más bajo de toda su carrera. Y desde la línea de tres, lanzó 24,3%. La razón es porque su rodilla no lo dejó de molestar, por lo que a finales del 2019 tuvo que someterse a otra cirugía. De inicio no se decretó tiempo de regreso.
“Ya he recibido el alta”
La pausa por la pandemia del coronavirus le dio tiempo suficiente a Blake Griffin para rehabilitarse. En una reciente entrevista con ESPN, declaró que ya fue dado de alta y cuando regrese la campaña probablemente le veamos de nuevo en acción.
“Me siento en gran forma. Básicamente fui dado de alta. He estado encerrado en mi casa, así que estoy listo para regresar cuando todo vuelva a la normalidad. Estoy ejercitándome y tratando de estar listo y mantenerme sano. Así que es bueno estar sano de nuevo”, dijo.
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No se sabe cuándo volverá la NBA, ni en qué terminó lo hará, pero lo que es seguro es que los Detroit Pistons no estarán en Playoffs con récord de 20-46. El equipo está en plena reconstrucción y será interesante ver en un futuro cuál será la situación de la franquicia y del jugador.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.