Sixers 112 - Mavericks 115
Estadísticas del partido
Después del 0/4 en triples el viernes en Shanghai, Luka Doncic se resarció a lo grande en su segundo y último partido en China. El esloveno comenzó muy concentrado y certero, anotando los 3 primeros triples que intentó en los primeros minutos del cuarto inicial. Después del paso por vestuarios se le vio más agresivo. Entró más en contacto en el balón y lució con espacios por delante en la transición. En total amasó 15 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias en 26 minutos. Como ya ocurrió hace tres días, volvió a ser el jugador de los texanos con mayor presencia sobre el parqué. Buen sabor de boca con el que regresa de Shenzhen, donde disfrutó de su segundo triunfo (112-115 ante los Sixers) como jugador NBA.
3/3 en triples para @luka7doncic en los primeros 5 minutos de partido #NBAChinaGames
— NBA Spain (@NBAspain) 8 de octubre de 2018
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El esloveno acabó como máximo anotador de su equipo, pero del encuentro lo fue un Joel Embiid que castigó con dureza la debilidad defensiva interior de los de Carlisle. De nuevo sin los lesionados Dirk Nowitzki, Harrison Barnes y un DeAndre Jordan que se ha perdido esta gira asiática por motivos personales, Dallas tuvo problemas para contener la superioridad física, calidad y centímetros de Embiid. Mucho másdañino cerca que lejos del aro, el camerunés se fue con 29 puntos en 28 minutos.
Como es habitual a estas tempranas alturas de curso, vimos un encuentro con pocas ataduras, bastante pérdidas (44 en total) y una amplia rotación por parte de ambos equipos. En Philadelphia, a destacar la intensidad y rapidez de manos de Robert Covington y Markelle Fultz. El número 1 del draft 2017 volvió a tener sus minutos restringidos, pero dejó ciertos detalles de calidad. Por su parte, en los Mavs hay que resaltar los 14 tantos que aportó JJ Barea desde el banquillo, así como la labor de Dennis Smith Jr. Sin el brillo ofensivo del viernes, tuvo un peso decisivo en ambos aros. Su +15 con él en cancha, de largo el mejor de la noche china, sirve para reflejar la ilusión puesta tanto en él como en su compañero (ya no tanto de backcourt como pensábamos en un principio) Luka Doncic.