La evolución del juego San Antonio Spurs bajo la dirección de Gregg Popovich, de 1997 a 2022

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Los Spurs a través del tiempo.

Los tiempos cambian y la historia está en continua fluctuación. Nada es estático, especialmente en el básquetbol, y la capacidad de adaptabilidad, mutación y ajuste se vuelven capitales en la búsqueda de un éxito continuado. Sobre estas premisas se ha sostenido la estructura ganadora de los San Antonio Spurs durante los últimos 25 años, un periodo de éxitos que comenzó en la 1997-1998 y que encontró su final en la 2018-2019, la última vez que pisaron la postemporada. Su racha de 22 clasificaciones a Playoffs consecutivas se mantiene como la más longeva de la NBA empatada con los Philadelphia 76ers que entre 1950 (bajo el nombre de Syracuse Nationals) y 1971 no faltaron en ninguna ocasión en su cita con la postemporada. 

Por el camino durante esos 22 años en 5 ocasiones se han coronado como campeones y a través del estudio de los diferentes planteles que conformaron en cada anillo se puede entender de manera muy visual los cambios experimentados por la liga durante las últimas dos décadas, no solo a nivel de tipología de jugadores, sino en su origen, estilo y puesta en escena.

Lo que no ha cambiado en esas dos décadas ha sido el jefe al mando: Gregg Popovich. Un técnico que con mano de hierro ha dirigido la organización más exitosa de toda la liga de los últimos tiempos y una de las más prolíficas de toda la historia, pudiendo mirar directamente a la cara a otras con un reconocimiento mayor como los Chicago Bulls (1991-1998), los Boston Celtics (1957-1969) o Los Angeles Lakers (1980-1988). 

La última vez que los Spurs no habían estado entre los 8 primeros clasificados de la Conferencia Oeste, Vince Carter tenía 20 años, Glen Rice era uno de los máximos anotadores de la competición y los Chicago Bulls "solo" tenían cuatro anillos de campeones.

Una trayectoria plagada de éxitos y alegrías que desde la salida de Kawhi Leonard de San Antonio ha entrado en una cierta espiral decadente. Y más allá de su buen rendimiento en los seeding games y de haber llegado a la última jornada con chances, no le alcanzó para compensar lo hecho previamente en la Fase Regular. Qué depara el futuro de la franquicia no lo sabemos, pero lo que sí podemos hacer es echar la vista atrás, analizando cómo han sido estas dos últimas décadas y cómo ha evolucionado la idea de juego de los Spurs.

La evolución en números

Temporada Balance Playoffs Ritmo de juego Offensive Rating Defensive Rating
1997-98 56-26 Eliminados en Semifinales de Conferencia 88,4 103,8 99,4
1998-99 37-13* Campeones de la NBA 88,6 104,0 95,0
1999-00 53-29 Eliminados en 1ª ronda 90,8 105,0 98,6
2000-01 58-24 Eliminados en Finales de Conferencia 89,6 106,6 98,0
2001-02 58-24 Eliminados en Seminales de Conferencia 90,0 106,5 99,7
2002-03 60-22 Campeones de la NBA 90,0 105,6 99,7
2003-04 57-25 Eliminados en Semifinales de Conferencia 89,2 102.2 94,1
2004-05 59-23 Campeones de la NBA 88,9 107,5 98,8
2005-06 63-19 Eliminados en Semifinales de Conferencia 88,5 107,3 99,6
2006-07 58-24 Campeones de la NBA 89,8 109,2 99,9
2007-08 56-26 Eliminados en Finales de Conferencia 88,8 107,2 101,8
2008-09 54-28 Eliminados en 1ª ronda 88,4 108,5 104,3
2009-10 50-32 Eliminados en Semifinales de Conferencia 91,7 110,0 104,5
2010-11 61-21 Eliminados en 1ª ronda 92,3 111,8 105,6
2011-12 50-16* Eliminados en Finales de Conferencia 92,9 110,9 103,2
2012-13 58-24 Pierden las Finales de la NBA 94,2 108.3 101,6
2013-14 62-20 Campeones de la NBA 95,0 110,5 102,4
2014-15 55-27 Eliminados en 1ª ronda 93,8 108,5 102,0
2015-16 67-15 Eliminados en Semifinales de Conferencia 93,8 110,3 99,0
2016-17 61-21 Eliminados en Finales de Conferencia 94,2 111,1 103,5
2017-18 47-35 Eliminados en 1ª ronda 95,0 107,9 104,8
2018-19 48-34 Eliminados en 1ª ronda 98,3 112,9 111,2
2019-20 32-38 Fuera de Playoffs, undécimos del Oeste 100,5 112,4 113,4
2020-21 33-39 Eliminados en el Play-In, décimos del Oeste 98,9 111,0 112,8

