Los New York Knicks de Pat Ewing y los Chicago Bulls de Michael Jordan, rivalidad histórica de la década de 1990

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Dos franquicias con mucha mística a su alrededor. New York Knicks y Chicago Bulls son dos de las marcas deportivas más reconocibles del planeta pese a que ninguna de las dos atraviesa su mejor momento. Los Knicks llevan varios años en reconstrucción tras varios proyectos fallidos, el de Carmelo Anthony el último. Los Bulls, tras las lesiones de Derrick Rose y la salida de Jimmy Butler, encuentran ahora una nueva directiva sin Gar Forman ni John Paxson para buscar un rumbo diferente.

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Sin embargo, ambos equipos firmaron una de las mayores rivalidades de la historia de la NBA en la década de 1990. Por supuesto los Bulls de Michael Jordan, Phil Jackson y Scottie Pippen se impusieron, pero los defensivos Knicks de Pat Ewing presentaron su mayor amenaza en la Conferencia Este durante varios años.

Con motivo del #DíaDeLosKnicks toca recordar aquella correosa hostilidad. Porque las series entre esos Knicks y esos Bulls eran muy físicas y las marcaba la máxima intensidad.

El destrozo previo al primer anillo: 1991

Cinco fueron las veces que se cruzaron estos proyectos en Playoffs. La postemporada de 1991 atendió un enfrentamiento desigual en Primera Ronda. Mientras Chicago navegaba, todavía sin saberlo, hacia su primer título, los Knicks no estaban en posición de competir contra ellos. Los de Phil Jackson fueron el mejor equipo del Este y los de la Gran Manzana los últimos clasificados.

Los Bulls barrieron con un 3-0 y Michael Jordan sometió el Garden con 33 puntos en el último encuentro de la serie. Aquel partido es recordado por uno de los mates más míticos de MJ: destrozó a Ewing tras un sensacional gesto técnico (minuto 3:28 del vídeo).

Como curiosidad, en la plantilla de los Knicks estaba Charles Oakley. El interior fue una de las primeras grandes piezas que sacrificó Jerry Krause para mejorar la plantilla de Chicago antes de los éxitos. Ese movimiento no fue para nada del agrado de Jordan, que guardaba con Oakley una gran relación.

Los Knicks se refuerzan: 1992

Los neoyorquinos sabían que necesitaban mejoras. Ewing apenas pudo brillar en la parcela ofensiva contra los Bulls en el 91, mientras que su banquillo pedía refuerzos. Es por eso que firmaron como entrenador a Pat Riley, ganador de cinco anillos con los Lakers del Showtime, y añadieron piezas como Anthony Mason en la agencia libre o el joven Greg Anthony vía Draft, padre de Cole Anthony, base ofensivo que podría ser elegido por los Knicks en la próxima edición de 2020.

La mejora es salvaje bajo el mandato de Riley. Lo más curioso es que sus Lakers no brillaban por su defensa, si no por el vendaval ofensivo que desataban. Pero se adaptó a las necesidades y componentes del equipo y, desde entonces, destacaron por una mentalidad muy agresiva y un esfuerzo defensivo encomiable. Ganaron 51 partidos en temporada regular, terminando solo por detrás de Bulls y Cavs en la clasificación.

Chicago y New York se ven las caras en Segunda Ronda. En esta ocasión el intercambio de golpes es continuo e igualado. Ewing deja un sensacional primer encuentro de 36 puntos y 16 rebotes, mientras Jordan respondería con 27 tantos y el trabajo defensivo del bloque para ganar el segundo. Chicago repetiría victoria en el Game 3, y los de Riley igualarían en el Game 4. El quinto partido de la serie se lo quedaban los Bulls y el 3-2 parecía visto para sentencia, pero los Knicks vencieron en un épico Game 6 para forzar el séptimo. Ese penúltimo enfrentamiento es considerado uno de los mejores que deja esta rivalidad. La defensa Knickerbocker hizo mella en Jordan esa noche del 14 de mayo (9 de 25 en tiro) y tanto John Starks como un Ewing lesionado se fueron a 27 tantos.

Sin embargo, en el Game 7 no hubo mucha historia. Chicago se impuso de manera abusiva en el United Center en una noche plagada de duelos y enfrentamientos. Muchos piques que favorecieron al equipo de más experiencia. Los Bulls alcanzaban otras Finales de Conferencia mediante 42 puntos del 23. Y, a la postre, su segundo anillo.

Las Finales de Conferencia: 1993

La progresión era evidente en el equipo de Riley. Superaron las 60 victorias y se veían más preparados que nunca para tumbar a los Bulls. Es más, al igual que durante estos últimos años hemos visto a los equipos construirse para vencer a los Heat del big-three o a los Warriors de la era Steve Kerr, la gerencia de la Gran Manzana tenía entre ceja y ceja un único objetivo: tumbar a Chicago.

Así llegaron a las Finales del Este del 93 tras ganar a Indiana y Charlotte. Y comenzaron más fuerte que nunca. Ganaron los dos primeros encuentros y se veían favorecidos por el factor cancha, fueron el mejor equipo de la conferencia. La amenaza de ganar a los campeones y cortar su posible triplete era real. Pero no iban a caer fácilmente, el Game 3 sería para los Bulls, aunque el aficionado de los Knicks lo recuerda por el mate de Starks entre Horace Grant y Jordan.

