Patrick Beverley es palabra autorizada para hablar de defensa. El base de LA Clippers puede hacer callar a cualquiera que opine que en la NBA no se defiende: hizo de eso un arte y así se ganó su camino desde Rusia hasta la liga, llegando a firmar un contrato de 40 millones de dólares el año pasado. El oriundo de Chicago es uno de los mejores de la liga protegiendo su aro y su opinión merece ser escuchada sobre este tema.
En el último episodio del podcast de JJ Redick, su colega de New Orleans Pelicans, Pat opinó sobre el jugador que más preparación le lleva en defensa: "Ese es Damian Lillard. Dame es una de las razones por las que voy a la sala de pesas. Le dije a mis entrenadores: 'Ey, debo tener mayor velocidad en los desplazamientos laterales. No siento que sea rápido. No puedo estar a su misma velocidad. No se si es que me tengo que poner más fuerte, si necesito perder peso o si necesito contratar a un equipo nuevo. Pero necesito ser más rápido, analícenlo ustedes'".
"Es todo un trabajo para quizá una jugada sola, para detenerlo en un uno contra uno que defina un partido", agregó Beverley, que luego dijo "Dame está en un sistema ofensivo en el cual le permiten ser exactamente quién es. Esos tiros de media cancha para él son como las bandejas y los triples desde la esquina para mí. Es muy difícil y diferente prepararse para enfrentar a un jugador así".
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Toda esa preparación parece servirle al jugador de los Clippers. En esta temporada, según Stats.NBA, se encargó de Lillard durante 3:52 minutos y dejó al jugador de los Blazers en un flojo registro: 1-8 en lanzamientos de campo, con 0-5 en triples. Además, de las 15,5 posesiones en las que lo defendió lo llevó a cometer tres pérdidas a un Dame que en esta campaña ha estado casi siempre desatado en ataque.
Lillard promedia 28,9 tantos por encuentro en la 2019-2020 y es el quinto máximo anotador de la liga, pero ese registro cae a 19 puntos en sus dos enfrentamientos contra los Clippers, partidos en los que Portland cayó y el base quedó en un 36,8% de campo.
"El scouting del equipo es importante, pero también miro los últimos tres partidos en la televisón y me fijo en el lenguaje corporal. Si viene de tirar 11-15 se que puede estar sintiéndose muy bien así que tengo que frenarlo desde el inicio, sabiendo que va a ser un día largo, y ajusto mi preparación para el partido pensando en eso", dijo Beverley sobre su preparación, además de agregar que piensa que "el hecho de jugar sin público puede acelerar un poco todo, un jugador va a errar un par de lanzamientos y ya lo vas a escuchar quejándose".
Para Redick, su desafío principal era un jugador ya retirado: "Era D-Wade. Prepararme para él era siempre un gran desafío. Era rápido, era bueno en el pick and roll, era uno de los mejores de la historia a la hora de cortar hacia el aro. Incluso aunque no era el defensor encargado de él sabía que tendría que encargarme en varias posesiones", expresó el escolta, que también destacó la habilidad de Wade para realizar fintas.
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Hay otra leyenda en la que los dos llegaron a un punto de acuerdo: Kobe Bryant, que para Beverley merece estar en el debate sobre los mejores jugadores de la historia del básquetbol.
"Kobe era distinto, podías defenderlo de forma genial e igualmente no importaba. Todo seguía dependiendo de él, o encestaba o erraba. Incluso podía parecer lento, pero no podías hacer nada para bloquear sus lanzamientos. No importaba cuantos amagues te hacía", dijo Redick.
Beverley asintió: "Kobe cambió el juego. Después de Jordan fue el tipo con más determinación, con más trabajo duro, con más sacrificio. Pero a nadie le gusta decirlo por alguna razón. Kobe le enseñó a la gente como trabajar duro. Dejó claro como hacerlo. La gente tiende a olvidarlo por alguna razón".
"Era toda motivación personal. Era un maniático. Poder hacer eso durante todo el tiempo que jugó es una locura", aseveró JJ, que no llegó a ser compañero de Beverley ya que se marchó de LA Clippers a Philadelphia 76ers en 2017, justo cuando llegó el base desde Houston Rockets. En Orlando ambos buscarán el primer anillo de campeón NBA de sus respectivas carreras y se enfrentarán el sábado 1 de agosto por la noche, en el cruce entre Clippers y Pelicans.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.