Con la temporada de la NCAA finalizada abruptamente, debido a la expansión del Coronavirus, los mejores prospectos del baloncesto universitario empiezan a declararse elegibles para el Draft 2020 de la NBA. Ahora le llegó el turno de nuestro análisis a Aleksej Pokusevski, ala pivot serbio que actualmente se desempeña en el Olympiacos griego.
¿Quién es y cómo juega Pokusevski, uno de los talentos más singulares de esta clase? Lo analizamos a continuación.
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Información personal
Aleksej Pokusevski es un ala pivot de 2,13 metros de estatura y 93 kilos, nacido el 26 de diciembre del 2001 en Belgrado, Serbia. Luego de pasar por un par de clubes locales, Pokusevski se unió al poderoso Olympiacos griego en el 2015 y desde entonces forma parte de su cantera.
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Por el momento ve minutos principalmente en el Olympiacos B, con el que disputó la segunda división griega, promediando 10,8 puntos, 7,9 rebotes, 3,1 asistencias y 1,8 tapas en la 2019-2020. Además, también registra pasos importantes por los diferentes seleccionados juveniles de su país: habiendo promediado 7,7 puntos, 8,3 rebotes y 3 tapas en el Mundial U17 del 2018, junto a 10,3 tantos, 7,6 rebotes y 4,1 tapas en el Europeo U18 del 2019.
Fortalezas
Lo primero para destacar de Pokusevski es su fenomenal combinación de altura, movilidad y capacidad técnica. No solamente es hábil para un jugador de 2,13 de estatura, sino que por momentos parece más cómodo jugando como perimetral, que como interno.
Posee una enorme cantidad de recursos, que lo ponen con uno de los techos más altos de todo el Draft 2020. Observar todo lo que hace en unos segundos en la siguiente acción, alcanza para entender la clase de talento del que estamos hablando.
El serbio se proyecta como un peligroso tirador a larga distancia. Sumando lo hecho con el Olympiacos B y con sus seleccionados juveniles, toma unos 6,4 triples por cada 36 minutos en cancha. Y si bien solo anotó el 28% de ellos, tiene la confianza, el toque y la mecánica como para eventualmente consolidar esa parte de su juego. Puede lanzar a pie firme, pero también en movimiento.
Pokusevski se siente extremadamente cómodo con el balón en las manos, incluso a campo abierto, donde puede subir la bola como un guardia. No es un atleta explosivo, pero se mueve con mucha fluidez y coordinación. Capaz de utilizar fajas, dribles por detrás de la espalda y otros movimientos avanzados en transición.
Otra de sus virtudes perimetrales es la visión de juego: promedia 4,6 asistencias por cada 36 minutos, mostrando mucha creatividad con ellas. No tiene el drible más seguro, pero si mejora ese aspecto, no sería extraño verlo jugar de alero en el futuro.
Prácticamente no se mueve en el poste bajo, pero tiene potencial como un jugador capaz de dañar mismatches, gracias a su combinación de toque y altura.
Defensivamente, es imposible no destacar la tarea estadística de Pokusevski, empezando por una gran producción en los tableros: promedia 12,4 rebotes por cada 36 minutos.
A su vez, en esos 28 partidos analizados (la mitad en categorías formativas) promedió nada menos que 4,3 tapas por cada 36 minutos. No solo protege el aro, sino que además lo vimos dar varios tapones a intentos perimetrales, aprovechando sus brazos muy largos.
Como si esto fuera poco, también sumó 2,7 robos por 36 minutos, metiéndose en líneas de pase y sabiendo luego que hacer con la bola en el campo abierto.
Esta jugada es un buen reflejo del potencial de Pokusevski: agilidad para hacer el hedge en el pick and roll, rebote defensivo por los aires y pase de salida de faja. En una NBA donde se valora la versatilidad y la habilidad para hacer cambios defensivos, esta parte de su juego puede ser importante.
Debilidades
Mucho del juego de Pokusevski está basado en potencial y no en presente. Es uno de los proyectos más jóvenes, pero también más inmaduros del Draft, especialmente desde un punto de vista físico. Es realmente difícil encontrar un ala pivot tan liviano como el serbio (93 kilos), con Chris Boucher siendo de los pocos comparables.
El problema no solo pasa por la falta de kilos: Pokusevski es un jugador extremadamente perimetral, que rara vez pisa la pintura o aprovecha sus centímetros en ataque. En los 28 partidos que analizamos, su porcentaje de campo fue de un bajísimo 35%, explicado por su falta de lanzamientos internos.
Además, el tiro de tres puntos es uno de los puntos donde el potencial contrasta con el presente, si tenemos en cuenta su ya mencionado 28% de eficacia desde esa área. Tampoco es un buen tirador de libres: 69%.
El oriundo de Belgrado tiene la tendencia a extralimitarse: nadie va a poner en duda su nivel técnico, pero a veces abusa de la fantasía por encima de la solidez y toma decisiones equivocadas, tal como lo reflejan sus casi 4 pérdidas por 36 minutos en cancha. Debe entender mejor su rol y acostumbrarse a jugar más sin el balón en las manos (lo vemos constantemente haciendo gestos para recibirlo, incluso en las salidas, como si fuera un base).
Defensivamente su producción es destacadísima, pero su potencial allí se puede ver ciertamente limitado por su falta de potencia. Si bien tuvo excelentes números con el Olympiacos B y en torneos juveniles, muchas de esas estadísticas se basan en una superioridad de altura y velocidad que ya no tendrá en el profesionalismo. No solo puede perder nivel en este costado, sino incluso tener serios problemas frente a rivales de élite.
Posición de Draft proyectada: Pick 15° a 25°.
Comparación NBA: Kelly Olynyk, Detlef Schrempf.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.