San Antonio Spurs 111 - Golden State Warriors 105
Estadísticas | Resumen
Después de un Rodeo para el olvido en el que apenas ganaron uno de sus ocho compromisos, los Spurs han apilado nueve victorias de manera consecutiva. Su mejor racha desde 2016 y la segunda mejor, igualando a los Rockets, tras las 11 de los Warriors esta temporada. Precisamente Golden State fue su última víctima. Las grandes victorias cosechadas en Houston y OKC quedaron en nada en San Antonio. Mantienen el liderato del Oeste, pero los Nuggets presentan ya el mismo récord (47-22) que los campeones.
Gregg Popovich lo ha vuelto a hacer. Tras caer en Brooklyn el 25 de enero se empezó a cuestionar seriamente la presencia de los Spurs en los playoffs. Algo que, si bien no está aún cerrado matemáticamente, no ocurrirá. Por 22ª campaña consecutiva, los texanos estarán disputando la postemporada. Es decir, igualarán el récord histórico de los hoy Sixers. Y por 22º año seguido, las espuelas presentarán un balance positivo de victorias y derrotas.
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DeMar DeRozan (26 tantos, 9 rechaces y 8 asistencias) dio un paso al frente para enterrar las opciones de unos Warriors abrazados a los triples de Klay Thompson en el último cuarto. El escolta contó con la colaboración de LaMarcus Aldridge y del banquillo local. Un encuentro que San Antonio supo controlar para firmar su undécimo triunfo seguido ante su afición. Un factor a tener en cuenta. Los Spurs son ya quintos en el Oeste y van lanzados de cara a hacerse con una de las plazas que otorga el factor cancha en la primera ronda.
Kerr, rendido ante Popovich
No han perdido en lo que llevamos de mes de marzo. Una dinámica fantástica ante la que se estrellaron los de Steve Kerr. El técnico, como es habitual, no buscó ninguna excusa a la hora de describir la derrota de su equipo. "Son el equipo más en forma de la NBA y, por supuesto, están muy bien entrenados. Nos superaron en la dirección de banquillo y a la hora de ejecutar el juego. Merecen ganar", destacó Kerr, alumno aventajado del maestro de maestros, Gregg Popovich.
Sin DeMarcus Cousins (su tobillo derecho no padece ninguna anomalía grave), pero con el retornado Andrew Bogut en el quinteto. Golden State parecía haber vuelto a 2015, año en el que iniciaron su glorioso ciclo con el pívot australiano (7 puntos y 7 rechaces anoche) a bordo de la nave. Con Stephen Curry anotando desde su casa el tiro más lejano del curso (ver justo encima de este párrafo). Y con Kevin Durant, ya de regreso tras superar las últimas molestias. Pero ni el despertar de Klay en el último periodo bastó para doblegar a un equipo que sigue dando señales. Nueve victorias consecutivas. Quizá haya que tener en cuenta a los Spurs más de lo que podríamos haber llegado a imaginar. Un año más, aquí están. Una franquicia eterna. Razón, Popovich.