Ránking NBA 75 Aniversario: Los mejores jugadores de las décadas 1940 y 1950

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La NBA celebrará en la temporada 2021-2022 su 75º aniversario, un momento de recuerdo, de memoria y para echar la vista atrás hacia la rica historia que posee la liga norteamericana. Una competición surgida al calor de los cambios que se produjeron en la sociedad americana tras la II Guerra Mundial y que favorecieron el auge del deporte como un reclamo más dentro de la gran oferta de ocio de aquel momento.

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Para cuando se creó la BAA en 1946, organización que acabaría resultando años más tarde en la NBA tras su fusión con la NBL, el baloncesto profesional había crecido enormemente, siendo uno de los principales reclamos para los aficionados, así como el juego que ya contaba con nombres reconocibles y que dejarían su huella en el tiempo.

Es por ello que desde el staff de NBA.com en castellano hemos decidido elegir a los 10 mejores de cada década en la liga, los jugadores que marcaron un antes y un después, por su talento y éxito. Y qué mejor forma de hacerlo que comenzar desde el principio, con los pioneros de la competición en un periodo comprendido desde 1946 hasta 1959, abarcando prácticamente dos décadas. Es importante matizar que esto no es un TOP ni los protagonistas están ordenados de mejor a peor, sino que todos ellos tienen el mismo valor. 

Paul Arizin

Con una magnífica técnica de tiro en suspensión el nativo de Philadelphia se convirtió en la principal figura de los Warriors de la década de 1950. Un alero rápido y con una fantástica capacidad anotadora que le llevarían a hacerse con el título de máximo anotador en 1952 y 1957 a razón de 25,5 y 25,6 puntos respectivamente.

Una carrera marcada por su pausa de dos temporadas entre la 1952-53 y 1953-54 por estar realizando el servicio militar con la marina estadounidense, lo que le privó de seguir participando en el All-Star, un honor que logró en todas las campañas que compitió.

Se retiraría finalmente en 1962, justo antes del traslado de los Warriors de Philadelphia a San Francisco, con tan solo 33 años y habiendo liderado al campeonato al equipo en 1956 junto a Neil Johnston.

Bob Cousy

Uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y que estará con toda seguridad en el próximo ránking del 75 aniversario de la NBA. Cousy fue la gran estrella de la década de 1950 cuando el juego todavía estaba definido por el poderío de los gigantes. Con su 1,85 el base neoyorquino llevó el juego al siguiente nivel, consiguiendo desplegar un estilo más cercano al espectáculo que al cánon y que hizo las delicias de los espectadores en aquella época.

Líder de los primeros Boston Celtics, Cousy logró ser el máximo asistente de la NBA durante 8 temporadas consecutivas entre 1953 y 1960, un registro que permaneció inalterable hasta el desembarco de John Stockton, que consiguió 9 campañas seguidas. Todo ello al mismo tiempo que era el máximo anotador del conjunto verde, dejando una huella imborrable en una de las franquicias con más historia de la liga. Junto a Red Auerbach formaría un tándem inseparable que explotó a la perfección su control del balón y su creatividad en el contraataque, lo que les permitió durante los 50 alcanzar 3 campeonatos. Una auténtica leyenda.

Joe Fulks

La primera gran estrella de la BAA y que fue el principal dominador en su primer lustro de existencia con la elástica de los Philadelphia Warriors. Un anotador de volumen y que siempre era capaz de dar un paso adelante cuando el equipo más lo necesitaba, siendo célebres sus explosiones en Playoffs donde llegó a anotar 37 puntos en las primeras Finales ante los Chicago Stags o los 63 que logró en febrero de 1949 ante los Indianapolis Jets, siendo esta la máxima de carrera y una de las más altas de todos los tiempos.

Un alero atlético con predilección por el lanzamiento en suspensión cuando no estaba tan asentado como en la actualidad, colgaría definitivamente las botas en 1954 con apenas 32 años y acabaría siendo incluido en el ránking de los 25 mejores jugadores de la historia de la NBA en 1971.

Harry Gallatin

El nombre de Harry Gallatin fue siempre sinónimo de rebote. El ala-pívot, que desempeñó toda su carrera en los New York Knicks a excepción del último año, 1958, donde formó parte de los Detroit Pistons. Gallatin nunca fue un jugador que destacase por sus habilidades con el balón o por su creatividad, sino más bien por ser un trabajador incansable, aquel que todo equipo necesita si quiere aspirar a ganar y que se deja el alma en cada posesión.

Pese a lograr tan solo en una ocasión (1954) el título de máximo reboteador, todavía hoy sigue estando entre los más prolíficos en ese sentido de la historia de los Knicks, siendo el 4º que más consiguió con 5935 en 610 partidos.

Ed Macauley

La otra gran figura de los primeros Celtics y principal referencia de la afición de Boston durante la década de los 50. A pesar de no disponer de una gran estatura (2,03), Macauley logró asentarse entre la élite de los pívots de su época debido al toque que tenía en los aledaños del aro y su gran capacidad para anotar en segundos esfuerzos. Macauley ponía a prueba en cada posesión a su emparejamiento defensivo, alguien rápido y de recursos que tuvo el honor de pasar a la historia como el primer MVP de un All-Star Game en 1951.

