Houston Rockets: si la salud lo permite, asalto al trono

NBA Playoffs 2019: Chris Paul y James Harden

Cuando el año pasado Chris Paul cayó lesionado en el último minuto del quinto partido de la final de Conferencia Oeste, Houston Rockets sintió que perdía su opción de reinar en la NBA. Acababa de ganar y situarse 3-2 en la eliminatoria, pero sin su base la solidez del equipo disminuía frente al poderío de su rival y obsolescencia física de un James Harden que sobredimensionó su juego en los siguientes partidos.

La lógica de la derrota imperó y la decepción fue el primer sentimiento que visitó al equipo que y sintió la mortalidad de Golden State Warriors, de nuevo su rival en esta semifinales de Conferencia. Había visto el cielo de las Finales (Houston no llega a ellas desde 1995), pero el verano recompuso un escenario complejo que se agravó con un mal inicio de temporada. El equipo perdió cuatro de sus primeros cinco encuentros, nuevamente se lesionó Chris Paul y a inicios de diciembre, con 11-14 de récord, las dudas asaltaron a un conjunto que se pensó que había tocado techo. “La temporada ha tenido altibajos. Empezamos un poco flojos, tuvimos algunas lesiones, pero durante la temporada hemos ido añadiendo nuevas caras y ahora estamos terminando de construir la química de equipo y jugando el baloncesto que queremos”, reconoce Nené Hilario.

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Desde aquellas primeras semanas de campeonato muchas cosas han cambiado en la franquicia texana y su fondo de armario se ha renovado para dotar a James Harden de los suficientes argumentos para cuestionar la supremacía baloncestística de Golden State Warriors. Si al comienzo de la temporada muchos criticaban la ausencia de segunda unidad en Houston tras la marcha de jugadores clave como Trevor Ariza o Luc Mbah a Moute o el fallido experimento de Carmelo Anthony, con el paso de los meses, la gerencia deportiva ha sabido reconstruir la plantilla y ha añadido piezas que hacen hoy a los Rockets incluso más temible que hace un año. Feliz por la metamorfosis emprendida, Clint Capela señala que las incorporaciones “han hecho un buen trabajo adaptándose al equipo y asumiendo la filosofía de juego y siento que cada vez somos mejores”.

Si primero fue la llegada de Austin Rivers y más tarde Kenneth Faried, el último en sumarse al proyecto texano es Iman Shumpert quien apuntala el perímetro y confiere ese tan necesario plus que dan los jugadores que han jugado finales y ganado anillos. “Tuvimos demasiadas lesiones en el pasado y necesitábamos jugadores. Especialmente con la lesión de Clint necesitábamos a alguien que hiciera el trabajo tan bien como lo está haciendo Kenneth, mientras que Austin vino durante la baja de Eric y Chris, él ha jugado muchos minutos y nos ha ayudado a ganar partidos. Ahora tenemos a Iman que completa el juego exterior”, confiesa Mike D’Antoni. El técnico ha tenido que adaptarse a las circunstancias y batallar con un complicado arranque del que tampoco esconde los errores propios. “Hemos tenido muchas lesiones y hemos perdido partidos con grandes ventajas, pero hemos ido mejorando y esperamos mantener esta mejora y hacerla nottar en los Playoffs”, dice.

Un histórico James Harden

#Harden

Mientras el tiempo provocaba el ensamblaje necesario de los nuevos jugadores el equipo sobrevivió gracias a la histórica temporada de James Harden que le llevó a acumular una racha de 32 partidos anotando 30 o más puntos (sólo superada por los 65 que logró Wilt Chamberlain). Además, la monstruosa liga regular del escolta se completa con dos partidos de 61 puntos (sólo Chamberlain, Michael Jordan y Kobe Bryant registraron múltiples partidos de 60 puntos en una misma temporada) y nueve sumando 50 o más (únicamente Bryant le supera con los 10 que consiguió en la 2006-07). Una brutal actuación que sirvió para estabilizar el récord del equipo, aunque también para levantar recelos y crítica por la polarización ofensiva del equipo.

