Washington Wizards es un equipo más peligroso de lo que pueda parecer, más si se trata de los Playoffs. Entrando en la fase terminal de la campaña, los de Scott Brooks han alcanzado su punto álgido de rendimiento, logrando pasar de la parte baja de la clasificación a finalizar en 8ª posición y venciendo en el Play-In, todo ello sin renunciar a su identidad. Un estilo de juego arriesgado que les ha dado muchas alegrías de la mano de Russell Westbrook y que cerca estuvo de dar la sorpresa en el Game 1 ante Philadelphia 76ers.
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Los capitalinos obligaron a sus oponentes a jugar a un ritmo de 101 posesiones, el dato más alto hasta el momento de toda la postemporada y que les puso en disposición de luchar por el triunfo. La principal consecuencia de ese aumento de la velocidad es que Washington tiene más posibilidades de hacer daño a la defensa de élite de Philly, pues a esta le cuesta mucho más posicionarse y ajustar los emparejamientos. Teniendo a dos de las figuras más eficaces en llegada de toda la liga como Bradley Beal y el mencionado Russ, los Wizards llegaron a irse al descanso con ventaja (62-61), siendo superados finalmente por 125-118 en un disputado duelo.
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Ese alto ritmo permitó a los de Scott Brooks anotar 24 puntos en transición, el máximo hasta ahora en los Playoffs, lo que supone 4,5 tantos más que la media encajada por los Sixers durante la Fase Regular. Un 62% de acierto en este tipo de situaciones que evidenció los problemas de Philadelphia para detener a sus oponentes en llegada y exponiendo que deben mejorar en una cuestión tan importante como el balance defensivo.
"No me gustó nuestra primera mitad. Diría que 20 de sus puntos vinieron de errores en transición, jugadores que balanceaban para alcanzar a su emparejamiento y no frenando la bola. Ellos van a forzarte a que pares el balón y que luego regreses sobre tu par. No hicimos un buen trabajo en eso", relató un decepcionado Doc Rivers a los medios. "No emparejando, corriendo solo hacia tu par y con falta de comunicación. Trabajas toda una semana sobre estos conceptos y entonces sucede esto. Lo conseguimos arreglar durante el partido, lo cual no es fácil. Washington atrajo nuestra atención por cómo jugaron".
La principal baza a jugar por los Wizards de cara al Game 2 pasa por esto mismo, ya que al incrementar considerablemente la velocidad, traduciéndose esto en un partido de ida y vuelta sin descanso, hay más opciones de que sus oponentes no consigan rendir de un modo eficiente en esa dinámica. La aparente sencillez de las jugadas en llegada es una cortina de humo para aquellos conjuntos que no son especialmente productivos en transición como los 76ers, que ocuparon el 18º lugar en puntos por posesión en Fase Regular.
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"Aquí es donde pertenezco. Este es el tipo de baloncesto que necesito jugar", relató Bradley Beal sobre el momento del equipo y propio. "Este es el escenario en el que quiero estar. Este es el escenario en el que todos merecemos estar. Es una sensación increíble estar de vuelta en esto y que, con suerte, podamos seguir haciendo ruido".
Westbrook, Beal y Bertans infligieron mucho daño a Philadelphia en transición, pero no fue el único modo gracias al cual pudieron estar en disposición de optar al triunfo. Y es que los Wizards siguieron una estrategia muy extendida para detener a la estrella rival, Joel Embiid, tratando de lanzarle dobles marcas al poste bajo para que se desprendiese de la bola y no atacase cómodo.
Gracias a esa agresiva estrategia los de Scott Brooks le llevaron a cometer 5 pérdidas de balón y a no estar cómodo en cancha durante todo el choque. Lanzar dos defensores sobre el camerunés se ha convertido en algo habitual a lo largo de esta temporada, forzándole a que pase la bola o conduciéndole a que realice un tiro forzado.
"Tuvimos un par de formas diferentes de defender con dobles marcas a Embiid", comentó el entrenador de Wizards. "Lo intentamos desde la línea de fondo, desde arriba, esperándole al poste, sobre bote, cara a cara... Es muy bueno. Es fuerte. Es atlético. Es grande. No es un atleta flaco, es un atleta bien formado. Extiende los brazos y cubre mucho espacio. Lo hicimos lo mejor posible, pero tenemos que ser un poco mejores. Embiid anotó cada tiro que necesitó y todos ellos fueron punteados. Hicimos cosas diferentes en defensa contra él".
En cierto modo los Wizards lograron su objetivo, reduciéndole a tan solo 6 posesiones al poste. No obstante, en ellas Embiid fue tremendamente eficiente ya que consiguió 1,33 puntos por posesión con 8 tantos, mientras que en temporada regular promedió 9,3 posesiones con 10 puntos de media.
Washington puede ser un hueso duro de roer para los 76ers por todas estas razones, a lo que añadir que se trata de un conjunto con una gran capacidad anotadora que ha sorprendido a más de uno. En el Game 2, que comenzará esta noche a la 1:00 (NBA League Pass y Movistar Deportes), los de Scott Brooks tendrán una nueva oportunidad de vencer.
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