Pau Gasol se encuentra en el momento más complicado de toda su carrera y, por desgracia, su calidad como jugador no entra en juego en esta ecuación, sino su condición física. El jugador de 39 años todavía se está recuperando de una fractura en el hueso navicular de su pie izquierdo sufrida el pasado mes de mayo y no podrá siquiera debutar con los Portland Trail Blazers, a los que se unió en la agencia libre con el objetivo de reconducir su carrera. Como el propio jugador adelantó en redes sociales, la franquicia y Gasol habrían llegado a un acuerdo para rescindir su contrato, permaneciendo en la ciudad de Oregon, y permitiendo a la franquicia buscarle reemplazo para cubrir las bajas interiores que sufre.

Un final de una etapa que no llegó ni a comenzar. Su situación es sumamente comprometida debido a su edad y la sucesión de problemas físicos que está acarreando en las dos últimas temporadas. El ocaso de su brillante carrera parece divisarse por inconvenientes ajenos a su propio juego y que nunca deberán desmerecer una carrera plagada de éxitos y triunfos. El objetivo es regresar, pero no a cualquier precio, pues un paso en falso comprometería todo lo conquistado hasta el momento y echaría por la borda el fin último que es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio.

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Gasol, que había iniciado el training camp con Blazers con buenas sensaciones, sufrió un revés en su proceso de rehabilitación en la última semana que ha significado alargar un poco más un periodo de recuperación que Portland no puede permitirse. La NBA no se detiene y en los malos momentos siempre se recorta por abajo y Pau estaba en una situación adversa. 

El optimismo había protagonizado la pretemporada en las comparecencias del catalán, que se mostraba animado y motivado para el reto de jugar junto a Lillard y McCollum. "Hasta ahora voy bien. Mi cuerpo responde genial, ahora toca acostumbrar de nuevo al tobillo al ritmo, aguantar y poder realizar movimientos más explosivos", decía en septiembre para el Oregon Live. "Tengo que asegurarme de que el tobillo esté listo para la temporada regular". Y es que esa es la única preocupación de Pau Gasol: recuperar su mejor forma física. 

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De esta forma, los Blazers buscaron proteger sus intereses con una opción de salida que han ejecutado de manera bilateral como mencionaba el propio Pau. "Acordamos que el equipo podía liberarme para tener flexibilidad de firmar a un jugador que pueda ayudar en cancha inmediatamente", decía en un vídeo en su cuenta de Instagram. "Esto me ayuda a enfocarme completamente en mi rehabilitación sin tener la presión de que el equipo me espere de regreso".

A partir de ahora, se abre un escenario inexplorado en la carrera de Pau Gasol. Es cierto, ha estado anteriormente lesionado, pero jamás había jugado menos de 49 partidos (2013) a excepción del pasado curso donde solo pudo jugar en 30 de ellos. El interior de Sant Boi de Llobregat se encuentra ante un futuro incierto, con todas las posibilidades abiertas, desde la continuidad hasta la retirada. La rehabilitación y readaptación es el camino a seguir para el mejor jugador de la historia del baloncesto español.

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¿Qué le sucede? ¿Cuáles son los tiempos de recuperación?

El 10 de mayo de 2019 los Milwaukee Bucks anunciaban que Pau Gasol había sido intervenido de una fractura por estrés del hueso navicular de su pie izquierdo. Así, el interior no solo se perdería la serie de Playoffs ante los Celtics, sino que también el Mundial, estando recuperado para el inicio del training camp. Sin embargo, las fracturas en los escafoides del pie tienden a alargarse mucho más que el simple periodo de un verano, sino que se suele alargar a los 6 o 10 meses dependiendo del caso. Algo que se magnifica por el hecho de que Pau Gasol es un jugador de 39 años, 2 metros y 16 centímetros y mucho baloncesto sobre sus piernas.

