Después de caer en Las Finales, en cuestión de semanas los Golden State Warriors han perdido a Kevin Durant, Andre Iguodala, DeMarcus Cousins, Shaun Livingston y Quinn Cook. Más si sumamos la lesión para prácticamente toda la temporada de Klay Thompson.
Stephen Curry, Draymond Green y D'Angelo Russell, al que se le demandará rendimiento alto de inmediato, están peor rodeados de lo que han estado jamás las estrellas de San Francisco en la era Steve Kerr. ¿Quién dará un paso al frente?
MÁS: Steve Kerr dice que Iguodala ha sido la pérdida más dolorosa
Los jugadores de rol, clave
La NBA demanda estrellas para ganar, sí, pero también jugadores de complemento. De esos que siempre rinden en defensa, no cometen errores en Playoffs, saben meter los tiros en momentos decisivos, no les tiembla la muñeca... La lista es larga. El grupo de jugadores disponibles, no tanto.
Hasta ahora los Warriors cimentaban su éxito en un trabajo perfecto. Las estrellas, los jugadores de rol destacados, un entrenador de primer nivel y un sistema ofensivo maravilloso. Esto permitía que incluir a jugadores mucho más secundarios resultase hasta positivo. Un jugador de nivel medio al lado de Curry, Durant, Iguodala y Livingston, junto a una pizarra de 10, consigue destacar sus puntos fuertes y tapar los agujeros de su juego.
Como ejemplo, Ian Clark. Dos temporadas sin apenas relevancia entre Utah y Denver. Golden State le pesca en 2015 y en su segunda temporada promedia cerca de 7 puntos y un 37% en triples en apenas 15 minutos. Salvo más de un partido y salió al mercado con más valor que nunca. Firmó con los Pelicans y, de nuevo como en Utah y Denver, dos cursos sin destacar.
Por eso el papel de jugadores como Andre Iguodala o Shaun Livingston ha sido básico en el éxito de los Warriors. El pegamento entre las estrellas y los secundarios. Los héroes sin capa.
¿Quiénes ocuparán estos puestos?
Si hasta ahora Golden State confiaba en los veteranos y apenas tenía uno o dos jóvenes destacados en su plantilla, el panorama cambia radicalmente este verano. Ahora en Golden State toca confiar en los jóvenes. Dividamos la plantilla.
- Estrellas: Stephen Curry, Klay Thompson*, D'Angelo Russell, Draymond Green
- Complementos contrastados: Kevon Looney
- Complementos con experiencia: Willie Cauley-Stein, Alec Burks, Glenn Robinson III, Alfonzo McKinnie
- Jóvenes: Jordan Poole, Omari Spellman, Eric Paschall, Alen Smailagic, Jacob Evans
Curry, Russell, Green y Looney se comerán muchos minutos y los cuatro deberían ser titulares mientras esperan a Klay. ¿El quinto puesto? Una lotería. Lo más normal es que lo ocupe un alero con tiro exterior. Aquí Glenn Robinson y McKinnie son los candidatos con más papeletas.
Cauley-Stein será el sustituto de Cousins. Completamente diferentes en su estilo y a escalones muy diferentes de calidad. Burks puede ser una enorme sorpresa y, desde ahí, el resto son jóvenes. Es decir, los 4+1 titulares y tres jugadores de banquillo que tienen mucho por demostrar. Luego, juventud.
Glenn Robinson III
A McKinnie el seguidor de los Warriors ya le tiene localizado. Sorprendió la pasada temporada en un papel reducido (5 puntos, 3 rebotes, 36% triples, 14 minutos) y en Playoffs tuvo buenos minutos. Un jugador con mucho trabajo, capaz de anotar desde el exterior y que gustó en Golden State. Eso sí, tiene limitaciones.
Este nuevo alero, Robinson III, llegó a ser importante para el banquillo de Indiana. De 25 años, 2 metros y 100 kilos, es un 3&D de los baratos. Los hay mejores en el mercado, desde luego, pero por el mínimo es una incorporación muy interesante para el equipo de Steve Kerr.