Sin embargo, y por más curioso que resulte, en el calendario de esta liga regular hay una fecha clave: fue el día en el que los Rockets se impusieron 112118 en la pista de Golden State Warriors. No fue una victoria cualquiera, además de la felicidad que suponía imponerse al gran rival por el anillo, el triunfo fue un auténtico baño de autoestima para el equipo pues venció con la ausencia de James Harden. “Fue bueno para todos, especialmente porque demostramos que con los nuevos jugadores somos un equipo potencialmente ganador. Sabemos que sólo un fue un partido, pero muestra que podemos ser un gran equipo y debemos mantener ese camino iniciado”, confiesa Capela. Desde entonces el equipo acumuló nueve victorias seguidas y ascendió al tercer puesto de la Conferencia Oeste. Aunque finalmente, acabaron la regular season cuartos en su pugna con los Blazers. Lo que les hace encontrarse con los Warriors en este 2019 una ronda antes de su duelo anterior.

Tocar madera

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Solventada la irregularidad de las primeras semanas y cincelado el equipo hasta conseguir una profundidad de plantilla incluso mayor que la del año pasado, solo la salud parece separar a Houston Rockets de su tan anhelado título de campeón. Si estamos todos sanos vamos a tener buenas opciones de ganar a cualquiera”, asegura Clint Capela.

El pívot suizo se perdió 15 partidos, Eric Gordon 14 y Chris Paul 24. Así las cosas la salud es el talón de Aquiles del equipo tal y como la memoria les atormenta desde los pasados Playoffs. “Lo mejor de todo es que estamos sanos. Yo me he perdido muchos partidos, Clint (Capela) ha estado ausente un tiempo, Eric (Gordon) ha tenido lesiones… Creo que todos queremos tener la oportunidad de jugar juntos más tiempo”, señala Chris Paul quien tiene claro el potencial del equipo si le respetan las lesiones. “Queremos estar todo lo sano que pueda ser posible porque en la pista podemos jugar contra cualquiera”, apunta. CP3 hace hincapié en las lesiones porque son un recuerdo tan tormentoso como recurrente en su pasado reciente. Han sido varias las postemporadas donde se perdió partidos y, quizá por ello, valora el momento que atraviesa. “Me siento bien, mi cuerpo está bien y quiero estar así todo el tiempo posible. Si estás bien el baloncesto es fácil, lo ha sido durante mucho tiempo así que, si me encuentro bien, será genial”, afirma.

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De la vorágine de lesiones sólo se ha salvado P.J. Tucker de tal manera que el récord del equipo cuando ha contado con su mejor quinteto es de 24-9, mientras que en ausencia de alguno de sus jugadores, Houston Rockets sólo acumula un balance de 23 victorias y 18 derrotas. Así pues, está claro que el factor salud será determinante para repetir final de Conferencia y dejar por el camino a Golden State, el rival más temido, pero también al que todos quieren vencer. De momento, Houston le tiene tomada la medida (el 15-0 con el que empezó su último duelo en Oakland es el peor inicio de partido en la era Steve Kerr) y ha sido el único equipo capaz de vencerle tres partidos esta temporada, pero ¿será suficiente en este duelo en los Playoffs? Para Nené Hilario, más allá de lo que dice la historia más reciente, si se quiere derrotar al vigente campeón “hay que jugar de forma inteligente, tienes que ser capaz de entender las fortalezas y debilidades de tu rival, pero a la vez, comprender tus propios fortalezas y debilidades”.

El año pasado estuvieron cerca de conseguirlo y a eso se agarra Clint Capela: “Aprendimos que cualquiera de los tíos que hay en este equipo potencialmente es un ganador; así que, simplemente, ahora debemos ser consistentes y estar sanos”. El mantra de la salud se repite nuevamente y es que en Houston hoy más que nunca, la salud es lo primero.

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