Jimmy Butler y Minnesota Timberwolves: una situación difícil de explicar

Jimmy Butler y Towns, en los Timberwolves.

Los Timberwolves rompieron el pasado abril, y una dramática prórroga mediante ante los Nuggets la última noche de regular season, una sequía de 13 temporadas sin pisar los playoffs. El apunte más positivo de un curso marcado por la falta de química entre sus estrellas. Problema que quedó evidente durante este verano con los cruces filtrados de acusaciones entre Jimmy Butler y los jóvenes Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns. El actual proyecto de Minnesota quedó visto para sentencia cuando hace tres semanas el propio Butler le pidió a Tom Thibodeau ser traspasado. Justo entonces y sólo entonces, Towns -el hombre que encarna el futuro de los lobos- hizo efectiva su ampliación del contrato rookie. 

Hasta aquí todo correcto. No es la primera (ni la última) que un jugador con galones busca una salida tras no encajar en su nuevo vestuario (recordemos, los Bulls traspasaron a Jimmy en junio de 2017). Llegados a este punto, cuesta encontrar sentido al asunto. Dado que Butler será agente libre el próximo verano -para ello tendrá que renunciar previamente a su player option- y, por tanto, podrá marcharse sin dejar nada a cambio en Minnesota, lo lógico es que los Wolves le encontrasen una salida a cambio de ciertas piezas. Thibodeau se negó a cumplir el deseo del que fuera su más fiel soldado durante su etapa en Chicago, aunque Glen Taylor, el dueño de la franquicia, tomó la sartén por el mango y día la luz verde a la marcha del escolta. Aquí el primer desencuentro en el seno de los Wolves. Thibodeau volvió sobre sus pasos, se tragó sus palabras y se puso a negociar junto al general manager, Scott Layden.

De la lista inicial de tres equipos que Butler había facilitado inicialmente, renovaría con los Clippers, Knicks y Nets para facilitar así las negociaciones a Minnesota, no queda ni rastro. El jugador, con permiso, se ausentó del media day y de todos los entrenamientos y partidos de pretemporada. Los días transcurrían y las franquicias a las que se le ligaba se ampliaba cada vez más. Casi la mitad de la NBA pendiente de él, pero nadie llegaba a igualar el interés mostrado por los Heat. Todo hacía indicar que iba a poner rumbo a Miami (para rizar el rizo, el equipo en el que tiempo atrás dijo que nunca no jugaría), pero la operación no fructificó.

Vuelta a la casilla de salida. En South Beach no arrojaron la toalla e hicieron público su interés en retomar las conversaciones. Pero poco después, este mismo miércoles, se producía un nuevo episodio. Sin duda, el más rocambolesco. Completada la recuperación de la operación en su muñeca de tiro y ante el inminente inicio de la nueva temporada, Butler volvía a entrenar con sus aún compañeros. Una sesión que pasará a la historia de la franquicia de Minneapolis. De eso no hay duda posible.

En uno de los partidillos se emparejó con los jugadores de relleno del roster (los suplentes de los suplentes, para entendernos). Ganó y, más importante aún, lanzó un mensaje alto y claro. Como informaron ayer, entre otros, Adrian Wojnarowski (ESPN) y Shams Charania (The Vertical) Butler se presentó como un elefante en una cacharrería. Algo que, y quizá esto sea lo más llamativo de todo, conocían Taylor y Thibodeau. Al menos así lo detalla este mismo jueves el citado Charania. Como rival, un enérgico Butler retó verbalmente a los Towns, Wiggins, Thibodeau y compañía. Una energía que también reservó para Layden, quien (suponemos que atónito) asistía al scrimmage a pie de campo. “Me necesitas desesperadamente, Scott. No puedes ganar sin mí”, le dijo Butler.

Poco después del show, Jimmy dio una entrevista pactada con la ESPN a Rachel Nichols. “No soy el jugador más talentoso del equipo. Ese es KAT. El más dotado es Wiggins. ¿Y quién juega con más dureza? Yo. Yo juego duro. Expongo mi cuerpo cada día, en cada entrenamiento y partido. Cada uno tiene su propia manera de liderar. Y esa es mi forma de demostrar que estoy aquí”, explicó el cuatro veces all star de 29 años. 

“Seamos sinceros. Esto no está arreglado. Se podría conseguir, pero no lo creo”, concluyó. Mientras tanto, seguirá entrenando con los Timberwolves. Todo a cinco días del inicio de la temporada. Una situación difícil de explicar. Más todavía con la última novedad que acabamos de conocer de la mano, de nuevo, de Shams Charania. Hoy mismo (jueves día 11 de octubre) Butler ha convocado una reunión privada con el resto de jugadores. En la misma han hablado varios de sus compañeros, pero ha sido él quien ha llevado la voz cantante para expresar sus problemas con la dirección. Si tiene que jugar con los Timberwolves, lo hará. Su carácter le impide ser carne de banquillo. Eso sí, una información que Jeff Teague ha negado en las redes sociales. El vodevil no se detiene.

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