Los Warriors toman Houston: el mejor Cousins del año acaba con la racha de los Rockets

DeMarcus Cousins disputó en Houston su mejor partido con los Warriors

Houston Rockets 104 - Golden State Warriors 106

Estadísticas | Resumen

Golden State desempolvó la máxima que Rudy Tomjanovich popularizó a mediados de los 90: "Nunca subestimes el corazón de un campeón". Y lo hizo precisamente en Houston. Sin el lesionado Kevin Durant y en el mejor momento del curso para los Rockets. Lo contrario que unos Warriors que llegaron a Texas inmersos en un mar de dudas. La derrota en el Oracle ante los Suns les dejaba con un negativo 4-6 en las últimas citas.

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Joe Lacob, el propietario de este equipo que ha completado a lo largo del último lustro una de las epopeyas más grandiosa en la historia de la NBA, no mostró síntoma alguno de preocupación. "Tenemos el mejor equipo del mundo. ¿Por qué no estar confiado?", se preguntaba. La prueba del algodón llegó esta madrugada. Con una imagen solvente y eficaz, fueron capaces de controlar el partido primero y acabar resistiendo el golpe final de unos Rockets que ven rota su fantástica racha de nueve triunfos consecutivos. Además, se quedan sin el premio de barrer en esta temporada regular a su verdugo en los últimos playoffs. No caían ante Golden State desde aquel séptimo partido de la final del Oeste 2018. Justo a un mes del inicio de los playoffs, los de Steve Kerr volvieron a asaltar el Toyota Center.   

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Cierto que el de esta noche no dejaba de ser un partido más de regular season. Pero era un encuentro significativo. Una derrota, además de encumbrar el excelso momento de los cohetes, hubiera alimentado la hoguera que persigue a los de Oakland. Un equipo al que se escudriña cada detalle. En exceso para DeMarcus Cousins, quien ha comparado la atención mediática que reciben con un culebrón.

La mejor noche de Cousins con los Warriors

DeMarcus Cousins disputó en Houston su mejor partido con los Warriors

Nos quedamos en Boogie. En su, probablemente, mejor partido desde que el pasado enero debutara con los Warriors hizo mucho daño a la defensa texana. 27 puntos (tope del curso), 8 rebotes y 7 asistencias firmó en los 32 minutos que estuvo en cancha. Durante su presencia, el plan en ataque varió. Se redujo el ritmo en prácticamente 8 posesiones por 48 minutos. Pero el resultado fue muy positivo en ambos aros. Ahí están los datos. El plan de Steve Kerr funcionó. Un recurso táctico más en busca del threepeat.

El propio Klay reconoció el trabajo de Cousins, clave a la hora de encontrar a sus compañeros, además de crearles espacios abiertos. Si Curry fue el artífice del primer demarraje visitante, Thompson mantuvo una regularidad que le llevó a los 30 puntos y a alcanzar la cifra de los 200 triples por séptima temporada. Igualando así a su hermano Steph. Los Splash Brothers son los únicos que pueden presumir de ello en la NBA.

La férrea defensa de los Warriors, labor en la que secundarios como Iguodala y Looney tuvieron su particular rol estelar, maniató a unos Rockets que únicamente lograron soltarse a caballo del segundo y tercer cuarto. Fueron los mejores momentos de un James Harden que aportó 29 tantos y 10 asistencias, pero cuyo 2/12 en triples refleja la falta de tiro exterior de Houston a lo largo de la noche.

La reacción final, tras verse 14 abajo en el último periodo, les situó a solo un punto pode detrás en el marcador. Golden State no supo concretar en ataque, pero no permitió que Harden tuviera el triple final en la última posesión. Le mandó a la línea de tiros libres, desde donde falló el segundo (¿a propósito?) con 6 segundos pendientes aún en el reloj. El balón suelto se lo llevó Iggy. Los Warriors respiraron. Sin KD, sacaron adelante un triunfo importante. El campeón está en forma.

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