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Las fracturas por estrés en los pies y los tobillos representan un 20% de las lesiones en el deporte según un estudio publicado en Skeletal Radiol en 2017 por Jacob C. Mandell, Bharti Khurana y Stacy E. Smith. En el caso del navicular o escafoides, este es un complejo conjunto de huesos y articulaciones que facilitan que podamos articular el pie, por lo que en un juego de flexión y reactividad una recuperación total es absolutamente necesaria. Se trata de una lesión de alto riesgo por lo compleja que resulta la rehabilitación debido al limitado flujo de sangre que llega a estas zonas. 

No es una lesión de diagnóstico sencillo, pues las radiografías pueden inducir a error y por tanto agravar el caso médico según el mencionado estudio porque el paciente muestra dolor en el tobillo. Hay tres tipos de fracturas:

• Tipo I: involucra la corteza dorsal del navicular solamente
• Tipo II: la fractura se extiende hacia el cuerpo navicular
• Tipo III: implica a la corteza adicional.

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El periodo de recuperación varía, como no podía ser de otro modo, y en el caso de Pau Gasol podría extenderse al año de duración por su edad como bien apuntaba en su vídeo de Instagram. "La lesión con la que he lidiado y por la que me operé en mayo, tarda de 6 a 12 meses para sanar completamente", decía Pau. "Esperábamos que eso acelerara mi recuperación, pero desafortunadamente en los últimos días me dijeron que mi recuperación tomará más tiempo del que esperábamos".

Durante el training camp, Gasol relató que podría estar de vuelta para el mes de abril o mayo para volver al 100% y no al 50%, por lo que podría quedarse en blanco en la presente temporada 2019-2020.

La esperanza de su hermano

La lesión de la que se recupera Pau Gasol no es del todo desconocida en su familia, pues Marc Gasol sufrió en febrero de 2016 una fractura de tipo II sin desplazamiento del hueso navicular en su pie derecho. De ese modo, Marc se vio obligado a perderse los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y el resto de la temporada 2015-2016. El mediano de los Gasol se centró desde ese momento en sanar totalmente su articulación, pudiendo regresar tan solo ocho meses después.

Si bien el tipo de fractura que Pau sufrió no trascendió en la nota de prensa, podría tratarse de un tipo II también por la similitud en el regreso al trabajo con contacto realizado en septiembre. 

El propio Marc reconocía en su regreso en octubre de 2016 que "mi pie no va a estar genial hasta un año después de la operación", así que es lógico pensar que Pau Gasol pueda pasar en blanco el presente curso. 

Los precedentes familiares es la mejor comparación para Pau, pues desde que se lesionara ante los Dallas Mavericks el 8 de febrero de 2016, Marc apenas se ha perdido un total de 20 encuentros de 260 entre los 32 y 34 años.

La lesión sufrida por ambos hermanos Gasol ha sido bastante común entre los jugadores NBA aunque en una etapa más inicial de sus carreras como Michael Jordan (1985, 22 años), Žydrūnas Ilgauskas (1996, 20 años) o Joel Embiid (2014, 20 años). Esos tres jugadores consiguieron recuperarse en un tiempo que osciló entre los 6 y los 14 meses con posterior éxito en su carrera, mientras que otros como Kevin McHale (1987, 29 años), que se recuperó a priori totalmente tras una fractura en el mencionado hueso, mantiene una ostensible cojera debido a tener que jugar lesionado.

Más grave es el caso de Yao Ming, que en los Playoffs de 2009 cayó lesionado del pie izquierdo ante los Lakers, pasando la siguiente temporada alejado de las canchas y disputando apenas 5 partidos más en su carrera, retirándose en 2011 a los 30 años.

A día de hoy, el novato de los Nuggets Bol Bol, que sufrió en enero de 2019 una fractura del hueso navicular de su pie izquierdo, regresó a las canchas en la G-League consiguiendo 8 puntos y 9 rebotes a sus 20 años.

Hay muchas dudas y pocas certezas respecto a Pau Gasol. Cuesta ser optimista con una lesión que podría acabar con su carrera si se produce una nueva recaída y dar al traste con todo lo avanzado.