NBA Draft 2021: ¿Cómo juega Ziaire Williams? Scouting y perfil de un alero talentoso

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Ziaire Williams

Seguimos conociendo a los mejores proyectos de cara al NBA Draft 2021 y en este caso es tiempo de poner la lupa sobre Ziaire Williams, alero que viene de jugar la 2020-2021 con Stanford, promediando 10,7 puntos, 4,6 rebotes y 2,2 asistencias a lo largo de 27,9 minutos en su primera y única campaña NCAA (considerado un jugador Top 10 por las páginas especializadas en su reclutamiento previo a la temporada).

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Ziaire Williams

Lo primero que destaca de Williams es su buena altura (2,03 metros) y brazos largos para la posición de alero. Desde un punto de vista atlético muestra buena fluidez de movimientos y agilidad, pero no es un jugador demasiado explosivo. El principal punto a mejorar: la falta de potencia y kilos, algo obviamente corregible teniendo apenas 19 años, pero que hoy constituye un defecto claro en su análisis.

Lo interesante de Williams es su potencial ofensivo para jugar y crear con el balón en las manos. Algo que siempre genera interés cuando hablamos de alguien que supera los dos metros de estatura. Cerca de un cuarto de sus posesiones en Stanford llegaron operando desde el pick and roll, mientras que terminó tercero entre los 35 perimetrales que identificamos como proyectos NBA tanto en intentos (3,9) como en conversiones (1,3) por 40 minutos desde esa acción. Muy cómodo con la bola en su poder.

La gran especialidad de Williams como anotador en este momento es el tiro a media distancia desde el drible. Recurre a ese lanzamiento con muchísima frecuencia y lo saca con naturalidad. Anotó 22 de 58 T2 largos en la 2021-2022, marca válida para un sólido 38% con esos disparos. Tiene mucho por mejorar, pero su techo es el de un anotador de tres sectores (triple, media distancia y pintura).

Sin embargo, no todo es positivo en ese sentido. Para empezar, hablamos de un jugador que recurre constantemente a un lanzamiento que está en desuso (exceptuando entre las estrellas que lo dominan) en la NBA actual. La selección de disparo de Williams es floja y aunque puede anotarlo, abusa de esos tiros de 2 largos en movimiento, eligiéndolos casi siempre en lugar de buscar la penetración.

La falta de agresividad de Williams es un problema. Llega demasiado poco hasta la pintura y cuando lo hace, no es un buen definidor: apenas lanzó un 44% de cancha dentro del área restringida en situaciones de ataques fijos. Un reflejo de sus características: en esos ataques fijos solo tomó 25 tiros en el área restringida, en contraste con 55 tiros de 2 largos. Además fue poco a la línea de libres, aunque una vez allí alcanzó un 80% de aciertos. Deberá transformar su mapa de tiro en la NBA, algo para lo que necesitará ganar mayor potencia física (pero también decisión para atacar a los interiores).

Williams no fue tampoco el mejor triplista durante su estadía en Stanford: probó seguido desde allí (5,7 por cada 40 minutos) pero solo con un 29,1% de acierto. Tomó más triples desde el drible (38) que a pie firme (35), lo cual nunca beneficia los porcentajes. Especialmente si tenemos en cuenta que solo encestó el 24% de esos triples en movimiento. De nuevo, debe trabajar en su selección de tiro y toma de decisiones.

Aún con todos esos defectos, no sorprendería que algún equipo haga una apuesta por Williams, teniendo en cuenta su techo alto de desarrollo. Hoy es menos que varios otros proyectos, pero tiene herramientas para alcanzar un nivel destacado. Otra área que reafirma esa idea: su potencial para no solo generar puntos por cuenta propia, sino también alimentar a sus compañeros. Promedió 3,2 asistencias por 40 minutos, una cifra interesante para alguien de su altura y edad. Eso sí, también perdió el balón en más del 20% de sus posesiones.

Defensivamente el potencial de Williams también es alto, con su combinación de altura, brazos largos y agilidad. Obviamente tiene que fortalecer su cuerpo para poder competir en el nivel NBA, pero a futuro podría ser un marcador versátil y positivo. Sólidos números en Stanford: 6,5 rebotes (muy bueno en el tablero defensivo) y 0,8 tapas por 40 minutos. Su longitud hace que pueda impactar disparos perimetrales cuando llega a puntearlos, algo siempre valorado en la liga.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.