Al momento de repasar los diferentes mocks previos al NBA Draft 2021 encontramos un escenario mayormente dominado por perimetrales. Al punto que en normalmente solo vemos un interior natural dentro de los Top 10 de cada orden. ¿Esa excepción? Evan Mobley, que viene de jugar la 2020-2021 con USC y que no solo está proyectado dentro de ese Top 10, sino que probablemente vaya a salir con uno de los tres primeros picks. Y dependiendo del equipo que gane la Lotería, incluso hasta quizá con el número uno.
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¿Qué hace a Mobley un proyecto tan especial? Su combinación de herramientas físicas, atléticas y técnicas. Hablamos de un joven de 19 años y 2,13 metros de estatura, con excelente coordinación, velocidad y explosión, a lo cual le suma un elevado nivel de habilidades para jugar con el balón. Algo muy poco común en interiores de su edad y altura, lo que le gana el famoso mote de unicornio tan de moda en la NBA hace algunos años.
Ofensivamente hay mucho para destacar de Mobley, quien promedió 16,4 puntos con los Trojans en su año de debutante. Una buena porción de esos puntos llegaron en situaciones de definición, donde gracias a su inmenso largo de brazos (2,26 metros de envergadura) y capacidad atlética rara vez falló en el nivel NCAA: lanzó un 76,3% en jugadas cercanas al aro, de acuerdo a los números de Hoop-Math.
Igualmente Mobley está muy lejos de ser un pívot de pura definición a la DeAndre Jordan o Jarrett Allen. De nuevo, el nivel técnico es quizá el área que más ilusiona de su juego. El oriundo de San Diego no es un jugador de poste bajo clásico y su notable falta de kilos lo limitan en ese aspecto. Probablemente nunca vaya a dominar jugando de espaldas como Joel Embiid o Nikola Jokic... pero tiene otros recursos. ¿El principal? Su amenaza como jugador de pick and roll. Allí ofrece muchísimas opciones para la descarga: puede abrirse y tomar un disparo de frente, caer hasta la pintura y definir, recibir y mover la bola para un compañero abierto o resolver en situaciones de uno contra uno. Su altura y buenas manos lo transforman en un blanco fácil para los pases de los guardias.
Una vez que recibe, Mobley sabe qué hacer con la bola, mostrando muy buenos movimientos de pies y toque, especialmente para terminar con un gancho. Esto hace que si bien no vaya a dominar al pívot contrario jugando al poste, sí pueda sacar provecho y conseguir tiros cómodos cuando absorbe algún mismatch con un perimetral. Hablamos de un jugador confiable con la bola, resolutivo e ideal para formar un combo de pick and roll con algún externo de calidad.
En USC también vimos el potencial de Mobley como pasador y su buena lectura de juego. Promedió 2,4 asistencias en 33,9 minutos, con un bajo número de pérdidas para su rol y fue común verlo resolver situaciones de doble marca con descargas simples para un compañero abierto. Además muestra un buen manejo, por momentos incluso con dotes de perimetral.
Un punto que Mobley debe trabajar para terminar de consolidarse en esa etiqueta de unicornio es su tiro externo. Tiene un potencial interesante allí, pero todavía no está ni cerca de ser un especialista: lanzó 12 de 40 en triples en la NCAA (30%) y un 69% en tiros libres. Su mecánica no es aún la más fluida o consistente, pero debería progresar con el tiempo. El toque lo tiene.
¿Más factores favorables? A pesar de su falta de potencia, no es un jugador blando y no le escapa al contacto, tal como lo indican sus 5,8 tiros libres por partido. Además, corre muy bien la cancha y es casi imposible de detener una vez que recibe en transición.
Pasando al otro costado, también aparecen grandes virtudes. Aunque empecemos por el defecto más claro y notorio: la falta de kilos. No hay dudas de que Mobley sufriría frente a pívots NBA fuertes, quienes hoy no tendrían problemas en moverlo y ganarle físicamente. El californiano compite y batalla, pero a veces sencillamente no tiene la potencia para aguantar a contrarios de mayor presencia.
Los defectos defensivos, sin embargo, básicamente terminan ahí. Luego hablamos de un jugador de enorme capacidad de impacto, con dos puntos fuertes muy buscados en el baloncesto actual. El primero es su capacidad para proteger el aro: dio 2,9 tapones por partido en USC.
El otro, probablemente aún más importante que las tapas, pasa por su versatilidad y velocidad para salir al perímetro. Su combinación de agilidad y longitud le permiten cubrir muchísimo terreno en poco tiempo. Observen lo rápido que sale en esta acción, llegando a desviar un lanzamiento en el que comienza hundido en el semicírculo restrictivo. Cualquier equipo NBA se enamora de un interno capaz de hacer jugadas de este tipo. En defensa, no hay nada más valioso hoy en día que ese tipo de acciones.
Mobley es también un muy buen rebotero en ambos costados, bajando 8,7 rebotes en USC, a pesar de compartir cancha con otros jugadores de mucha altura (incluyendo su hermano mayor Isaiah, también proyecto del Draft). No por nada los Trojans fueron de los mejores equipos reboteros del torneo. Sus brazos largos le dan un alcance gigantesco para rebotear y cuando sume kilos, su rendimiento no hará más que elevarse en este aspecto.
Una de las grandes preguntas en relación a Mobley como pick Top 3 es si podrá consolidarse como una superestrella y la primera opción de un equipo. En la NBA actual es difícil conseguir eso siendo pívot y quienes lo logran suelen sumarle a su nivel técnico un dominio también desde lo físico (Embiid, Jokic, Davis). A menos que cambie mucho su perfil (AD lo hizo), es probable que Mobley nunca vaya a tener eso en su favor y podría no ser necesariamente esa fuerza revolucionaria que muchos esperan en esa clase de selecciones del Draft, pero que en realidad pocas veces se cumple.
Pero aún si Mobley no se transforma en ese número uno absoluto de su equipo, hay mucho valor en un jugador de sus características, que podría resultar el complemento ideal para un perimetral talentoso. Más alla de ser jugadores diferentes, piensen por ejemplo en Jaren Jackson Jr. y lo importante que fue su aparición en Memphis como cuarto pick del Draft 2018, aún si su carrera no se proyecta como la de una superestrella. Aunque además cuando hablamos de Mobley vemos a un jugador con un techo más alto que el de JJJ.
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¿Comparaciones para Mobley? En ataque resulta adecuada la de Christian Wood, aunque Mobley genera más juego para sus compañeros con la bola. Pívots flacos, largos, atléticos, de muchos recursos en el pick and roll y con algo de tiro externo. De hecho, si comparamos las estadísticas de sus últimos años en la NCAA, los números son realmente similares. Pero si Wood, aún con su enorme progreso, no es considerado una súperestrella, ¿por qué hablamos de un probable pick Top 3? Porque a esas similitudes ofensivas le suma un potencial enorme en defensa, que el hoy pívot de los Rockets no posee. Piensen si a Wood le sumáramos la habilidad defensiva de un Mitchell Robinson o un Nicolas Claxton... nos queda un verdadero unicornio.
| Jugador | Temporada | Pts. | Reb. | Asi. | Tap. | 3P |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Evan Mobley | 2020-2021 | 16,4 | 8,7 | 2,4 | 2,9 | 0,4 |
| Christian Wood | 2014-2015 | 15,7 | 10,0 | 1,3 | 2,7 | 0,8 |
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.