En un par de días, Ricky Rubio parece haber despejado las dudas que podrían haber girado en torno a su presencia en la reanudación de la temporada. Su positivo de COVID-19 demoró su llegada a Disney y el comienzo de los trabajos junto a Phoenix Suns rumbo al inicio. Pero tras debutar en los amistosos el domingo contra Boston Celtics, en su segunda presentación (y última antes del estreno oficial) dejó en claro lo diferencial que puede ser para el conjunto de Monty Williams, que necesita de su liderazgo y experiencia para potenciar su nivel de competitividad. El ex Utah Jazz hizo un verdadero partidazo en la noche del martes, comandando el sólido triundo de los de Arizona contra Toronto Raptors por 117-106.
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Así, los Suns completaron sus duelos de preparación con dos victorias (ya le habían ganado a Utah Jazz) y una derrota (Celtics), pero sobre todo con una clara sensación de haber llegado a Disney con el objetivo de competir contra todos con voracidad y sentido de urgencia. Saben que meterse en los Playoffs es por demás complicado (récord de 26-39, lejos de 32-33 de Memphis y con cuatro equipos en el medio), pero lucharán hasta el final más allá del contexto. Y vaya si esa actitud, destacada por su entrenador durante el training camp, es la indicada para seguir construyendo la identidad del equipo más allá de este curso. El estreno oficial será el 31 de julio frente a Washington, mientras que el campeón comenzará su andar el 1° de agosto frente a Los Angeles Lakers.
Ricky, en la mejor forma
"Me sentí muy bien, un poco oxidado. Me llevará algo de tiempo pero no tenemos demasiado", decía Rubio después de su estreno ante los Celtics. Vaya si esa urgencia por tomar ritmo parece haber hecho efecto. El español recuperó parte de esa versión que lo tiene como el conductor que los Suns necesitan para darle un verdadero sentido a un ataque que tiene a Devin Booker como referente central, pero al que Ricky lo lleva al siguiente nivel cuando toma las riendas.
Terminó con 22 puntos, con 6-13 campo, un impecable 4-6 triples y 6-6 libres, más 4 rebotes, 4 asistencias, 4 robos y un tapón en 24 minutos de un baloncesto sólido, inteligente y efectivo. La mitad de sus puntos fueron en el segundo cuarto, donde sostuvo a los suyos junto a Bridges (ya llegaremos a él). En una noche en donde Booker no mostró su mayor voracidad anotadora (9 tantos, 4-10 campo, pero 7 asistencias y un vuelo salvaje ante Siakam), el base del último campeón del mundo dijo presente. Pero, sobre todo, demostró que está listo después de la incertidumbre de las últimas semanas. Gran noticia.
So nice, had to post it twice.@ConnsHomePlus #MakeItHappen Play of the Game pic.twitter.com/aEnv5Peuvu
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La explosión de Mikal Bridges
La lesión de Kelly Oubre le dio lugar al paso al frente de Bridges, un jugador con el potencial de ser un 3&D muy interesante. Vaya si ante los Raptors demostró que ese potencial es real: 26 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y un tapón en 28 minutos, con una serie de tiro de escándalo: 6-7 dobles, 4-5 triples y 2-2 libres. Además, un segundo cuarto monumental de 13 tantos y un perfecto 5-5 en tiros. Un enorme seguro de vida ante la ausencia de alguien que se había transformado en pieza vital del equipo durante la 2019-2020.
.@mikal_bridges is having a GAME! 🔥 pic.twitter.com/OGzY6Yj4m9
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Como si fuera poco, Cameron Johnson también dejó en claro que puede acompañar para esa tarea, sumando 19 unidades, 4 recobres, 3 asistencias, 3 robos y 4-8 triples. Entre Ricky, Bridges y Johnson se combinaron para 12-19 en lanzamientos a distancia. Brutal.
Marc, más minutos pero sin resultado
Nick Nurse había anunciado que Gasol sumaría más recorrido después de los 10 minutos del último encuentro frente a Portland. El guarismo se dobló y llegó a 20 minutos, pero no pudo escaparle a una versión opaca y relajada del campeón, que estuvo siempre un paso por detrás de los Suns en cuanto a ganas y competición. El interior acabó con 5 puntos (2-5 campo), 9 rebotes, 2 asistencias, un robo y 2 tapones. Lo suyo, sin dudas, será ir ganando ritmo de manera progresiva para los Playoffs.
Otra situación que probó Nurse fue la de sus formaciones grandes. De hecho, Serge Ibaka fue titular junto a Gasol (con Siakam de alero). El nacido en África bajó un poco su rendimiento después de dos primeros amistosos de primer nivel: 8 tantos (2-5 campos), 9 rebotes y 3 asistencias en 20 minutos. El entrenador también probó con los tres en cancha junto a Anunoby de escolta. Poco funcionó para los de Canadá, que penaron sobre todo con sus 28 pérdidas, entregando 26 unidades después de ellas.
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