¿Cómo pueden mejorar los Minnesota Timberwolves de Ricky Rubio y Juancho Hernangómez?

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Con 3 victorias y 7 derrotas, Minnesota Timberwvoles es el peor equipo de la Conferencia Oeste tras las primeras semanas de NBA. Solo Toronto Raptors y Detroit Pistons tienen peor porcentaje de triunfos (30% vs. 20%), ambos conjuntos del Este.

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La gran estrella del equipo, Karl-Anthony Towns, sufre de problemas físicos que limitan su presencia: se ha perdido siete de los duelos, seis de ellos de forma consecutiva, todo derrotas para Minnesota. De esos encuentros tan solo lograron imponerse en el último ante San Antonio, en una victoria atípica contra unos Spurs sin DeMar DeRozan.

Mientras, Ricky Rubio y Juancho Hernángomez son parte y presa del horrible arranque de los Wolves. El base disputa 24,4 minutos por encuentro, la cifra más baja de su carrera desde la 2012-2013, su segunda campaña en la NBA, y cuando se escriben estas líneas guarda un 39,7% en tiros de campo, peor registro desde la 2015-2016. Por su parte, el alero titubea entre la titularidad y el banquillo, y el global arroja un 33% en triples, lejos del excelente 42% de sus 14 partidos con Minnesota tras ser traspasado hace casi un año.

Ante el complicado inicio del equipo, los problemas mostrados y lo durísimo de competir en el Oeste, desde NBA.com nos preguntamos cómo pueden mejorar los Wolves de los dos jugadores españoles.

Establecer la rotación

Juancho Hernangómez

Las bajas complican el trabajo de Ryan Saunders, cuyo desempeño en la temporada puede marcar el devenir de su puesto. Gersson Rosas, ejecutivo al frente, llegó después de la contratación de Saunders. Es habitual en la NBA ver a los ejecutivos seleccionar entrenadores puestos por ellos mismos. ¿Será este el caso? Demasiado pronto para decirlo.

La realidad arroja una plantilla cuyos agujeros defensivos ya se conocían antes de la temporada. Son jóvenes y falta madera atrás, pero es que sin ciertas piezas todo se desmorona. Saunders primero apostó por Jake Layman como acompañante de Towns en el quinteto. La ausencia de KAT introdujo a Naz Reid en su lugar, para pasar a la pareja Hernangómez y Ed Davis después. En el único partido de vuelta del All-Star, Juancho fue de nuevo su acompañante.

En el perímetro es sangrante la baja de Josh Okogie, también con problemas físicos. Cuando el nigeriano no está, Minnesota pierde a uno de sus baluartes de esfuerzo y energía. El otro, Jarrett Culver, muetra gran trabajo en el rebote y en la conducción, pero falta anotación. También en su caso, Culver ve un día 19 minutos y otro día 30, para regresar a 19 de nuevo.

Sin duda las lesiones influyen en los vaivenes de la rotación, pero para los jugadores es más complicado rendir así, más todavía al ser tan jóvenes. Es cierto que no hubo una pretemporada y un campus de entrenamiento al uso, pero esto es algo común para las 30 franquicias. Saunders necesita establecer la rotación para que los Wolves funcionen. Los primeros interesados son ellos mismos.

Juancho es el ejemplo claro. Sus actuaciones tras el traspaso desde Denver fueron muy positivas en ataque y mostró buen entendimiento con Towns. Sin embargo, comenzó la temporada con 12,6 minutos de media en cinco partidos. Tras eso, titular y promedio de 26,3 minutos. No es casualidad que en el primer tramo promediase 2,6 puntos con 2 de 12 en triples, mientras en el segundo crezca en línea ascendente y esté en 11 puntos, 6,8 rebotes y 9 de 21 en triples (42,9%).

La generosidad ofensiva

RICKY RUBIO, d'angelo russell

La idea de Rosas se basa en la apertura del campo y la búsqueda del mejor lanzamiento posible. Con Towns en el perímetro, un interior modernizado, y Russell como escudero de garantía All-Star, los Wolves tienen un arsenal ofensivo tan prometedor como engañoso. Son jóvenes y necesitan atención, cuidado y una serie de hábitos para construir de cara al futuro sin olvidar el presente.

Son el octavo equipo más veloz de la competición y cuartos en pases por partido, estadística marcada por su ritmo. Sin embargo, esto no se traduce ni en asistencias, ni buenos lanzamientos, ni porcentajes aceptables. El argumento de peso de los Wolves tiene que ser la ofensiva. Por supuesto, en defensa deben conseguir buenos tramos de juego para ganar y han dejado muestras de poder conseguirlo, pero es necesario que Minnesota haga más daño en el ataque.

A día de hoy, los Wolves son 27º en el ratio de asistencias y 25º en acierto desde el triple (33,7%). Jugar rápido es obligatorio por la configuración, pero es muy diferente lo que ellos ejecutan. Su juego es alocado y, en ocasiones, egoísta. No por mala fe, si no por falta de oficio. Anthony Edwards, número 1 del pasado Draft, necesita formación, y Russell tiende en exceso a forzar jugadas. DLo funciona mejor como anotador y cediendo el balón a Ricky, el cerebro creativo del equipo. Minnesota aprovecha mal el espaciado ofensivo que atesora.

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Agujero atrás sin Towns

#Towns

Las expectativas para la temporada de los Wolves eran bajas en cuanto a resultados. El Oeste es una auténtica batalla cada jornada y Minnesota presenta menos armas que la mayoría de contrincantes. Sin embargo, demandar la optimización es necesario. Deben construir sobre los jóvenes y aprender los buenos detalles. Si no, todo el proyecto será en vano.

El potencial de una escuadra con Towns, Russell y Edwards como base, y Ricky, Juancho, Malik Beasley, Culver u Okogie de complementos es muy elevado. Pero todo se desmorona sin Towns. El agujero en defensa, en ocasiones importante con el 32 en pista, es inasumible sin él (son la 3º peor defensa). Y en ataque pierden a uno de los jugadores más diferenciales y especiales de la competición.

Otras bajas del equipo pueden sostenerse gracias a la profundidad de la rotación. Si falla Russell, Ricky es titular. Si falla Beasley, pueden aparecer Edwards o Culver. Nada pueden hacer si falta Karl. Es su mayor fuerza y talón de Aquiles al mismo tiempo. Vive un drama familiar desde hace meses y nada puede reprochársele si su rendimiento no es el mejor, pero el simple hecho de estar o no en el parqué supone un mundo de diferencia.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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