En tres temporadas con los Pacers promedió un 39% en triples y llegó a promediar casi 21 minutos en la 2016/2017, su mejor temporada como profesional, en la que incluso fue titular en 27 partidos y se hizo conocido por ganar el Concurso de Mates. Esta última temporada en Detroit ha sido complicada con las lesiones, una sombra que le acecha desde hace tiempo.
Si consigue recuperarse y está sano, es un 3&D para un rol de 15-20 minutos útil que se aprovechará de los espacios que genere el equipo.
Willie Cauley-Stein
Apunto de cumplir sus 26 años, el pick 6 del Draft 2015 ha decepcionado en su primera etapa como profesional con los Kings. Es el perfil de pívot moderno defensivo y móvil perfecto. Mide 2,13 metros y está alrededor de los 110 kilos, un pívot más espigado que Looney.
Como finalizador será una bendición para el equipo. Sabe moverse muy bien hacia el aro, jugar el pick&roll y destrozar la canasta. Ahí, genial. Los problemas llegan en sus últimas temporadas con el esfuerzo defensivo, precisamente donde más diferencias debería marcar.
También es cierto que el jugador quería salir de Sacramento y así se manifestó su agente (y posiblemente los Kings querían un cambio). Un nuevo inicio y en un equipo como los Warriors dibujan el escenario perfecto para renacer en defensa. Kerr le pedirá trabajo atrás o no jugará.
Alec Burks
Sin duda el más interesante de los tres fichajes. Las lesiones han privado a Burks de oportunidades en la NBA después de que Utah le escogiese con el pick 12 en 2011. Ahora este escolta de 28 años que ronda los dos metros de altura ha pasado por tres equipos en la última temporada.
Apenas ha jugado por lesiones. 59 como rookie, 64 en su segundo año y 78 en el tercero. Ahí llegó su tope y su mejor juego con 14 puntos desde el banquillo. Desde ahí 27 partidos, 31, 42, 64 y 64.
Parece que esta temporada ya ha confirmado que las lesiones son asunto del pasado. En Cleveland relanzó su juego con más tiempo y más balón. Cerca de 12 puntos, 5,5 rebotes y 3 asistencias con un 38% en triples en 29 minutos.
Un jugador exterior que ejerce de amasador secundario y que tiene mucha calidad para generar sus propios puntos. Con los años ha mejorado como tirador y el defensor debe respetarle si está abierto y liberado. Puede ejercer de sexto hombre anotador con preferencia a la media distancia y cerca del aro, un papel similar al de Livingston. Mejor tirador y, aunque buen defensor, sin llegar a las cuotas de Shaun.
Los jóvenes
Es complicado definir qué jóvenes tendrán minutos, lo que está claro es que al menos dos deben estar en la rotación con minutos desde el primer partido. El único que ya estaba en el equipo el año pasado era Jacob Evans, un 3&D que en el Draft 2018 fue considerado un acierto enorme para Golden State. Un 3&D joven y prometedor que apenas jugó en su año rookie. Debería ser el primero en recibir minutos.
Por detrás suyo, Eric Paschall y Omari Spellman coincidieron en la NCAA en Villanova. Son dos interiores que encajan entre ellos y con el estilo de los Warriors. Paschall, trabajador y defensor verátil con tiro mejorado, y Spellman, orientado a la ofensiva y que en su año rookie en Atlanta decepcionó por no estar en buena forma.
Jordan Poole gusta y tiene mucha calidad en el uno contra uno. Un arsenal de recursos ofensivos muy completos con una cabeza que no sabe diferenciar. Activa el modo 'hero-ball' y lo que salga. Poole y Alen Smailagic, la perla oculta de los Warriors, son quienes menos minutos deberían tener. Inlcuso jugar más en G League.
Si algo es evidente es que reemplazar a Iguodala, un Livingston venido a menos, Cousins lejos de su mejor nivel y Cook será complicado. De hecho será imposible con estos jugadores. Burks, Robinson y WCS pueden sorprender y aportar. Incluso Evans tener un rol prominente y progresivo durante la temporada.
La temporada más complicada de los Warriors está aquí. Ese pegamento que eran los jugadores de rol de lujo desparece. Le toca reinventarse y sacar su chistera a Steve Kerr.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.