Portland Trail Blazers 117 - 119 Golden State Warriors
El desenlace no fue del todo justo, pues en realidad no hubo solo un equipo en la pista. Los Golden State Warriors volvieron a forzar la remontada en el cuarto partido de la serie frente a los Portland Trail Blazers, esta vez llegando a la prórroga, y poniendo fin a la trayectoria de los locales en los Playoffs. Draymond Green se volvió decisivo en una prórroga en la que Damian Lillard estuvo a punto de hacer de las suyas sobre la bocina. Finalmente, los Warriors hicieron valer su condición de favoritos para sellar su pase a las Finales por quinto año consecutivo, algo inédito hasta la fecha desde los Boston Celtics (1957-1966).
#StrengthInNumbers
— NBA (@NBA) 21 de mayo de 2019
The @warriors advance as @StephenCurry30 (37 PTS, 13 REB, 11 AST) and @Money23Green (18 PTS, 14 REB, 11 AST) become the first teammates in #NBAPlayoffs history to both record a triple-double in the same game! #DubNation pic.twitter.com/LO9QVGfktU
Los Blazers se aferraron a la posibilidad de forzar un quinto encuentro favorecidos por la irrupción de Meyers Leonard que consiguió firmar uno de los mejores partidos de su carrera con 30 puntos y 12 rebotes en 40 minutos. Una primera parte en la que solventó el mal estado de forma de Lillard y desatascó el ataque permitió a Portland soñar por primera vez en las series, pero de nuevo Green y Curry se encargaron de convertir la velada en una pesadilla.
Steph was stellar as he led the @warriors to their fifth straight NBA Finals! 🔥
— NBA TV (@NBATV) 21 de mayo de 2019
📊: 37 PTS | 13 REB | 11 AST#StrengthInNumbers | #NBAPlayoffs pic.twitter.com/j3XNnlGc9T
Ambos dos, Curry y Green, consiguieron un triple-doble, lo que les convierte en los primeros jugadores de la historia en hacerlo en un mismo partido siendo los dos compañeros. Por un lado, Curry se fue hasta los 37 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias, incluyendo 7 triples y Green acabó con 18 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias. La sencillez de las ejecuciones de los Warriors, la confianza en Green y el trabajo sucio de Kevon Looney (12 puntos y 14 rebotes) fueron los argumentos de los Warriors para vencer.
Golden State termina por la vía rápida la serie y tendrá bastantes días de descanso hasta que comiencen las Finales de la NBA el 30 de mayo.
Leonard no fue suficiente
Nadie esperaba que ante la lesión de Lillard y el bajo rendimiento de Kanter fuese quien diese el paso adelante. El joven interior fue la primera y casi única referencia ofensiva de Portland a lo largo de la primera mitad, selló una actuación de 25 puntos en la que incluyó 5 triples.
Leonard dio un paso adelante cuando más lo necesitaba el equipo, apoyado sobre la desconfianza que sus rivales mostraron ante su lanzamiento, este fue el pilar sobre el que se sostuvo Portland. Un partido en el que tras el paso por vestuarios, ningún jugador de los Warriors volvió a atraverse a dejarle solo y eso terminó por dejarle en 5 puntos en toda la segunda parte.
La enésima remontada
La ausencia de Kevin Durant nos ha dejado ver a unos Golden State Warriors más puros, la esencia del juego de Kerr, dependientes de un Green destructivo en cualquier contexto ofensivo y de un Stephen Curry que ha vuelto a ser ese verso libre que nos maravilló tiempo atrás. La belleza de este tipo de propuestas reside en la imprevisibilidad a la que se atienen, dependientes de fases de acierto y parciales que garanticen su supervivencia.
A lo largo de esta (corta) serie hemos visto como una y otra vez los Warriors le daban la vuelta al marcador, cuando mejor estaba el rival y menos balones conseguían anotar ellos, más fuertes se levantaban y más dura era su respuesta. En esta ocasión fue tras un mal tercer tiempo donde Lillard y McCollum consiguieron una renta de 8 puntos que daba la opción de romper el partido de un momento a otro.
En esta ocasión los Blazers colapsaron ellos mismos, dándole la oportunidad a Curry de ser la estrella de la noche. Un último asalto en el que los Blazers acabaron con un 0 de 7 en tiros de campo con la salvedad de Zach Collins, el único que pudo anotar en acción de juego del cuarto. Curry y Lillard tuvieron en su mano ganar el partido y ambos fallaron, mandando el partido a la prórroga.
Un equipo de leyenda
Esta victoria hace a los Warriors ser el primer equipo en más de 50 años en conseguir entrar en las Finales durante 5 años consecutivos. Ni los Bulls de Jordan, ni los Lakers del Showtime o tan siquiera los Spurs han demostrado un dominio semejante. Hasta la fecha solamente los Boston Celtics (1957-1966) fueron capaces de imponer una dinastía mayor, con la que dominaron la NBA durante más de una década.
Un 4-0 que se convierte en el primero visto en unas Finales de Conferencia desde 2017, año en el que los Warriors barrieron a los Spurs de Kawhi Leonard tras su lesión en el primer encuentro. Un hecho nada común en la historia de la NBA, algo que ha ocurrido 7 veces en el Oeste y 4 en el Este y los Warriors ya acumulan 2 de ellas.