Nikola Jokic abría su temporada en el Moda Center de Portland contra los Blazers de Pau Gasol, que no jugó por lesión. El Joker se borró de los tres primeros cuartos, con un juego irreconocible. Apenas lanzó y apenas hizo jugar a los suyos, que es lo que más necesitan.
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Denver Nuggets echaba de menos a uno de los mejores jugadores de toda la NBA. En los tres primeros cuartos Jokic fue una sombra: 4 puntos con solo 5 tiros intentados, 5 rebotes, sin asistencias y 3 pérdidas. Desaparecido totalmente, en parte por las faltas que acumuló (3 en 5 minutos) y que le limitaron.
Pero fue llegar el momento de la verdad y aparecer el gran Jokic que todos conocemos. Entró a pista cuando quedaban 11 minutos del último cuarto y estuvo sobre el parqué hasta que restaban pocos segundos del encuentro.
Al entrar el serbio, Denver perdía por 6 puntos, 73-79 en el marcador para los Blazers. De ahí, al marcador final, un parcial de 35-21 para los de Colorado. Así llegaron al 108-100 final.
Nikola Jokic was clutch in the fourth quarter, finishing with 20 PTS & 13 REB, as the Nuggets overcame the Trail Blazers ⛏ pic.twitter.com/wWA9MGo5xG
— NBA UK (@NBAUK) October 24, 2019
En ese tramo de 11 minutos, el Joker destrozó a Portland con 16 puntos, un 6 de 9 en tiro (¡3 de 4 en triples!), 8 rebotes, 2 asistencias y solo 1 pérdida. Un +18 en pista con Jokic que hace contraste con el -4 de los tres otros periodos.
“Creo que los medios y la gente fuera del baloncesto me pusieron al frente del equipo. Denver Nuggets es el equipo de baloncesto. No hay individuos. Estamos ganando y perdiendo como equipo. No soy yo ni nadie el que está por delante del equipo ", decía Jokic a Vic Lombardi al terminar el encuentro.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.