La NBA G-League, una competición que también sirve para formar entrenadores

Author Photo
Jenkins Nurse Snyder

El nombre de Nate Bjorkgren, el entrenador que se confirmó este martes que reemplazará a Nate McMillan en Indiana Pacers, no es uno que suene muy conocido dentro de la NBA: aunque formó parte del staff del penúltimo campeón, Toronto Raptors, apenas trabajó cinco años en la liga como asistente y no siempre con un rol preponderante.

Pero igualmente, eso no significa que Bjorkgren, de 45 años, llegue sin experiencia en el profesionalismo: antes de saltar a la NBA trabajó durante cuatro temporadas como entrenador principal en la G-League, la liga de desarrollo para formar jugadores. Y que cada vez más es un escalón de crecimiento para los entrenadores, más que nada aquellos de carrera, que no tuvieron un pasado de jugador en la NBA.

Nick Nurse, el nombre más de moda en la NBA y elegido de forma meritoria como mejor entrenador de la última temporada, tuvo experiencias previas en varias ligas, más que nada profesionales, pero tuvo que acercarse a la G-League en el 2007 para entrar al mundillo NBA. Once temporadas después tuvo la ocasión en un candidato como Toronto Raptors y en su primer año se consagró campeón.

MÁS | Nate Bjorkgren es el nuevo entrenador de Indiana Pacers

Jenkins Nurse Snyder

La revelación entre los entrenadores de la última campaña fue el más joven de la liga: Taylor Jenkins, de 36 años, casi mete en Playoffs a un equipo muy joven de Memphis Grizzlies que llegó a tener la oportunidad del play-in en la Conferencia Oeste a pesar de no ser candidato en la previa de la 2019-2020. Y Jenkins, a pesar de su edad, ya llegaba con experiencia de head coach: había tenido su oportunidad en la temporada 2012-2013 de la G-League con Austin Toros, donde antes había trabajado durante cuatro años como asistente empezando así en el profesionalismo, como le pasó a Bjorkgren, invitado por Nick Nurse a Iowa Energy.

El otro entrenador actual de la NBA con experiencia de G-League es alguien que tampoco faltó a los Playoffs 2020 y que de hecho lleva cuatro años seguidos ingresando a la postemporada: Quin Snyder de Utah Jazz, que fue el head coach de Austin Toros entre 2007 y 2010, aunque su caso es distinto, habiendo trabajado antes durante varias temporadas en el baloncesto universitario.

MÁS | Phil Handy, asistente de Los Angeles Lakers, campeón NBA dos años seguidos

Y aunque no sea un sello de garantía ya que el primer caso histórico, el de Sam Vincent, no funcionó muy bien (récord de 32-50 con Charlotte Bobcats en la temporada 2007-2008, regreso a la G-League por un año y retorno al baloncesto FIBA para el actual entrenador de la Selección de Bahrein), hay claramente una tendencia favorable: Dave Joerger se estrenó en Memphis Grizzlies en 2013 tras haber tomado bastante experiencia siendo entrenador en jefe en la G-League (que lo llevó a ser asistente en los Grizzlies desde 2007 a 2013) y lo hizo bien, con dos temporadas por encima del 60% de victorias y un juego interesantísimo apoyado en la defensa. En estos últimos tiempos Joerger había sonado como una opción para los Pacers, pero finalmente será asistente de Doc Rivers en Philadelphia 76ers.

En total, unos 101 entrenadores dieron el salto de la G-League a la NBA entre 2001 y 2018, contando head coaches y asistentes. Esa cifra no incluye a las últimas dos campañas pero la tendencia es alcista, con cada vez más franquicias en la G-League y más puestos de trabajo para entrenadores no solamente estadounidenses: el austríaco Martin Schiller, nuevo entrenador en jefe del Zalgiris Kaunas de la Euroliga, volvió a Europa después de tres años en Salt Lake City Stars de la G-League, equipo con el que fue elegido mejor entrenador de la G-League 2019-2020.

Martin Schiller

Aunque la escuela veterana y respetada que representan Doc Rivers (nuevo entrenador de Philadelphia 76ers) y Tom Thibodeau (nuevo DT de New York Knicks) sigue teniendo lugar y también hay contrataciones rutilantes de exjugadores como la de Steve Nash por Brooklyn Nets, cada vez más franquicias van mirando a la liga de desarrollo para alimentar sus banquillos al igual que lo hacen con su plantel de jugadores: las últimas Finales tuvieron en roles importantes a Alex Caruso y Kendrick Nunn, incorporados directamente desde allí por Los Angeles Lakers y Miami Heat respectivamente.

De hecho los Grizzlies de Jenkins acaban de sumar al staff a Blake Ahearn, que dirigió a Austin Spurs en las últimas tres campañas y que ahora hará su primera experiencia trabajando en NBA desde fuera de la cancha (jugó 19 partidos entre 2008 y 2012).

A diferencia de otro habitual escenario previo a la llegada a la NBA como es el baloncesto universitario, la G-League le da experiencia a los entrenadores en una liga con prácticamente las mismas reglas de juego que la NBA (salvo alguna experimentación puntual), presenta la dinámica de tener que comandar a un plantel profesional, muy distinto al ámbito amateur colegial, y también los acostumbra a tener que ir improvisando bastante más que en otras ligas, por la dinámica flexible de la G-League que es principalmente una herramienta de desarrollo para la NBA y de vidriera para los jugadores sin contrato en la liga principal.

Mike Miller, que durante la temporada pasada dirigió a New York Knicks en 44 encuentros (logrando un récord de 17-27, bastante mejor que el 4-18 de David Fizdale, a quién reemplazó) como entrenador interino y antes de eso había sido el head coach de los Westchester Knicks entre 2015 y 2019 (siendo nombrado el mejor entrenador de la G-League en la 2017-2018), habló a principios de año con Newsday al respecto.

"Creo que en la G-League hay tantas cosas que se pueden aprender. Todos pueden sacar algo de esa liga. Crea el contexto adecuado para jugadores, entrenadores, para todos los que trabajan allí. Genera oportunidades para crecer y además es un camino rápido, porque son partidos similares a los de la NBA pero con muchos jóvenes. Así que pienso que es un gran lugar donde se puede obtener lo necesario para seguir adelante con tu trayectoria", dijo Miller.

La liga, creada en el año 2001 pero adoptada con mayor seriedad por la NBA en el 2005, continúa ganando terreno y de hecho presentó 28 franquicias en la temporada 2019-2020 y ya tiene anunciada su expansión a 29 con la creación de una franquicia en la Ciudad de México. Aunque ahora la pandemia del Covid-19 se haya interpuesto con fuerza en su camino y la haya detenido, la G-League ya demostra ser una herramienta que no para de nutrir a la NBA.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.