10 datos sobre el mejor año de Ricky Rubio

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ricky rubio

El nivel de bases en la actualidad es posiblemente el más alto de la NBA. No en vano se utiliza el término era dorada de los bases para una época que aglutina en un par de décadas figuras históricas. Steve Nash, Jason Kidd, Deron Williams o Chris Paul conectan con Stephen Curry, Kyrie Irving, Damian Lillard o Russell Westbrook.

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Hacer carrera en la NBA como base es complicado, la exigencia es durísima. Es más, en el presente los grandes talentos europeos en la posición de creador pueden encontrarse un problema: la falta de tamaño para rendir en defensa. La liga norteamericana es territorio de point-guards -y unicornios- como jamás se había visto.

En este contexto se encuentra Ricky Rubio. Jamás ha sido una estrella de primer nivel en la NBA, un All-Star o uno de los mejores en su posición. Pero Ricky tiene unas características muy concretas que cada vez parecen más complicadas de enconrar y encajar en el baloncesto actual. Caracterizado por la falta de tiro y ante el poderío atlético de otros en su puesto, Rubio ha ido madurando su juego durante los últimos años para encontrar el sitio perfecto en los Phoenix Suns. En Arizona observamos su mejor versión, que llega después de ser oro con España y MVP del Mundial. El gran momento personal tuvo un momento importantísimo en su vida: fue padre el pasado mes de enero.

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La 2019-2020 de Ricky registra 13,1 puntos, 8,7 asistencias y 4,2 rebotes, que son su mejor marca en anotación, la tercera en asistencias y también segunda en rechaces. Acumula 22 dobles-dobles en 64 partidos, su registro más alto desde los 25 de la 2016-2017, aunque esa temporada jugó 75 encuentros.

Las cifras pueden resumirse como las mejores de su carrera si agarramos el resultado global. Esta tendencia se corrobora con el ojo humano, el mejor analista de baloncesto. Ricky continúa la confianza que exhibió en el Mundial. Es líder veterano a los 29 años y su importancia en Phoenix es capital. La franquicia de Arizona lleva demasiados años en el desierto y los principales transformadores son Rubio y Monty Williams, el designado como nuevo entrenador el pasado verano.

Como tal, vamos con 10 motivos que nos llevan a destacar el tremendo año de Ricky.

ricky rubio

La circulación de balón

El 66% de las canastas de los Suns son asistidas, lo que les deja empatados con los Heat en la 2º plaza. En la 2018-2019 Suns eran 17º con un 59,5%. Este cambio llega con el sistema de Monty y la presencia de Ricky, el perfil de base creador que necesitaban.

Rubio tiene el segundo porcentaje de asistencias más alto del equipo solo por detrás de Aron Baynes. La diferencia es mínima, de 67,7% a 67,5%, pero el español ha jugado mucho más: 1996 minutos vs. 934 minutos.

Las asistencias significan victorias

Cuando Ricky reparte 9 asistencias o más (39 partidos de 64) los Suns ganan el 57% de sus duelos (22-17).

Cuidado y orden

Tiene la mejor relación de asistencias por pérdida del equipo: 1,96

El encaje con Devin Booker

Devin tira menos y mejor. Mete 26,6 puntos por noche, igualando la mejor cifra de su carrera, pasando de 19,6 a 18,3 tiros. Sube de 46,7% de acierto a 48,8%. Muestra una versión más eficiente en todos los sentidos.

Booker es el jugador que más pases (1.014) y más asistencias (105) ha recibido de Ricky esta temporada. Por el lado contrario y para cerrar la conexión, Booker es el jugador que más asistencias ha dado a Booker con 56. Se entienden y se necesitan.

Rigor en ataque

Cuando Ricky está en el banquillo los Suns producen 106,7 puntos por 100 posesiones, solo cuando no está Booker rinden peor (99,7). Salvando este tramo de Disney de Cameron Payne, con Book y Ricky los Suns tinen los mejores registros ofensivos. Los motores de Arizona.

