Triunfó en la Gran Manzana, en el Madison, en su primera temporada (ahí su inclusión en el Mejor Quinteto de los rookies en 2017) y en la segunda cayó en el ostracismo antes de ser traspasado a Charlotte . En sus dos primeros años en la NBA, Willy Hernangómez ha conocido las dos caras de la NBA . De ahí que este tercero y primero en los Hornets sea tan importante. Un punto de inflexión que puede marcar su devenir en la Liga.
Ganas y motivación no van a faltar. El mayor de los Hernangómez ha trabajado muy duro durante el verano . Los resultados saltan a la vista. Basta comprobar su nuevo aspecto, mucho más fuerte y musculado. Su compromiso con los Hornets nos impidió verle con la Selección este verano. Aunque sí le pudimos ver de corto y brillar durante la Summer League en julio. Detalles que hablan de su obsesión por derribar definitivamente la puerta y hacerse un hueco en la NBA y lo Hornets.
🇪🇸 WILLY, WILLY, WILLY 🇪🇸
Lo MEJOR de @willyhg94 con los @hornets en PRETEMPORADA
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— NBA Spain (@NBAspain) 14 de octubre de 2018
Aunque una sombra respecto a sus años de Orlando, Dwight Howard ejercía de amo y señor de la pintura cuando Willy aterrizó en la franquicia de la que Michael Jordan es propietario. Tras la salida de este, la competencia más directa para el madrileño se traduce en un Cody Zeller en principio titular y Bismack Biyombo. Si se cumple la inercia de lo visto hasta ahora en la pretemporada, Willy contará con minutos suficientes para demostrar su valía .
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El nombramiento de James Borrego como entrenador jefe supone, a priori, una buena señal para el internacional español. Borrego no sólo ha hecho carrera en la factoría spur (muy del gusto por lo foráneo), sino que también es el primer técnico latino en la historia de la NBA. Indicios positivos para un Willy que cuenta con una facilidad pasmosa para producir mucho en poco. Se ha distinguido como un jugador que aprovecha muy bien las continuaciones en los pick&roll y con talento para generar sus propias situaciones en el poste bajo. Características que se quedan cortas en el baloncesto moderno. De ahí que haya puesto mucha atención en mejorar su tiro exterior desde el verano anterior. Habrá momentos en los que seguirá demostrando dicha evolución. Un punto a su favor respecto a los Zeller y Biyombo.
En ataque cuenta con los recursos necesarios, pero ¿y en defensa? Desde que puso el pie en Estados Unidos se le ha mirado con lupa en esta faceta. Las últimas semanas de la pasada campaña en North Carolina ya mostraron una cierta y esperanzadora progresión. Ahí están los números. Ahora le toca seguir dando un paso adelante y evitar cualquier tipo de despiste. Si consigue mantenerse siempre centrado y con los kilos de músculo adquiridos, tendrá un buen camino labrado como protector del aro.
Como franquicia, las avispas afrontan igualmente un año decisivo. La última oportunidad para un proyecto encabezado por Kemba Walker y un grupo de jugadores de clase media que no han terminado de ofrecer el rendimiento deseado (Batum, Marvin Williams, Zeller…). Un bloque al que llega Tony Parker más para aportar su experiencia, galones e intangibles que un desequilibrio real sobre el parqué. Esta función recaerá en un Kemba que mira al verano de 2019 como agente libre. Una condición que hará que en el caso de que vengan mal dadas, en Charlotte busquen un traspaso que definitivamente inicia una reconstrucción profunda y desde la base.
Este es el panorama colectivo que le espera a Willy. Alcanzar sus primeros playoffs es una tarea complicada, pero no imposible. Pero funcione el equipo o no, él debe tratar de aprovechar cada encuentro como si fuera el último. Aislarse de cualquier presión externa para dejar su sello y labrarse un nombre en la NBA. Un reto ya de por sí fascinante .