La relevancia del pívot en su época fue tal que llegó a ser el segundo jugador mejor pagado del momento, con 17.000 dólares anuales (alrededor de 175.000 dólares actuales), tan solo por detrás de los 20.000 de George Mikan. El punto álgido de su carrera sucedió en la campaña 1956-57 cuando fue traspasado a los St. Louis Hawks a cambio de Bill Russell, "vengándose" de su ex-franquicia en las Finales para alzarse con el campeonato de ese año. 

George Mikan

El gran dominador y denominador de la primera etapa de existencia de la NBA. George Mikan irrumpió en la liga proveniente de la deficitaria NBL para establecer la primera dinastía de la competición, elevando a los Minneapolis Lakers a un estadio que únicamente Boston Celtics lograría superar años después de la retirada del gigante de Illinois. Tan solo hicieron falta 6 temporadas para atesorar uno de los palmareses más brillantes de todos los tiempos, logrando 5 campeonatos, 3 títulos de máximo anotador (1949, 1950 y 1951), 2 de máximo reboteador (1952 y 1953) y, de haber existido el premio al MVP, con toda seguridad habría sido suyo.

Mikan fue una figura inalcanzable para sus contemporáneos, fue tal su dominio que la NBA se vio obligada a modificar las normas y dimensiones de la pista con el objetivo de contener su impacto y hacerle más complicado que pudiera marcar tanto las diferencias. 

El pívot de 2,08 se retiró pronto debido a las lesiones, pero su legado fue enorme, tanto como su impacto en el juego, sirviendo de ejemplo a las generaciones venideras que buscarían en Mr. Basketball una figura a la que seguir.

Bob Pettit

Uno de los mejores ala-pívots de siempre, aquel que revolucionó la posición y la llevó a un grado de excelencia sumo. Pettit fue un adelantado a su tiempo, pudiendo atacar de fuera adentro, lanzar en suspensión y sobre bote o bien desde el poste bajo. No había manera de detener al Bombardero de Baton Rouge. Desde su llegada a la NBA en 1954 este dejó claro que podía marcar época en los St. Louis Hawks, llevándose el primer MVP de la historia en su campaña sophomore (1955-56) y repitiendo tres temporadas más tarde (1958-59). 

El momento cumbre de su trayectoria aconteció en 1958 cuando los Hawks formaron un equipo memorable con el propio Pettit, Cliff Hagan y Ed Macauley, logrando el campeonato sobre los Celtics. Más que notable fue su decisiva aportación en la consecución de ese éxito, ya que en el sexto partido de las Finales se fue hasta los 50 puntos, disputando todos los minutos del encuentro. Su legado sigue presente, siendo el segundo máximo anotador de la historia de los Hawks y el 45º de todos los tiempos, así como el máximo reboteador histórico de la franquicia emplazada actualmente en Atlanta.

Dolph Schayes

Si la línea de triple hubiese existido en los años 40 y 50, Dolph Schayes estaría ahora mismo en una posición mucho más alta que los 18.438 puntos que logró en su trayectoria le permitieron alcanzar. Y es que el nativo de Nueva York fue muy dado a animarse a lanzar desde largas distancias con relativa comodidad, algo muy poco habitual en aquella época, tanto por la recompensa que se podía obtener como por la dificultad técnica que entrañaba. Un adelantado en lo técnico a su tiempo por la facilidad con la que hacía uso de ambas manos para finalizar y elevarse en el tiro.

Schayes fue el líder de los brillantes Syracuse Nationals que lograron alcanzar la gloria en 1955 tras varios años luchando por el campeonato al imponerse a los Fort Wayne Pistons en una serie a 7 partidos memorable y donde el ala-pívot fue el máximo anotador.

Bill Sharman

Sharman puede ser considerado como el primer escolta fiable de la historia de la NBA. Un exterior sobrio que hizo del lanzamiento a una mano su seña de identidad hasta hacer de ello un arma sumamente peligrosa. Tras su año rookie en los Washington Capitals puso rumbo a los Boston Celtics donde junto a Bob Cousy conformó un backcourt memorable.

Sharman abría la pista en transición cuando esos conceptos todavía ni se tenían en cuenta, demostrando tener una gran capacidad para el tiro exterior pese a su 1,85 de estatura. El gran revulsivo del equipo de Auerbach y que le sirvió para ser clave en la consecución de los 3 campeonatos que los Celtics lograron en los años 50.

Maurice Stokes

La inclusión de Stokes en este ránking se explica más por una cuestión de lo que podría haber sido que de lo que realmente fue. En tan solo 2 temporadas y media, el ala-pívot de Pittsburgh dejó claro que estaba llamado a ser una de las estrellas de la nueva generación de jugadores llegados a la liga. All-Star desde su llegada en 1955 a los 24 años en los Royals, Stokes fue un jugador completísimo, liderando la liga en triple-dobles en su última campaña con un total de 9.

Su carrera (y su vida) cambió para siempre un 12 de marzo de 1958 cuando sufrió un aparatoso golpe en la cabeza durante el último partido de Fase Regular ante los Lakers. Tras completar el primer partido de Playoffs, Stokes comenzó a sentirse muy mal durante el vuelo, entrando en coma y siendo trasladado rápidamente al hospital. Allí se determinó que Stokes sufría daños irreparables en el cerebro, los cuales le dejaron impedido hasta su fallecimiento en 1970, a los 36 años.

  • Menciones de honor: Neil Johnston, Clyde Lovellette y Cliff Hagan

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.