¿Cómo afecta la lesión de Rajon Rondo a Los Angeles Lakers para la reanudación de la NBA?

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rajon rondo

Buena parte del excelente funcionamiento de Los Angeles Lakers en la 2019-2020 es consecuencia directa del trabajo de Frank Vogel y su staff. Por supuesto disponen de dos estrellas de la más absoluta élite, LeBron James y Anthony Davis, que además muestran entendimiento natural, pero las decisiones de Vogel maximizan todo lo que se esperaba de los angelinos.

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Hasta la reanudación marchaban primeros del Salvaje Oeste con un récord de 49 victorias y 14 derrotas, solo por detrás de Milwaukee Bucks en la clasificación general. Ese éxito llega dese la organización de James y los puntos fáciles de Davis, de explotar lo mejor de cada uno y hacerlo de manera sencilla. LeBron genera, los pívots bloquean y hay mucho movimiento sin balón.

Ese rol de generador es básico para Lakers. En el quinteto titular aparece James como base y tiene a su lado a dos exteriores de diferente calado, uno es Danny Green y otro es Avery Bradley. Un 3&D de enorme amenaza táctica, incluso por encima de lo que muestra su consistencia en el acierto, y un perro de presa para bases rivales que aporta sobre bote y tiene algunos puntos. O mejor dicho, LeBron tenía.

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Bradley es baja para la reanudación en Orlando por decisión propia. Esta ausencia supone una herida en el perfecto esquema de Vogel, uno en el que ya faltaba otro generador extra y algo más de amenaza tiradora, por eso se relacionó al equipo oro y púrpura en rumores de traspaso por Bogdan Bogdanovic, entre otros.

Las ideas de Vogel situaban a cada jugador en su rol ideal con el objetivo de aprovechar sus virtudes y construir un bloque más potente. Sin Avery los Lakers dejan de tener ese perfil de defensor agresivo para los Luka Doncic, Damian Lillard y compañía. Él siempre se encargaba de ellos. Ahora la papeleta debería pasar a Kentavious Caldwell-Pope, defensor por encima de la media, peor para esos bajitos que tan bien se le dan a Bradley.

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Pueden cubrir su baja, aunque ya significa una pequeña grieta en la perfecta máquina engrasada que han sido durante la temporada. El esquema de Vogel a nivel ofensivo, donde Bradley tenía un rol secundario, se basa en la presencia obligatoria de un generador sobre balón en pista, incluso dos en ocasiones: LeBron y Rajon Rondo.

Los Lakers afrontarán los ocho partidos iniciales (seeding games) y, como mínimo, el inicio de los Playoffs sin el base suplente. Rondo se fracturó el pulgar derecho en un entrenamiento nocturno del pasado domingo 12 de julio. Así, Vogel se queda sin dos jugadores del perímetro que superan los 20 minutos de promedio por noche.

Aunque el irregular nivel de Rondo en la 2019-2020 lleve a pensar que jugadores como Alex Caruso recibirán más minutos, la noticia es terrible para la química y la organización del equipo. Rondo es el único generador de juego sobre balón de la plantilla apate de LeBron James. Davis puede asumir más balón, como en su etapa con los Pelicans, pero lo ideal es que siga como hasta ahora: dedicándose a ejecutar.

Los 7,1 puntos, 5 asistencias y 3 rebotes de Rondo en 20,5 minutos desde el banco suponen una decente línea estadística, pero lo cierto es que el test visual no le da el aprobado este año. En enero se perdió tres paridos por problemas en la misma mano derecha, que también le dio problemas en noviembre de 2018, en sus inicios con los Lakers.

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El problema para Vogel reside en que prácticamente no han jugado sin uno de Rondo y Bradley en pista, y es más alarmante si hablamos de quedarse sin Rajon o James sobre el parqué, los dos generadores. Solo la presumible nueva alineación titular arroja una muestra de posesiones suficiente y buenos resultados (James, KCP, Green, Davis y McGee).

Alex Caruso ya parecía el principal beneficiado ante la baja de Bradley, precisamente porque él se acerca a ese perfil de jugador agresivo en defensa, muy intenso de manos que consigue complicar al rival. Pero Caruso no es un generador, tampoco lo será por ponerle de base en el quinteto. Es un revitalizador que aparece desde el banquillo para dar dosis de fuertes ataques al aro, dejarse la piel en defensa y hacer las jugadas fáciles.

Ahora, sin Rondo para varias semanas, ¿quién ocupará sus minutos y su papel? Es inevitable que los fichajes reciban más minutos y presencia. Por un lado, Vogel puede optar por subir el tamaño y añadir agresividad. Markieff Morris apenas disputó ocho partidos con el equipo y el acierto desde el triple fue muy bajo (28,6% en 2,6 intentos en 14,8 minutos), pero aportó consistencia atrás y baloncesto básico en ataque.

Lo más obvio pasa por el perímetro. El mediático movimiento de JR Smith puede florecer si recibe minutos sin Rondo ni Bradley. Son dos años sin jugar, es cierto, pero desde luego no tendrán mejor momento para probar si Smith continúa siendo un jugador válido para la NBA. Tiene 34 años y cumple 35 en septiembre. La ocasión es perfecta para el episodio piloto de este remake. La alternativa es Dion Waiters, el más lógico por perfil. Si bien es cierto que es un anotador y, pese a tener los instintos, nunca ha explotado la parte pasadora, Waiters encaja mejor que ningún otro para asumir el peso del balón.

Sacar muestras o estadísticas es inútil en este caso. Tanto Markieff, como JR y Waiters tienen que demostrar que merecen un hueco en la liga. El escenario será inmejorable para ellos con las oportunidades que aparecen ante las bajas de Bradley y Rondo, más todavía en estos Lakers de especial química colectiva. Desde luego la lesión del base llega en mal momento y debe recuperarse bien pensando en unos largos Playoffs, pero para Vogel es mejor que pase ahora y así tener tiempo de probaturas a que suceda directamente en Playoffs. Quien no se consuela es porque no quiere.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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