Con el Mundial de China en el horizonte más cercano, Ricky Rubio tiene esperando con ansias a su entrenador y staff en su nuevo destino: los Phoenix Suns. El equipo de Arizona se encuentra en una situación crítica con tres jugadores que tienen posibilidades de convertirse en All-Star como Devin Booker, Kelly Oubre y Deandre Ayton pero tras incontables temporadas de fracasos acumulados e inestabilidad en el banquillo.
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Para ello ha llegado Monty Williams después de su paso por los Philadelphia 76ers como entrenador ayudante. Un Williams que junto al General Manager James Jones han comenzado a orquestar el equipo que cambie el rumbo del barco de los Suns, empezando por el puesto de base.
Habían sido innumerables las ocasiones en las que Phoenix había manifestado su deseo de conseguir un base de garantías que guiase el proyecto que se sustenta sobre Booker. Los grandes agentes libres optaron por otras vías y después de que se cerrase la puerta de Indiana, Rubio firmó por los Suns con el objetivo en mente de devolver a la franquicia a lo más alto.
"Puedo ayudarlos a alcanzar el nivel que se merecen", comenta Rubio para la web de los Suns. "Deandre, Devin Booker, he estado hablando con ellos los últimos días y también están muy emocionados. No puedo esperar para saltar a la cancha y comenzar a trabajar con ellos ".
Monty Williams pone sus esperanzas en Ricky
Uno de sus grandes valedores en su llegada a Arizona no ha sido otro que Monty Williams que confía enormemente en el potencial del catalán como timón del equipo. "En Ricky encontramos un jugador que hará que todos sean más eficientes de lo que han sido", comenta el experimentado técnico que parece estar completamente seguro del movimiento realizado.
La gerencia de los Suns sorprendió a todos ofreciendo tres temporadas a razón de 52 millones de dólares al propio Rubio, y sus recientes comentarios sobre el base ratifican la creencia de que en él está la clave para el grupo. “Como entrenador, quieres tener a alguien en la cancha que pueda administrar el juego desde la posición de base y Ricky ciertamente lo hace por nosotros. Creo que me va a hacer un mejor entrenador. Nuestras conversaciones han sido realmente estimulantes para escuchar cómo ve el juego", comenta.
"Creo que Devin será más eficiente de lo que ha sido y Devin ha sido un jugador realmente bueno ", dice Williams. "Creo que cuando tienes un base como Ricky, nada en la NBA es fácil, pero un buen base puede facilitar las cosas cuando te enfrentas a defensas que intentan sacarte todas las noches", prosigue el técnico.
"Tenemos un verdadero base y estoy emocionado de jugar con él. He jugado contra él durante unos cuatro años y he visto su crecimiento como jugador. He estado viendo a Ricky Rubio y siempre he respetado su juego. Ahora estamos del mismo lado juntos... Además, también estoy emocionado de aprender un poco de español", comenta Williams entre risas.
Después de pasar dos temporadas en Utah Jazz donde dio un paso adelante como jugador, Ricky Rubio afronta un nuevo reto tras promediar 12 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias en 68 encuentros.