Desde esta temporada existe una nueva rutina en la NBA: sentarse todas las noches a ver a Luka Doncic, una mágica caja de sorpresas que en cada partido es capaz de obnubilar a los millones de fanáticos que ya agendaron en sus calendarios los partidos de Dallas Mavericks para verle a él. El esloveno, de apenas 19 años, es el principal candidato a ganar el premio al novato del año: también es un show permanente.
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Su último truco fue en la victoria frente a Orlando Magic: intentó penetrar y, cuando trastabillaba ante la presencia de Nikola Vucevic, lanzó un pase de caño entre las piernas del montenegrino para asistir al también novato Jalen Brunson. Doncic acarició el triple doble: anotó 7 puntos, capturó 11 rebotes y repartió 9 asistencias, además robar un balón, en una actuación cuyo único lunar fue su baja efectividad en el lanzamiento: 2/11 en tiros de campo.
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