Si ya de por sí sus duelos eran extremadamente físicos, marcados por los contactos excesivos y los silbatos de los árbitros, aquella Final del Este del 93 tuvo una cantidad absurda. de piques y expulsiones. Con el 2-1, Jordan destrozaría mediante 54 puntos en el Game 4. Aunque el episodio más dramático llegaría en el quinto. Una salvaje defensa de los Bulls, tan elástica como contundente, deshizo a Charles Smith hasta en cuatro ocasiones en escasos segundos. El corazón de los aficionados neoyorquinos todavía llora al recordar ese final.

El último partido de las Finales del Este estaría marcado por la defensa de Chicago y un United Center que, al igual que en el séptimo del 92, rugía como pocos en escenarios definitivos. El ambiente fue demasiado pese a que Jordan no tuvo su mejor noche en el tiro. Los Bulls pasaron a las Finales y completaron el three-peat a costa de los Phoenix Suns del MVP Charles Barkley.

Los favoritos sin Jordan por el medio: 1994

La primera retirada de MJ tras el triunfo del 93 dejaba a los Knicks como grandes favoritos del Este. Sin embargo, los Bulls fueron mucho más competitivos de lo esperado, liderados por Scottie Pippen y Toni Kukoc. Ganaron 55 partidos y se cruzaron de nuevo en Semifinales del Este.

Sí, los Knicks eran favoritos, pero sufrieron muchísimo. Ganaron los dos primeros partidos, pero Kukoc apareció en el tercero con uno de sus momentos más míticos en la NBA: el tiro ganador cuando Ewing ya había celebrado que se iban a la prórroga.

Pese a que terminarían pasando, la imagen de los Knicks estuvo lejos de ser la mejor. Unos Bulls sin Jordan ganaron también el cuarto para igualar la serie. Después New York se llevaría el Game 5, pero de nuevo respondía Chicago con victoria para forzar el séptimo. Ya en esta ocasión, Ewing, Starks y Riley pudieron celebrar el pase sobre sus rivales.

La serie del 94 será recordada por el mate de Pippen sobre Ewing, otro más. Porque después, al alcanzar las Finales, los Knicks perderían contra Houston 4-3.

"I am back": 1995

El 18 de marzo de 1995 se produjo un acontecimiento que fue toda una revolución. Michael Jordan anunciaba mediante un fax su regreso a la liga. En medio de la conmoción que suponía su vuelta, apenas necesitó 10 días y volver al Madison Square Garden, uno de sus pabellones fetiche, para dejar la primera actuación memorable de su segunda etapa: el partido del "double nickel".

Jordan firmó 55 puntos, su máxima anotación en la casa de Spike Lee.

Sin embargo, aquel año Knicks y Bulls no se cruzaron en Playoffs. Mientras Chicago necesitaba más, cayeron ante los Magic de Shaquille O´Neal y Anfernee Hardaway; y los Knicks perdieron contra Indiana en la recordada serie de " target="_blank">los 8 puntos en 9 segundos de Reggie Miller. Otro capítulo tremendamente doloroso en la historia de la franquicia y que terminó con la salida de Riley -atendiendo también otros asuntos- al término de la temporada.

Una última vez: 1996

Ya sin Riley y con Jeff Van Gundy como nuevo entrenador, los Bulls y los Knicks se cruzarían una última vez en esta mítica rivalidad de la década de los 90. Pero esta vez no fue igual. Fue la serie más corta desde el 3-0 de 1991, con un 4-1 a favor de Chicago en Semifinales del Este.

Eso sí, Jordan dejaría sus últimos recuerdos al aficionado Knickerbocker (aunque tampoco serían los definitivos, quedaban duelos de temporada regular). Primero fueron 44 puntos en el Game 1.

Y después, otros 46 tantos en el tercero. Para poner el broche a la serie, Jordan anotó 35 en el Game 5. Cerró las Semifinales con promedios de 36 puntos, 4,8 rebotes y 4,4 asistencias. Pat Ewing se vio muy solo y ese carácter defensivo que tenían los Knicks con Riley parecía haber desaparecido.

Michael dejaría algún momento más para el recuerdo, como un bonito episodio en el que Van Gundy trató de picarle. Mala decisión, por supuesto. De entre sus mejores actuaciones, varias son contra los Knicks.

El bloque con Ewing caería de nuevo en Segunda Ronda tanto en 1997 como en 1998. Tras tres años seguidos de enormes decepciones, se colaron en las Finales de 1999. El gran problema es que, en el segundo partido de las Finales del Este, Pat caería lesionado y se perdería el resto de los Playoffs. Así New York se enfrentó a los Spurs de David Robinson y un rookie llamado Tim Duncan sin su referencia y pívot estrella.

Los Spurs ganaron 4-1 la serie y parecía que la maldición de los neoyorquinos no conocía límites. Tras otro episodio dramático, Ewing jugó una temporada más en la Gran Manzana en un proyecto ya remodelado. Pese a que no saborearon la gloria del Larry O´Brien y el baloncesto les golpeó con dureza, incluso con extrema violencia en ocasiones, los Knicks de los 90 permanecen en el recuerdo de todos los aficionados. Un equipo duro, divertido y la mayor amenaza de los Bulls de Jordan.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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