NBA Playoffs 2021: La reducida producción ofensiva de Denver Nuggets más allá de Nikola Jokic

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Denver Nuggets se encuentra en el punto más crítico de su temporada. La serie ante los Phoenix Suns está exponiendo muchos de los puntos débiles que venían arrastrando a lo largo de todo el curso, lo que en un contexto de Playoffs siempre adquiere una dimensión mayor por el escenario del que se trata. Tras dos encuentros disputados en la eliminatoria los de Michael Malone están 2-0 abajo, viéndose obligados a cumplir en su regreso al Ball Arena si no quieren tirar por la borda sus opciones de luchar por el campeonato. El cómo se desarrolló ese Game 2, lo abultado de la derrota (123 a 98) y la actitud general del equipo puede dar lugar a dos posibles reacciones que definirán el resto de la eliminatoria: de rearme y motivación o de descomposición y falta de unión. 

Lo peligroso de lo sucedido en el Game 2 para los Nuggets no fue solo el apartado defensivo, donde concedieron 123 tantos en 94 tiros de campo a sus oponentes, siendo la primera vez desde 2007 que los Suns conseguían algo semejante, sino más bien el descontrol generalizado que hubo en ataque. 

Denver sumó un total de 11 pérdidas de balón, algo que se hizo especialmente sangrante en el segundo cuarto donde atesoraron 6, permitiendo a los de Monty Williams abrir una distancia de 10 puntos que iría en aumento a partir de ese momento. El control del ritmo de juego y los espacios donde se coloca la bola siempre es algo vital, pero más ante un conjunto que juega tan bien en transición y castiga tantísimo las superioridades ofensivas como los Suns. El problema de los de Colorado no es tanto el volumen de balones perdidos, el cual no es excesivamente alto, pero sí el momento en el que se producen, sucediendo en momentos en los que las opciones de dar caza a sus oponentes en el marcador era algo posible.

Estos errores, tanto de ejecución en los pases como de lectura de la situación, son consecuencia de una ansiedad por recortar distancia en el resultado global, queriendo hacer más de lo posible en una sola posesión. Esta es una de las principales diferencias con respecto a Phoenix en lo que llevamos de serie pues los de Williams juegan a un ritmo de pulsaciones más bajo, controlando el tempo y sin dejarse llevar por un parcial negativo. El problema, comparando a ambos contendientes, es que cuando los Suns no mantienen un buen ritmo de ataque, son capaces de seguir centrados en defensa, lo que les permite controlar el marcador. Algo que no sucede en Denver, que rápidamente se tiende a diluir.

"Vi a un equipo que quería estar aquí, que jugaba con un propósito y urgencia, y a un equipo que no quería estar aquí y jugaba sin urgencia", aseguró un decepcionado Michael Malone en rueda de prensa. "Y eso es por lo que nos patearon el trasero. Tuvimos a muchos jugadores jugando realmente mal esta noche. Y luego permitimos que el impacto de no anotar nos afectara al otro lado".

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La falta de ese sentido de urgencia en buena parte de la plantilla de Colorado viene dada por la carencia de un segunda espada que acompañe a Nikola Jokic en la ofensiva. Tras la lesión de Jamal Murray Denver ha conseguido paliar la ausencia de una figura referencial a base de juego colectivo, fluidez y distribución así como un excelente nivel del pívot serbio. Las contadas explosiones de gente como Michael Porter Jr, Monte Morris o Austin Rivers han ayudado en momentos puntuales a sacar adelante el partido. Sin embargo, en lo que llevamos de eliminatoria está sucediendo lo opuesto.

En el Game 1 quizás fue menos patente la pobre producción de la plantilla más allá del MVP, combinándose para 33 de 69 tiros de campo con un respetable 48% de eficiencia, pero en el segundo duelo esto adquirió una apariencia dramática. Quitando los 24 puntos en 9 de 17 tiros de campo del serbio (52,9%) el resto de los Nuggets acumuló un pobre 27 de 73 intentos para un bajísimo 37%. El principal desaparecido en el partido de hoy no fue otro que Porter Jr, que venía arrastrando problemas de espalda, y que finalizó con 3 de 13, firmando una serie de tiro para el olvido. Junto a él Facundo Campazzo con 1 de 7, Monte Morris con 1 de 7 también y Aaron Gordon con 3 de 7 lanzamientos.

"Literalmente, vi a jugadores decir: Oye, no voy a hacer tiros esta noche. Solo voy a caminar y deprimirme. Y mi lenguaje corporal va a ser pobre", parafraseó el técnico de los Nuggets, visiblemente molesto por la actitud de sus pupilos. "Y sentí que eran los cinco jugadores  en la cancha, esos eran los 12 en el banquillo. No teníamos flow, ni energía, ni pasión, ni lucha, ni urgencia, ni determinación, cualquier adjetivo que quieras usar, no lo tuvimos. Y no puedes pensar que nos vamos a casa para el Game 3 como algo en lo que puedas confiar. Tenemos una gran afición, pero si jugamos así, nos van a abuchear y con razón".

El esfuerzo defensivo de Phoenix por defender de cerca a cualquier figura que pueda hacer daño desde la larga distancia más allá de Jokic está teniendo efecto. Según NBA Stats, de los 43 triples intentados por los Nuggets 32 fueron punteados, lo que reduce considerablemente las probabilidades de que el lanzador esté cómodo y pueda anotar. En general los de Monty Williams contestaron el 74,4% de los lanzamientos de sus oponentes, mientras que Denver tan solo el 67%.

No obstante, si hay algo en lo que se han hecho fuertes los de Michael Malone a lo largo de los años en los Playoffs es en saber leer muy bien las series entre partido y partido. Los de Colorado tienen la capacidad de ajustar y rearmarse incluso tras las derrotas más duras como evidencian sus remontadas en 2020 ante Jazz y Clippers. Sin ir más lejos, en la anterior eliminatoria ante los Blazers durante el Game 4 los de Stotts infligieron un severo correctivo por 115 a 95 a los Nuggets, en los dos siguientes partidos estos no dieron opción a sus oponentes, venciendo y cerrando la serie. Algo similar a lo ocurrido en 2020 contra los LA Clippers que después de ponerse 3-1 con un cuarto partido en el que vencieron por 96 a 85, los de Malone reaccionaron ganando los tres partidos posteriores para sellar la clasificación.

Hay razones para seguir creyendo en estos Nuggets, especialmente por su habilidad para el rearme, pero da la sensación de que los Suns les tienen tomada la medida y que en esta ocasión no lo tendrán tan fácil.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.