Cuando en diciembre pasado Utah Jazz extendió el contrato de Rudy Gobert por cinco años y 205 millones de dólares, fuimos muchos los que pensamos que como mínimo, era una decisión arriesgada y que podía no verse justificada. Después de todo, el francés venía de una 2019-2020 muy complicada por diferentes motivos adentro y afuera de la cancha, incluyendo una disputa personal con la cara de la franquicia, Donovan Mitchell.
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Sin embargo, en menos de dos meses, Gobert no solo ha demostrado que esa apuesta de Utah estaba justificada, sino que incluso puede haberle salido barato a los Jazz, que tenía la opción de ofrecerle un contrato supermax por casi 230 millones. Así de buena está siendo la temporada del pivot europeo, consolidado entre los jugadores más determinantes de la competencia, aún cuando su promedio de puntos dice poco y nada (14 puntos).
El MVP Tracker de Basketball-Reference tiene actualmente a Gobert como el octavo máximo favorito a quedarse con ese premio, de acuerdo a lo hecho en esta campaña. Por delante solo tiene a Jokic, Embiid, LeBron, Kawhi, Giannis, Davis y Lillard. La crème de la crème. En principio se podría creer que es exagerado tener a pivot de apenas 14 puntos por partido en la disputa por el MVP; pero Gobert tiene argumentos en su favor. Y el principal es uno que muchas veces se utiliza en la votación para dicho premio: es el mejor jugador del mejor equipo.
El mejor del mejor
Sí, las luces, los puntos, los récords y los highlights se los lleva Donovan Mitchell, por una cuestión de características de uno y otro y hasta de carisma. Spida es eléctrico, espectacular, explosivo, mientras que lo de Gobert luche muchísimo menos, tanto desde lo estadístico como desde lo visual. Pero sin sacarle ningún mérito a Mitchell, quien también está teniendo una gran campaña (décimo en el MVP Tracker), lo de Gobert está un escalón por encima. Y es que lo del nacido en Saint-Quentin no solo está siendo absolutamente dominante en defensa, sino también muy interesante en ataque.
Empecemos por eso último. Los 14 puntos de promedio son su cifra más baja desde la 2015-2016, lo cual podría indicar un retroceso. Pero no solo no es así, sino que Gobert está teniendo quizá la mejor campaña ofensiva de su carrera. Para empezar, anota menos porque juega menos, debido a las grandes diferencias que suelen sacar los Jazz: los 30,1 minutos que promedia son su cifra más baja desde la 2014-2015. Pero cuando evaluamos sus estadísticas por 36 minutos, lo encontramos sumando 16,8 tantos... la segunda marca más elevada de su carrera.
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— utahjazz (@utahjazz) February 13, 2021
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Y no solo, sino que mantiene uno de los mejores true shooting percentages de la liga (63,5%), aún cuando Utah lo está utilizando como nunca antes en sus ocho años NBA: su 18,2% de uso es el tope de su carrera, algo especialmente valorable en un equipo con tantas opciones anotadoras. En otras palabras, Utah Jazz le da más balones a Rudy y el pivot los aprovecha como siempre, con una eficacia extraordinaria.
Los 3,4 rebotes ofensivos que baja por juego (más todos los que ayuda a conseguir a su equipo indirectamente) también deben ser tenidos en cuenta como un aporte diferencial y clave para un Utah que lidera la liga en esa área.
Luego tenemos el factor gravedad. Un término que suele utilizarse en relación a los tiradores, pero que también le cabe a pivots como Gobert, quienes atraen atención defensiva y liberan espacios para sus compañeros. En el caso de Rudy, esa gravedad es mayormente vertical: la chance de recibir un alley-oop hace que los interiores rivales tengan que mantenerse con él en las penetraciones de los guardias de Utah, abriendo el camino para que estos lleguen con mayor facilidad hasta el aro. Y de no hacerlo así, suceden estas cosas.
De todas maneras, está claro que es en defensa donde Gobert justifica su lugar entre los más valiosos de la 2020-2021. Si el DPOY si diera hoy, no debería haber demasiada discusión sobre su receptor, aún cuando el francés ya lo ganó en otras dos ocasiones. Gobert es el defensor de mayor impacto de la liga. Su mera presencia genera pánico en los rivales a la hora de atacar el aro y su rendimiento en ese sentido no puede medirse simplemente por los 9,8 rebotes defensivos o las 2,8 tapas que promedia. La fuerza intimidatoria de la estrella de Utah no tiene paralelo alrededor de la competencia.
Que los Jazz tengan la segunda mejor defensa de la liga, cuando alrededor de Gobert hay jugadores sólidos pero lejos de ser dominantes en ese costado como Conley, Mitchell, Bogdanovic e Ingles (O'Neale es el otro gran marcador del equipo), lo dice todo. ¿Más evidencia? Cuando está en cancha los Jazz permiten solo 100,1 puntos por 100 posesiones, siendo este el mejor rating de cualquier jugador de esta temporada. Además, también lidera la liga en defensive win shares, con 1,9.
El único lunar en su temporada fue aquel partido en el que fue superado ampliamente por Nikola Jokic con 47 puntos, pero también aparece como el único punto flojo de su equipo: fue la solitaria derrota en sus últimos 19 compromisos. Una ofensa totalmente perdonable mirando la imagen completa.
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El 22-5 que ostenta Utah tiene a Gobert en el centro de la escena. Literal y figurativamente. El pivot de 28 años está teniendo una 2020-2021 sensacional, manteniéndose en lo más alto desde el aspecto defensivo, pero también mostrando un progreso interesante en ataque, dentro de un contexto colectivo inmejorable. Al menos por ahora, las dudas sobre aquel contrato de cientos de millones han sido reemplazadas por el debate sobre qué lugar ocupa en la carrera por el MVP. Un panorama que ni el fanático más optimista de los Jazz hubiera imaginado hasta hace algunas semanas.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.