*Lockout

La evolución táctica de los Spurs

Primera etapa: años de plomo (1997-2003)

El proyecto se edifica (nunca mejor dicho) sobre dos pilares fundamentales que son David Robinson y Tim Duncan. Dos interiores con presencia, lectura del juego sin balón ajeno y una gravedad ofensiva considerable a partir de los cuales todo emana. Los Spurs aprovecharon la experiencia del Almirante y la juventud de Timmy D para asentarse en esta primera etapa como la gran alternativa a los proyectos faraónicos que emergieron a la luz del final de los Bulls de Jordan.

La clave del sistema ofensivo de Popovich durante este tiempo se fundamenta en una predisposición a focalizar prácticamente de manera exclusiva el juego en los balones interiores. El playbook que presentan es muy básico, acorde a la época, con dos disposiciones claras: horns y floppy. La primera consiste en colocar a los dos interiores en el poste alto para iniciar la jugada, si el base toma un lado concreto se desencadenan una serie de automatismos marcados por el banquillo (bloqueo directo, mano a mano, desbloqueo hacia afuera...) a través de los cuales colocar el balón en el poste bajo, penetrar o liberar un tiro desde la larga distancia. El segundo es una sucesión de bloqueos indirectos para un jugador en carrera (carretón) para que este reciba en uno de los codos, en caso de que así sea hay dos vías: pasar al poste o jugar un pick&roll lateral.

Es esta última donde podemos encontrar el detalle más claro de la filosofía de Popovich y que se ha mantenido durante toda su carrera. El bloqueo directo lateral como situación de rescate ha sido una de sus señas de identidad en este tiempo y una de las propuestas donde más daño ha conseguido hacer Duncan. 

Del mismo modo se aprecia en esta primera etapa que la intención de no detener nunca la circulación del balón ya está presente, en menor medida que en etapas posteriores pero es constatable, al igual que la motion offense que irá desarrollando hasta alcanzar su culmen posteriormente con el zipper en llegada (bloqueo de interior a exterior en vertical).

Conforme Tony Parker asuma el puesto de base titular y David Robinson pase a un puesto más secundario el juego de los Spurs irá ganando velocidad sin perder la esencia defensiva y centrándose más y más en el bloqueo en llegada, el pop para Duncan y el zipper. Por último, hay un detalle que enriquece el juego de San Antonio y es la aportación de Steve Kerr como integrante de los Bulls anteriormente que porta consigo parte de la filosofía del triángulo y que se refleja a través de la automatización de los high-low entre interiores, el bloqueo directo en las esquinas y una disposición triangular cuando se juega al poste bajo.

Segunda etapa: anarquía controlada (2004-2010)

Una vez asentado Parker como segundo al mano y con Manu Ginóbili como nota discordante, los Spurs iniciarán una fase de despertar en su juego, infinitamente más fluído que antaño, donde las posesiones se vuelven más dinámicas y el spacing mejora considerablemente. Este equipo es fruto de la época y de sus circunstancias, no es vanguardia en ningún caso, pero sí que recoge lo mejor de su momento como es la fluidez a través del bloqueo directo, una predisposición al juego libre y desecha la parte menos positiva de esa época como son las situaciones de rescate centradas en lo individual y aclarados indiscriminados. 

Hay una clara progresión y especialmente un dominio de los aspectos básicos del movimiento colectivo que permiten a Popovich y su staff profundizar y combinar diferentes formatos y propuestas. De este modo se aprecia una total entrega al juego de media cancha que no detenga el balón más que lo justo y necesario, donde la llegada en zipper como fin último del ataque o como premisa para acometer un floppy se establecen como base del juego así como el uso de Duncan como inversor para desencadenar la motion offense. En este último punto se aprecia un primer indicio de lo que vendrá más adelante con la doble inversión y los sistemas en flex que acabarían por elevar a los Spurs a lo más alto del olimpo del juego.

No se olvida en absoluto de los fundamentos que les sirvieron en años anteriores pues tanto el juego al poste en aclarado para Duncan como el bloqueo directo para un tiro en media distancia o una continuación hacia el aro siguen muy presentes y sirven como recurso puntual ante los atascos.

Es una anarquía controlada por el hecho de contar con dos talentos de velocidad endiablada como Parker y Ginóbili cuyo talento individual hubo de ser encuadrado en un contexto que les permitiese expresarse con el balón en las manos y al mismo tiempo fuese beneficioso para el equipo. 

