Solamente 11 veces en toda la historia de la NBA un equipo remontó una serie de Playoffs en la que estaba perdiendo por 3-1, sin margen para las derrotas y teniendo que conseguir tres triunfos seguidos. El caso de Cleveland Cavaliers en las Finales del 2016 ante Golden State Warriors es el más célebre y en esa misma temporada ocurrió otra remontada (de los Warriors ante Oklahoma City Thunder), pero justamente son casos tan especiales por la dificultad que tuvieron para hacerse realidad.
Si encima a eso le agregamos el caso de un equipo preclasificado octavo yendo contra el mejor de su Conferencia y sin la presencia de su estrella principal, estamos hablando de una misión prácticamente imposible. Aunque el deporte es el deporte y todo puede pasar. En eso piensan los Portland Trail Blazers para mentalizarse de cara al quinto partido de su serie contra Los Angeles Lakers en la que los angelinos, de momento, se imponen por 3-1 y en la que Portland deberá conseguir tres triunfos en fila sin Damian Lillard para poder seguir en carrera en la temporada 2020.
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"Estamos 3-1 abajo, es una posición dura contra un buen equipo. Nos reagruparemos. Un partido a la vez. Se pueden sacar todos los clichés, pero sabemos lo que enfrentamos cuando estamos 3-1 abajo ante un buen equipo. Entonces tenemos que dar batalla", fue el primer mensaje bajado por el entrenador Terry Stotts el mismo lunes, luego de la fuerte derrota por 135-115 que sufrió Portland en el cuarto partido.
El saldo de aquel día no fue negativo solamente por la caída tan abultada, sino que se incrementó mucho más por el problema que sufrió Damian Lillard en su rodilla derecha, que hizo que el máximo anotador de los Blazers, con un notorio problema a la hora de desplazarse, se retirara al vestuario en el tercer cuarto y haya viajado a Portland para realizarse exámenes más exhaustivos, quedando descartado para lo que resta de la serie, que se reanudará este sábado por la noche (20 horas de CDMX, 22 horas de Argentina).
Pocos equipos de los 13 que quedan en carrera en estos Playoffs se enfocan tanto en un jugador como Portland lo hace en Lillard. El base promedió 30 puntos por partido en la fase regular, ocho más que el segundo líder anotador del equipo, CJ McCollum, y en esta serie de postemporada estaba nuevamente siendo su herramienta principal en ataque más allá de los ajustes defensivos que los Lakers han hecho para detenerlo: 24,3 puntos, 4,5 asistencias y 3,5 rebotes de media, con actuaciones de 34 puntos en el primer partido (el que ganó Portland) y en el tercero (el otro que fue parejo, con triunfo angelino por 116-108).
Aunque ya pasó bastante tiempo y muchísima agua por debajo del puente, el récord de los Blazers en los ocho partidos de la fase regular 2019-2020 en los que no tuvieron a Dame clarifica demasiado cuán impactado se ve el equipo sin su líder: apenas dos victorias en ocho partidos y siendo estas ante equipos como Detroit Pistons y Orlando Magic que están bastante lejos del orden de jerarquía de los Lakers. CJ McCollum, la segunda espada del equipo, promedió 32,4 puntos y 8,1 asistencias en esos encuentros, intentando al menos 22 tiros al aro en cada uno, pero la sobrecarga del juego sobre CJ no funcionó.
Encima, teniendo en cuenta que McCollum tampoco está en sus mejores condiciones físicas (está jugando con una fractura en una vértebra de la espalda, algo que no le impide jugar pero que causa mucho dolor al hacerlo), no parece el mejor escenario para depender de CJ. Y la última vez que un jugador de Portland no llamado Lillard o McCollum anotó al menos 30 puntos en un partido cualquiera fue en ¡abril de 2014! cuando LaMarcus Aldridge, que hace cinco años ya no juega en la franquicia, anotó 43 puntos contra Houston Rockets.
Los Blazers tienen jugadores de buena capacidad ofensiva sobre todo, como Carmelo Anthony o Jusuf Nurkic, pero parece difícil que sin Lillard y con McCollum tocado puedan aguantar el ritmo de los Lakers en ataque. Por lo tanto la clave pasa a estar en la defensa, la misma defensa que le está permitiendo unos 113,7 puntos por partido a los Lakers en esta serie y que recibió 80 tantos en el primer tiempo el pasado martes. La misma defensa de Portland que según el rating defensivo de la fase regular, fue la tercer peor defensa de la NBA 2019-2020.
Aferrado a un mensaje de esperanza, en su penúltima conferencia ante los medios (el día martes), Stotts indicó que su optimismo para dar una mejor cara pasaba por ahí, por limitar a los Lakers y por el espíritu de sus dirigidos: "El optimismo está en que creo que los Lakers tiraron al aro muy bien. Han tenido problemas con los lanzamientos y no se si pueden continuar tirando así. Hay áreas para mejorar. Después de un comienzo lento tuvimos buenas señales, pero el marcador no lo reflejó porque empezamos abajo por mucho. La otra cosa que me da esperanza es que tengo mucha confianza en nuestros jugadores. Están listos para el desafío, son naturalmente competitivos, no estaríamos acá si no lo fuesen".
En el último partido, en el que los Lakers metieron un 62,2% de sus tiros de campo en el primer tiempo (28-45) y un 58% de sus triples (11-19) en el primer tiempo, los Blazers apostaron a cerrar más la defensa interior y la manta corta les hizo descuidar un poco el perímetro, desde donde los angelinos fueron implacables, pero no solamente con tiros abiertos: según Stats.NBA los Lakers acertaron el 67,9% de sus tiros punteados por jugadores de Portland el lunes pasado (19-28), repartieron 19 asistencias contra apenas 4 pérdidas en el primer tiempo y también se impusieron en los rebotes.
El panorama es realmente complicado para los Blazers, pero cuando la pelota vuele por el aire al iniciar el quinto partido y el marcador esté 0-0, tendrán la chance de empezar de nuevo e ir por el milagro.
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