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Países Bajos y un caso único entre los internacionales históricos de la NBA

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A pesar de la contradicción que parece generar su nombre, quizá alguna vez hayan escuchado la estadística: diferentes estudios indican que la población de los Países Bajos tiene el promedio de estatura más elevado del mundo (1,83 para los hombres; 1,69 para las mujeres). Una verdadera tierra de gigantes y un dato que al conocerlo, nos lleva a quienes somos fans de este deporte a preguntarnos por qué no hablamos de una nación con un mayor protagonismo en el mundo del baloncesto. Aún con esa ventaja clave que resulta el tema altura, rara vez vemos a los neerlandeses en las competiciones internacionales más exigentes, ni de clubes ni mucho menos de selecciones.

Sin ir más lejos, jamás han disputado unos Juegos Olímpicos, mientras que apenas han tenido una participación en Mundiales masculinos (13° en 1986) y otra en el femenino (8° en 1979).

Los motivos de por qué un deporte destinado a la población más alta del mundo no tiene una injerencia mayor en el país que lidera esa estadística será motivo de otros análisis, mucho más ligado a lo social y cultural que a lo estrictamente deportivo. Pero lo que sí podemos mencionar es una curiosidad que resalta a la hora de repasar el listado histórico de extranjeros en la NBA.

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En los registros de la liga aparecen 25 países que han contado con al menos 6 representantes NBA (nacidos en ese territorio): Nigeria y Senegal por África; Canadá, Brasil, Argentina, Puerto Rico y República Dominicana por América; China por Asia; Australia por Oceanía y Francia, Serbia, Croacia, Alemania, España, Lituania, Grecia, Rusia, Eslovenia, Italia, Turquía, Reino Unido, Ucrania, Letonia, Israel y Países Bajos.

Y entre ellos, Países Bajos tiene una particularidad irrepetible para cualquiera de las otras 24 naciones: todos sus jugadores se desempeñaban en la misma posición. A continuación hablaremos de la historia de los pívots neerlandeses, un apartado especial en los registros de presencias internacionales en la liga, sin comparación con ningún otro. Sobre todo desde que Senegal, que hasta hace poco podía aspirar a algo parecido, sumó a un base como Karim Mané entre sus NBA. El resto ha tenido guardias, perimetrales, interiores, pero no así nuestros protagonistas en cuestión, quienes han exportado netamente jugadores de pintura. Y algunos de ellos, realmente destacados.

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Lo interesante del caso es que el primero de los nombres que creó esta tendencia es el de Hank Beenders, un pívot nacido en Haarlem (ciudad de Países Bajos, no confundir con el barrio neoyorquino), que brilló en la que fue la primera temporada de la liga: la 1946-1947, con el torneo por entonces denominado BAA.

Benders comenzó su carrera como referencia interior de los Providence Steamrollers y promedió 12,3 puntos en aquella campaña. La 13° marca más elevada de ese año. Sin embargo, ya tenía 30 años cuando empezó la BAA y sus próximas temporadas dejarían muy poco: jugó 21 partidos con Providence y otros 24 con los Philadelphia Warriors al certamen siguiente, promediando 4,5 puntos, y luego acabó su paso por el torneo disputando 8 encuentros con los Celtics en la 1948-1949, con una media de 2,4 tantos.

Para el siguiente caso hubo que esperar casi tres décadas, pero valdría la pena: en 1973 llegaba Swen Nater, un pívot de 2,11 metros que alcanzaría el nivel más alto para los Países Bajos en la competición norteamericana. Nater empezó su carrera como una verdadera estrella de la ABA, pasando por San Antonio, Virginia y New Jersey, con excelentes promedios de 13 puntos, 13,1 rebotes y un 53% de campo a lo largo de tres campañas. El  nacido en Den Helder lideró ese certamen en porcentaje de campo como novato (55,2%) y en rebotes en su segundo año (16,4), dando finalmente el salto a la NBA en la 1976-1977 de la mano de los Bucks.

En la competición madre disputaría ocho temporadas, jugando para Bucks, Braves/Clippers y Lakers, con un promedio de 12,2 puntos, 10,8 rebotes y un 54% de campo. Sumando sus pasos por ABA y NBA, Nater acumuló dos presencias en un All-Star Game, dos quintetos ideales All-ABA y un premio al Rookie del Año (1974).

El siguiente gigante holandés llegaría a la NBA cinco años después del retiro de Nater: Rik Smits. El pívot de 2,24 metros jugó toda su carrera con los Indiana Pacers, desde 1988 hasta el 2000, siempre como titular y pieza fundamental de aquellos competitivos conjuntos de Reggie Miller y compañía. El Dunking Dutchman se retiró con un promedio de 14,8 puntos y 6,1 rebotes, siendo elegido al Quinteto All-Rookie como novato y siendo convocado al All-Star Game en 1998, tras promediar 16,7 puntos y 6,9 rebotes en ese año.

Smits formó parte de ese único seleccionado neerlandés en llegar a un torneo grande (Mundial 1986), promediando nada menos que 17,4 tantos. Junto a Nater son sin dudas los dos grandes exponentes históricos del baloncesto de la nación.

Mientras Smits destacaba en los Pacers, apareció el cuarto pívot neerlandés de nuestro repaso: Geert Hamink, un cinco de 2,13 metros seleccionado con el pick 26 del Draft de 1993 por el Orlando Magic. Sin embargo, su paso por la NBA sería extraordinariamente corto y particular: jugó un partido con Orlando en la 1993-1994, un encuentro en la 1994-1995 y solo seis más en la 1995-1996 (tres con Orlando y tres con Golden State). En tres años, el natural de Didam apenas llegó a ingresar en ocho compromisos oficiales.

Tres años después del retiro de Smits se sumaría un nuevo referente neerlandés, proveniente de Den Haag. En este caso hablamos de Dan Gadzuric, un pívot de 2,11 metros que fue seleccionado con el pick 34 del Draft 2002 por los Milwaukee Bucks. Gadzuric tuvo una carrera sólida aunque no espectacular en la liga, pasando sus primeros ocho años en Milwaukee (4,9 puntos y 4,5 rebotes de promedio), para luego tener pasos cortos por Golden State, New Jersey y New York.

El sexto y último caso es muy parecido al de Gadzuric. Hablamos de Francisco Elson, pívot de 2,13 metros que llegó a la NBA en el 2003 de la mano de los Nuggets y logró construir una carrera sólida durante nueve temporadas. Elson pasó por Denver, San Antonio (campeón en 2007), Milwaukee, Utah, Seattle y Philadelphia, promediando 3,7 puntos y 3,5 rebotes a lo largo de 472 partidos (149 de ellos como titular). Tanto en la 2008-2009 como en la 2009-2010 llegó a compartir plantel de los Bucks con su compatriota Gadzuric y en la primera de esas campañas batallaron entre ellos por la titularidad, después de que Andrew Bogut caiga lesionado.

Tanto Elson como Gadzuric se retiraron en 2012 y desde entonces la NBA todavía espera a su próximo representante neerlandés. El nombre aún no lo conocemos, pero podemos estar seguros sobre qué posición ocupará.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.