Tercera etapa: plenitud del juego (2011-2015)

Las diferentes decepciones experimentadas entre 2009 y 2011 forzaron un cambio en la estructura de juego de San Antonio que comenzó a abrazar un estilo pulido que alcanzó en un momento concreto cotas de perfección comparables con los Celtics de 1986 o los Bulls de 1992. Todo lo trabajado en los años precedentes adquiere una importancia capital, como la maduración definitiva del sistema, enriquecido hasta el máximo detalle, donde la velocidad de ejecución en el pase supera con diferencia al movimiento sin balón o a la sucesión de botes. Porque para estos Spurs el bote no era un recurso sino un lujo, pues la acción maduraba poco a poco a través de la interlocución entre sus jugadores conectados por pases y donde los bloqueos indirectos eran la llave para anotar. 

Popovich comprende el momento histórico en el que se encuentra y abraza el triple y el desarrollo del espacio como una forma de alcanzar su objetivo final. Las esquinas siempre están ocupadas y la presencia de un balón en ellas apenas dura unos instantes pues o es convertido en un tiro exterior o automáticamente rechazado en extrapass. Cuando el balón llega a esos extremos del campo la jugada ya ha encarado su fase terminal, la ventaja hace tiempo que fue creada y solo un error del tirador aleja al equipo de su meta. 

Desde una primera mirada el juego de los Spurs se simplifica por el hecho de encontrar ventajas de manera más rápida o por el hecho de que el ritmo de juego también aumenta. Nada más lejos de la realidad. Solamente en contadas ocasiones alcanzan esta cúspide de perfección y fluidez representada en el denominado pace&space, una fase de flujo donde el esférico no se detiene y la libertad se apodera de los cuatro jugadores sin balón. No obstante, el sistema tiene muchísimos matices, con un desarrollo del juego por tríos en el bloqueo directo en busca de una triangulación sencilla que permita aprovechar a Duncan al poste, a Ginóbili y Parker en la penetración y a Green y Belinelli en el tiro exterior. 

Popovich hace que el equipo muestre diferentes caras dominando además las principales variantes del bloqueo directo como una manera de generar un primer desequilibrio con el que castigar el sistema de ayudas rival así como la capacidad de estos para llegar a los closeouts, un aspecto que hacía de San Antonio uno de los mejores atacando tras pase a esquina. 

Este sistema es el resultado de años de evolución en la liga, herencia directa de los Phoenix Suns de 2007 por cómo distribuye la carga ofensiva entre volumen exterior e interior con el pick&roll como fuente y sirve además como anuncio de lo que se viene en el siguiente lustro, influenciando de manera clara a los Cleveland Cavaliers (2015-2018), Boston Celtics (2015-2018) y Atlanta Hawks (2015-2017).

Cuarta etapa: canto de cisne (2016-2020)

La explosión definitiva de Kawhi Leonard como anotador puro, la retirada de Tim Duncan y la llegada de LaMarcus Aldridge impulsan una serie de cambios en la estructura de juego que les había hecho campeones en 2014 que por momentos hará pensar que los Spurs son inmortales. En 2016 y 2017 alcanzan los mejores datos de eficencia ofensiva de toda su historia a raíz de centrar principalmente su juego en dos aspectos: poste bajo y continuación en el bloqueo directo. Al contrario de que la tendencia en la liga sea dar más importancia al juego de los exteriores, abandonar las distancias medias y apostar por el aclarado, los Spurs siguieron apostando por sistemas muy concretos y cerrados que durante un tiempo funcionaron.

El problema sobrevino en el momento en el que Leonard cayó lesionado, iniciando así un descenso progresivo de la calidad media del equipo así como un imparable envejecimiento de los principales ejecutores del sistema (Diaw, Ginóbili, Parker...). Ya no disponían de pasadores y manejadores de una calidad superior a la media de la liga y eso fue lo que acabó por tumbar las expectativas de un equipo de leyenda. No es que el sistema fue inaplicable a la NBA actual, sino que no era acorde a las necesidades del equipo. 

Los shuffle, flex y sets de bloqueos directos siguen estando vigentes, pero aquellos que rodean a las principales figuras del equipo actual no han conseguido alcanzar el estándar requerido en una feroz Conferencia Oeste. 

El camino a la esperanza pasa por una joven figura llamada Dejounte Murray, quien representa lo mejor de la cultura Spurs: fundamentos, lectura y constante progresión. Puede que el proyecto no haya conseguido encadenar una cuarta etapa igual de exitosa que las otras tres anteriores, pero el base de Seattle tiene lo necesario para llevar de nuevo a San Antonio a la élite de la Conferencia, solo es preciso esperar.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.