Damian Lillard: "Soy uno de los mejores jugadores de la NBA. No es orgullo, sino hechos"

Damian Lillard

Damian Lillard llegó a la NBA como la sexta elección del Draft 2012. Los Blazers apostaron por este base nacido en Oakland en julio de 1990. Desde entonces, se generó una relación más allá de lo profesional. No es muy común en los tiempos modernos encontrarse con una estrella que hable en estos términos. “Quiero ganar un campeonato, pero hay otras cosas que significan más para mí. No quiero venderme por un campeonato", comentaba en el podcast de Chris Haynes de Yahoo! Sports. Así declaraba su fidelidad el base a una franquicia en la que ha vivido sus siete temporadas en la Liga.

El currículum de Lillard refleja, entre otros logros, cuatro presencias en el All-Star, tres apariciones en los mejores quintetos de la temporada (All-NBA Teams), el Rookie del Año 2013 y las cuatro últimas campañas anotando por encima de los 25 puntos (en la actual registra un 26,3 de promedio).

Gran referente de los Blazers desde la marcha de LaMarcus Aldridge a San Antonio, es el principal culpable de que el equipo, en un Oeste hiper competitivo, haya estado en los últimos seis playoffs (sólo una debacle histórica dejaría fuera a los de Terry Stotts de la edición 2019).

No obstante, Portland únicamente presenta dos viajes a la semifinal de Conferencia. Después de acabar con el tercer mejor récord la pasada campaña, los Pelicans les eliminaron en primera ronda con un doloroso 4-0. Una mancha que ha señalado al equipo y, por añadidura, a su jugador franquicia.

Con el objetivo a tiro de volver a acabar entre los cuatro primeros, lo que otorga el factor cancha en la primera ronda, Lillard ha repasado sus sensaciones a lo largo de estos últimos meses en la edición estadounidense de NBA.com.

El base admite que lo pasó mal tras la eliminación del pasado curso contra New Orleans y lo mucho que necesitan en Portland que CJ McCollum vuelva cuanto antes para afrontar los playoffs con garantías.

Además, también dejó un titular interesante. “Soy uno de los mejores jugadores en la NBA. Díganme cómo no lo voy a ser. No es el orgullo el que habla. Son hechos”, argumenta Lillard a Shaun Powell.

Tengo el resentimiento por lo que he tenido que hacer para llegar hasta aquí viniendo de donde vengo. También por cómo me ve la gente. A veces me desilusiona esto. Puede que esté equivocado al pensar este tipo de cosas, pero a mí me funciona. Cada pequeña situación la uso como gasolina para avivar al fuego”, recoge al respecto de su filosofía.

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