Cuando Paul Pierce y Dirk Nowitzki estuvieron muy cerca de ser compañeros en Dallas Mavericks

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Paul Pierce será introducido al Salón de la Fama este próximo fin de semana en honor a una carrera de leyenda. El alero, diez veces All-Star, cuatro veces All-NBA y campeón de la NBA en 2008, MVP de las Finales ante los Lakers incluido, deja en el recuerdo 15 temporadas en Boston Celtics como uno de los mejores verdes de la historia. Pero ¿y si no hubiese sido así?

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En este fantástico reportaje de Chris Mannix en Sports Illustrated, Pierce repasa todas las historias de su carrera. Aquellas que supusieron momentos de felicidad, pero también los de frustración, que en su caso fueron bastantes con los Celtics. El alero estuvo entre 1998 y 2013 en Boston, pero es que en sus ocho primeros años convivió con tres entrenadores distintos (Rick Pitino, Jim O'Brien y John Carroll) hasta que Danny Ainge dio en la tecla con Doc Rivers.

No obstante, Pierce tardó un par de años en establecer la sólida relación con Rivers que todos recordamos. El motivo principal eran los deseos de ganar del All-Star, que veía a sus contemporáneos clasificarse a Playoffs y competir por el título mientras él sudaba para clasificarse a Playoffs. En la 2001-2002, su cuarta temporada, alcanzaron las Finales de Conferencia con un limitado conjunto que en buena parte se sostenía en el talento de Pierce (26,1 puntos por partido) y Antoine Walker (22,1). Siguieron tres apariciones más en Playoffs, cayendo en Semifinales (2003) y Primera Ronda (2004 y 2005) del Este.

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Después, Pierce estuvo dos temporadas sin pisar los Playoffs. Fue el pico de máxima tensión con la franquicia, a la que le demandaba una plantilla más competitiva. Era imposible, ya no soñar con las Finales, sino clasificarse a la postemporada, territorio para el que un competidor como el #34 había nacido. Fue entonces, al término de la 2006-2007, cuando su relación con Rivers era muy buena y con Ainge, mejorable, solicitó salir traspasado. Al menos así lo recuerda en el reportaje de Sports Illustrated.

Los Celtics pasaron de meterse en Playoffs en la primera temporada con Doc (45 victorias), a ganar 33 y 24 partidos en los dos cursos siguientes. Pierce quería salir e informó a Ainge, que tenía un acuerdo con Portland Trail Blazers. Paul en ningún momento pensó en jugar allí. "Muy disfuncionales", recuerda en la pieza. Fue entonces cuando se encontró con Mark Cuban, el conocido propietario de Dallas Mavericks.

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"Soy la pieza que te falta", le dijo Pierce a Cuban en la primavera de 2007, en su casual encuentro en Las Vegas. Le pidió a Jeff Schwartz, su agente de toda la vida, incluida en su etapa televisiva tras la retirada, que trabajase para conseguir el traspaso a Dallas. Quería jugar junto a Dirk Nowitzki en unos Mavs rotos tras dos temporadas muy duras. Perdieron las Finales de 2006 ante Miami y, en los Playoffs de 2007, cayeron en Primera Ronda a manos de Golden State Warriors en una de las mayores sorpresas que se recuerdan tras conseguir el mejor récord de la temporada regular (67-15) y ganar Nowitzki el MVP. Avery Johnson solo duraría una temporada más en el cargo antes de ser despedido para contratar a Rick Carlisle.

"Estaba en mi prime (mejores años) y estaba viendo a todo el mundo jugar en Playoffs", cuenta Pierce a Mannix. "Era deprimente. Creí realmente que iba a salir. Estaba convencido de que era mi final (en Boston)". Sin embargo, Ainge tenía otras ideas para ese verano: en cuestión de un par de días cerró traspasos con Minnesota y Seattle para hacerse con Kevin Garnett y Ray Allen. De repente, Pierce pasó de verse fuera de los Celtics, el equipo de su vida, a estar en un verdadero candidato.

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La otra fuente de la historia, Cuban, confirmó el relato en Twitter, aunque sitúa los tiempos de forma diferente a Pierce: "La historia es incluso mejor", dice el propietario. "Teníamos el acuerdo hecho. Era un traspaso a tres bandas. Entonces recibimos una llamada del tercer equipo que acabó con el traspaso. No sabían que una primera (ronda) iba a Boston. Decidieron no hacerlo".

La parte interesante viene en la respuesta de Cuban a un seguidor de los Celtics. Este último decía que el título número 17, el de Pierce, Garnett y Allen en 2008, jamás hubiese sucedido. "Es una locura descubrir esto en 2021", dice @JeremyOnTheMic, a lo que Cuban respondía: "fue después del título de 2008". Sabiendo que Pierce fue traspasado junto a KD a Brooklyn en 2013, este movimiento estuvo a punto de darse entre el año posterior al título (2009) y el último de Jason Kidd en los Mavs (2012), ya que la intención era juntar a Pierce, Nowitzki y Kidd en Dallas.

La NBA está repleta de historias fascinantes como esta. Los "y si" conforman un juego tan divertido como real, ya que muchas de estas situaciones estuvieron cerca de darse, como esta de Pierce uniendo fuerzas con Nowitzki. Sin duda, la historia hubiese cambiado mucho más si el alemán y el alero hubiesen jugado juntos en Dallas cuando Pierce quería salir de Boston. ¿Hubiesen ganado juntos algún título? Sin duda hubiesen sido una pareja muy dura para alimentar la competencia de un Oeste que ya tenía a Spurs, Lakers, Suns o Nuggets en su élite.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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