Patty Mills fue el máximo anotador de la Selección de Australia en los Juegos Olímpicos Beijing 2008, el Mundial de Turquía 2010, los Juegos Olímpicos Londres 2012, los Juegos Olímpicos Rio 2016 y el Mundial de China 2019. Y ahora en Tokio 2020 lo está repitiendo. El jugador de San Antonio Spurs brilla cada vez que se viste de verde y amarillo, produciendo al máximo y siempre en un rol protagónico.
El base australiano promedió 21,7 puntos (solamente Luka Doncic está por encima suyo en la lista de máximos anotadores) en los tres partidos de la primera fase que su equipo ganó contra Nigeria, Italia y Alemania para avanzar sin problemas a cuartos de final por cuartos Juegos Olímpicos consecutivos: solamente en el Mundial de 2010 Australia no llegó a estar entre los ocho mejores equipos del mundo con su gran figura presente.
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El baloncesto australiano, en crecimiento constante, no para de sacar nombres nuevos: aparecieron los Ben Simmons, Dante Exum y Matthew Dellavedova, evolucionó mucho en la NBA Joe Ingles y ahora hay una nueva generación con Josh Green, Matisse Thybulle y Josh Giddey, pero Mills sigue siendo su líder y el jugador en el que confían para reposar todo su juego ofensivo.
Patty anotó 25 puntos en el 84-67 a Nigeria intentando 16 de los 71 tiros al aro de Australia y repartiendo 6 asistencias, luego firmó un partido de 16 puntos y 5 asistencias ante Italia (triunfo por 86-83) lanzando 17 de los 70 lanzamientos de su equipo y finalmente acabó con 24 puntos de los 23 lanzamientos de Australia en el 89-76 a Alemania, agregando 6 asistencias. En cada encuentro generó al menos 25 tantos por encuentro sobre los 86,3 que promedian los Boomers por partido.
Curiosamente el promedio de anotación de Mills no solamente está siendo alto sino que sigue en línea con lo hecho en las dos ediciones pasadas de los JJ. OO. ya que en Londres su promedio fue de 21,2 puntos por partido (máximo anotador del torneo) y en Rio de 21,3 puntos. Desde Londres 2012 Mills también es de momento el único jugador en firmar tres partidos de al menos 30 puntos (39 ante Gran Bretaña en 2012, 30 contra España y Estados Unidos en la fase de eliminación en Rio 2016) y también el único jugador con al menos seis actuaciones de 25 puntos (se agregan sus partidos de 26 tantos ante Estados Unidos en 2012 y Serbia en 2016 y los 25 contra Nigeria de este torneo).
El partido contra los alemanes fue una demostración de todo lo que es "FIBA Patty", el apodo que se ganó por sus constantes buenos rendimientos en torneos internacionales un jugador que en cuanto a clubes fuera de Estados Unidos apenas jugó un puñado de partidos en las ligas de Australia y China durante el lockout de la NBA de 2011. Comenzó fallando sus primeros cuatro tiros, siguió intentando en un equipo australiano que solamente parece tener a Ingles como otro playmaker capaz y Mills ya tenía 17 tantos un poco después del inicio del tercer período. Cuando Alemania ajustó la defensa sobre él, se puso a crear juego para los interiores Jock Landale y Nick Kay, rendidores en la primera fase.
"Él es nuestro jugador. No buscamos esconder eso. Cuando necesitamos anotar puntos o ejecutar una jugada, sabemos para donde ir. Otros equipos probablemente también, pero es muy difícil defenderlo a él", afirmó Joe Ingles sobre Mills, que en unos días será agente libre y parece que puede irse de San Antonio Spurs tras 10 años en un equipo en el que comenzó como un suplente más (recién en 2014 jugó más de 15 minutos en un partido de Playoffs) y ahora cerca de los 33 años (los cumplirá el 11 de agosto) es todo un referente que de hecho ha ido ganando protagonismo ofensivo en un plantel que ya no tiene las estrellas de antaño. ¿Se quedará Patty en Texas o se verá tentado por algun equipo con mayores aspiraciones de cara a la 2021-2022?
Su prioridad en este momento es otra. El oriundo de Canberra todavía no ha subido a un podio con su selección, habiendo terminado en cuarta posición en 2016 y 2019 como mejores resultados. "El esfuerzo de toda una vida ha sido puesto dentro de este par de semanas. Quiero asegurarme de que yo y mis compañeros no tenemos otras distracciones. Estamos tratando de conseguir algo que no hemos logrado antes", declaró Mills.
A pesar de que todavía no se colgó una presea vestido de verde y amarillo, Mills igualmente es un referente del deporte de su país: fue elegido para ser el abanderado de Australia en la ceremonia inaugural de Tokio 2020, todo un reconocimiento que toma aún más peso si se tiene en cuenta que fue el primer atleta de ascendencia aborigen que portó la insignia en toda la historia. En la NBA ya se consagró: fue campeón 2014 con los Spurs promediando 7,3 tantos por encuentro en los Playoffs. Ahora buscará que la bandera de su país vuelva a elevarse en Japón, pero en el techo del Saitama Super Arena en la ceremonia de entrega de medallas del baloncesto masculino.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.