No. La situación no era tan apocalíptica como muchos pensaban...
Cuando el miércoles pasado, en pleno 5° partido de las Semifinales del Oeste entre Golden State Warriors y Houston Rockets, Kevin Durant se tomó el gemelo derecho y se fue a los vestuarios (para no volver) con mucho dolor en pleno tercer cuarto, el corazón de varios aficionados del bicampeón se debe haber paralizado. El Oracle Arena, habitual caldera, se llenó de un nivel de tensión y drama que parecían lógicos, porque la lesión del alero no podía llegar en un momento más inoportuno: la serie 2-2, los texanos al acecho y la magnitud del valor de KD, quien venía siendo el MVP de los Playoffs, resonando como nunca.
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Pero claro, Golden State tiene otro MVP. Uno que, no por casualidad, es el único que fue elegido de manera unánime hace un puñado de años. Una estrella que supo resignar el cartel más importante que había cuando llegó Durant, enterrando posibles egos por el bien colectivo. Sí, hablamos de Stephen Curry, ese base que cambió el juego en el último lustro. Ese jugador que, obviamente, no iba a abandonar a los Warriors cuando más lo necesitaban.
Porque para eso están las estrellas, para rendir en las situaciones límite. Y desde el momento en que Durant dejó aquel encuentro ante Houston, Steph fue el del pasado. O el de siempre. La clase nunca se perdió, sino que -quizás- estaba contenida. Y cuando la versión criminal de Curry se liberó, la realidad fue otra vez clara: el armador puede ponerse en la cima de la liga sin ningún tipo de problemas.
La noche del jueves fue otro ejemplo de la excelencia de Steph, quien volvió a brillar para una nueva victoria de los Warriors ante Portland Trail Blazers. El 114-114 que puso 2-0 estas finales del Oeste se explica, en gran parte, desde el nivel superlativo del base de los de Oakland, quien se despachó con 37 puntos (11-22 campo, 4-14 triples, 11-11 libres), 8 rebotes y 8 asistencias en 39 minutos. En los peores momentos, fue clave para evitar que la desventaja fuera solo de 17. Y, por supuesto, fue determinante para la recuperación.
Stephen Curry (37 PTS, 8 REB & 8 AST) was BALLIN' for the Warriors to take a 2-0 series lead! 💦👨🍳#StrengthInNumbers #NBAPlayoffs pic.twitter.com/MgKJMfLsvT
— NBA TV (@NBATV) May 17, 2019
Así, no hizo más que potenciar una situación por demás clara: sin Durant, Curry tomó la posta como nadie y mostró su mejor cara. Se nota en la sensación, porque volvió a disfrutar y a lastimar (algo que, durante la serie contra los Rockets, estaba apagado); y se nota (muchísimo) en los números. Vamos por partes...
¿Cómo respondió Curry desde la lesión de KD?
- 16 de los 36 puntos de Golden State para cerrar la victoria en el 5° partido contra los Rockets. En esos 14 minutos, tiró 5-9 campo (2-3 triples) y agregó 2 rebotes y 2 asistencias.
- 33 puntos en el segundo tiempo del sexto partido, vitales para cerrar la serie ante Houston.
- 36 puntos (9 triples, su récord en Playoffs), 6 rebotes y 7 asistencias en el Partido 1 ante Portland.
- 37 puntos (11-21 campo), 8 rebotes y 8 asistencias en el Partido 2 ante Portland, clave para remontar una desventaja de 17.
Es decir que, desde la lesión de Durant, Steph acumula ¡122 puntos, 19-43 triples (44,2%), 21 rebotes, 21 asistencias y sólo 10 pérdidas en 123 minutos en cancha!
¿Y cómo es la diferencia del Curry que comparte con Durant y el Curry que juega sin KD en toda esta postemporada? Grande. Muy grande. Decir que Steph anotó 171 puntos en los 176 minutos jugados sin el alero (sí, a razón de casi uno por minuto) es una buena manera de resumirlo.
| Situación | Minutos | Puntos | Rebotes | Asist. | %TC | Triples | Pérdidas |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| CON Durant (totales) | 335 | 193 | 53 | 44 | 44,1% | 29-78 (37,2%) | 26 |
| CON Durant (c/40 minutos) | - | 23,1 | 6,3 | 5,3 | - | - | 3,1 |
| SIN Durant (totales) | 176 | 171 | 29 | 32 | 47,7% | 27-67 (40,2%) | 16 |
| SIN Durant (c/40 minutos) | - | 38,8 | 6,6 | 7,2 | - | - | 3,6 |
Ahora bien, hay algo claro: esta situación está lejos de significar que los Warriors son mejores sin Durant (las últimas dos Finales son la prueba fiel de ello). Simplemente, son diferentes (sobre todo en estilo). Y, además, deja en claro que otro de los ases de su baraja está perfectamente capacitado para asumir la responsabilidad ante la ausencia de alguien con un peso gigante. Lógico: Stephen Curry está en el Olimpo de la liga más allá de toda circunstancia. Pero esta coyuntura lo potencia a lo más alto.
Sat down with @StephenCurry30 and we talked about allllll the stuff: What it's like playing without KD, which style he likes better, what it meant to beat the Rockets ("you saw how we celebrated"), plus facing his baby brother in this series with Portland. pic.twitter.com/1VqcygQfPR
— Rachel Nichols (@Rachel__Nichols) May 16, 2019