Ricky Rubio, impacto más allá de números: lo que dicen Devin Booker y Donovan Mitchell sobre el base de Phoenix Suns

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Quizás debió entrar antes. Quizás no. El debate de los elegidos para el All-Star siempre genera debate y Devin Booker era el protagonista de la edición de este año en Chicago. Descubrió su selección ante la lesión de Damian Lillard, hizo una rápida celebración y toda la franquicia de los Phoenix Suns cambió los planes. Devin viajaba a la Ciudad del Viento, mientras que Deandre Ayton se iba a quedar fuera del partido de rookies y sophomores por una supuesta lesión en el tobillo izquierdo.

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Cuando el equipo de redes sociales y cobertura de los Suns anulaba su viaje y pensaba en unos días de vacaciones, la confirmación del All-Star para Booker cambiaba de nuevo la ruta. Y Ayton también le acompañaba, aunque ya sabía que no iba a jugar. El Fin de Semana de las Estrellas siempre ofrece mucho más que los eventos de las noches.

Prácticamente desaparecido durante las primeras horas, el primer avistamiento público llegaba el sábado por la mañana en la atención a medios. Sabedor de la importancia del evento y su peso mediático para una estrella de un mercado pequeño, Booker realizaría una de las atenciones a prensa más largas. Contestó prácticamente a todas las preguntas y dejó un gran momento con Diana Taurasi. Habló sobre la mejora del equipo, sobre el impacto de Kobe Bryant en su carrera o incluso de su deseo de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio, que por entonces mantenían su fecha original del verano de 2020.

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Pero, sobre todo, el jugador dejó una viva declaración sobre su presencia en Chicago:

"Él me ha traído aquí. Ricky Rubio me ha hecho All-Star".

El impacto del veterano

Quin Snyder, Ricky Rubio y Donovan Mitchell

Los inicios en Minnesota mostraban a ese Ricky de aspecto juvenil. El paso de los años deja, en este 2020, una figura veterana y muy madura pese a no contar ni con 30 años de edad. Porque todo lo que ha vivido Ricky en los últimos años le ha hecho crecer a otro ritmo, entender la vida de otra manera. Y esa evolución le lleva a impactar de otra -y mejor- forma en sus compañeros. Devin Booker no es el único ejemplo, había otro ese fin de semana en Chicago.

"Ricky, my guy", respuesta instantánea de Donovan Mitchell en cuanto escucha el nombre de su amigo y excompañero.

Booker es el actual, pero Mitchell fue el anterior. Dos escoltas de perfil anotador que brillan en la categoría de jóvenes estrellas de la NBA. Rubio aterrizó en Salt Lake City en el verano de 2017 vía traspaso. Se marcharía en 2019 como agente libre después de que los Utah Jazz buscasen un cambio. En esos dos años, el efecto del base fue enorme en Donovan. Y no solo por la forma de jugar.

"¿Qué es lo que más hecho de menos de Rikcy? A Ricky, a Ricky la persona. Me enseñó mucho. Tiene muchísimo conocimiento. Es realmente altruista y amable. Eso es lo que echas de menos de una persona como Ricky".

La 2017-2018 fue su mejor temporada individual en la NBA. Los números, las sensaciones y las victorias de unos sorprendentes Jazz disparaban su caché, mientras mostraba ese nuevo look de samurái y brazos tatuados. Ricky había dejado de ser el niño del baloncesto español, aunque la sonrisa seguía ahí, quizás algo más escondida.

El segundo año en Utah fue más complicado. La presencia de Rubio potenciaba a Mitchell, que agradecía su presencia. Sin embargo, aquellos Jazz no disponían de un grupo de anotadores a su alrededor como el que tienen ahora (Bojan Bogdanovic de cuatro abierto) y el equipo demandaba demasiado sus puntos, unos que no pudo poner de forma consistente. Tras una decepcionante Primera Ronda ante Houston, la gerencia miraba a Mike Conley como la nueva presencia del equipo.

Un nuevo cambio de aires le llevaba a Arizona, al desierto. Tras influir positivamente en Mitchell tocaba el turno de hacerlo en otro joven escolta que pedía ayuda a gritos desde hacía tiempo. El Mundial de China sirvió para ver al Ricky más líder, su versión más cómoda en muchos años. La que más disfrutaba y sonreía de nuevo. Y así lo hizo Booker después. Sobre el parqué con la elástica de los Suns y bajo el sistema de Monty Williams la conexión no pudo ser mejor para ambos.

"Él me ha traído aquí. Ricky es increíble, ha sido una enorme adición para nuestro equipo", apuntaba Booker en Chicago. "Tiene una gran mente y está desarrollando mi juego de formas tremendas. Merece mucho crédito".

Al conocerse su marcha de Utah, varios fueron los compañeros que salieron a agradecer todo su paso. Joe Ingles o el propio Mitchell, y no solo por lo que hizo en el parqué, sobre todo destacaban el tipo de impacto que una personalidad así tiene en un vestuario.

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Ricky convive con la generación más potente de bases en la NBA más atlética. No será élite en su posición, pero el paquete que aporta a los equipos es muy valioso. Y ese fin de semana, en Chicago, dos jóvenes estrellas de la NBA resaltaron su papel como mentor y como jugador.

“Está haciendo mucho (por los Suns), está tratando de resolver cómo tienen que jugar", decía Mitchell. "Está haciendo un gran trabajo liderando a los jóvenes, quitando mucha presión de Devin Booker, lo cual sé por mí propia experiencia como anotador que sin duda ayuda mucho".

A falta de saber qué pasará con la 2019-2020, Ricky tiene dos años más de contrato con la franquicia de Arizona. El efecto del veterano es enorme en un equipo que ha pasado de estar descabezado en los últimos años a transmitir buenas sensaciones por primera vez en un lustro. Por supuesto no todo empieza con él, Monty también merece su parte de responsabilidad, pero es evidente que Ricky es un jugador que va más allá de la pista. Sus consejos, sus charlas, la química que crea en el bloque. Todos esos aspectos del juego que no vemos desde casa por la pantalla, pero que resultan fundamentales y destacan las estrellas en el All-Star. Los intangibles de un veterano de 29 años.

"Es uno de los mejores compañeros que he tenido y su baloncesto habla por sí mismo. Es todo. Recuerdo una fiesta que organizó por la Super Bowl y a la que invitó a todo el equipo. Monta cenas, planes... Llevo sin verle un tiempo, pero estoy muy contento por él. Es una gran persona".

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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