La conexión con Mikal Bridges

Deandre Ayton sigue a Booker en la lista de jugadores que más asistencias han recibido de Ricky. El pívot sería el principal beneficiado de los pases del español, pero la suspensión de 25 partidos pesa. Mikal Bridges es tercero gracias a su juego sin balón y muestra el mejor acierto en tiro de todas las parejas (56,2%).

La química entre Bridges y Rubio se ha desarrollado durante la temporada de una forma mucho más exponencial. Mientras con Booker fue instantáneo, el entendimiento entre el alero y el base ha ido creciendo poco a poco, a la vez que los minutos de Bridges aumentaban. Los cortes por la espaldas y desde la esquina contraria son las especialidades de la casa

El tiro exterior

Durante años tuvo muchos problemas con el tiro, pero la tendencia es positiva desde su primera temporada en Utah. En la 2019-2020 Ricky anota el 41,2% de los triples que intenta en situaciones de recibir y tirar (catch&shoot). Sin ser un tirador de volumen, intenta 2,4 por partido. Es decir, Rubio mete un triple cada noche en estas situaciones.

Es la mejor marca de su carrera con diferencia y obliga a la defensa a respetar su amenaza exterior.

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La defensa

Ricky es 30º es defensive win shares entre los guards (bases y escoltas) que juegan más de 25 minutos por partido. Si bien no pertenece a la élite, Rubio es un defensor inteligente y que sabe utilizar bien las manos. Es 30º de una lista de 213 jugadores

*Defensive win shares: una métrica que estima el número de victorias que un jugador produce para su equipo gracias a sus habilidades defensivas

Hustle stats

Este apartado más reciente de NBA.com/stats muestra a Ricky en una situación similar a la del punto anterior: sin estar en el top 10 se encuentra bien posicionado en varias listas. Las hustle stats o estadísticas de esfuerzo tratan de mostrar el trabajo más oscuro, ese que se ve menos y es tan necesario.

Ricky es 13º en deflections entre guards de más de 25 minutos, tiene 2,7. Lista de 100 jugadores. Y es 25º en balones sueltos recuperados (1,1) también entre 100.

Élite como base creativo

Para que nos hagamos una idea del peso de Ricky en la transformación de los Suns, es el primer guard en la franquicia con promedios por encima de 13 puntos y 8 asistencias desde el mítico Steve Nash en la 2010-2011. Solo cinco guards de Phoenix han firmado esas cifras: Nash, Rubio, Stephon Marbury, Jason Kidd y Kevin Johnson. Salvo el español, todos fueron All-Star.

Si tomamos una línea estadística más completa y la aplicamos a guards que no fueron All-Star esa temporada, los datos son reveladores. Más de 13 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 1 robo y 36% en triples, la estadística de Ricky, solo la firman otros cinco guards en la historia *sin ser All-Star*: Terry Porter, Rod Strickland, Jason Kidd en dos ocasiones -una de ellas justo con los Suns- , Damon Stoudamire y Chris Paul con 31 años en los Clippers.

Ricky Rubio, Deandre Ayton, Monty Williams y Devin Booker

Ricky y los Suns se juegan ante los Dallas Mavericks su presencia en el play-in. Aunque no dependen de sí mismos para calificarse y esperan derrota de Blazers o Grizzlies, las sensaciones que deja el equipo en Disney son extraordinarias.

El Draft y la Agencia Libre darán la oportunidad a la franquicia de añadir las piezas que faltan y buscar de nuevo el asalto a los Playoffs en 2021. Los Suns no juegan la postemporada desde 2010 y, aunque las estrellas son Devin Booker y Deandre Ayton, el cambio real comenzó con la elección de Monty Williams y el fichaje de Ricky Rubio. El sol brilla de nuevo en Arizona

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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