Cómo juega la selección española de baloncesto: la evolución con Sergio Scariolo hasta los Juegos Olímpicos Tokio 2020

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La selección española de baloncesto cosecha títulos cada verano desde hace dos décadas. En contadas ocasiones se han quedado sin metal, y es que buena parte del éxito de La Familia reside en la continuidad y química del bloque. No importa quién esté o las bajas que haya, el equipo siempre da la cara. Y el baloncesto que desarrolla España en el presente, con el objetivo puesto en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, es el culmen de la obra colectiva de Sergio Scariolo como director de orquesta.

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La evolución en el juego es un aspecto muy interesante. En pasados torneos, cuando Pau y Marc Gasol estaban en los años dorados de su carrera, las posesiones al poste eran habituales. El juego en bloqueo directo para las continuaciones. Aclarados en media distancia para el uno contra uno en la lucha de espaldas. Pero los años pasan, pesan, y el baloncesto cambia. Los Gasol tienen 41 y 36 años respectivamente. Todavía diferenciales y jerárquicos, pero sin el poderío anotador del pasado, como manda la vida.

No son los únicos en adaptarse. El propio Scariolo se ha asentado más que nunca en la selección. La versión ideal de España en juego coral se da en el Mundial de China 2019, escenario en el que exhibieron un control total de táctica y defensa. El entendimiento en su punto álgido. Sin Pau y con un Marc desgastado físicamente tras el anillo con Raptors, las secuencias de poste dieron paso a planteamientos modernos. Un solo pívot con cuatro jugadores abiertos. Incluso Marc ejercía de interior perimetral con tres funciones principales: dar fluidez a la ofensiva desde cabecera; caer a la zona tras pasar; y lanzar desde el exterior.

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La evolución del baloncesto hacia quintetos versátiles y de aumentar los cambios tras bloqueo coincidió con la bajada de prestaciones de los Gasol y el paso de Scariolo por la NBA. La pizarra del italiano recibe frescura de Estados Unidos, que combinada con la conexión del equipo español y detalles claves, propios del baloncesto FIBA, potencian el exquisito juego de la selección.

Del poste y de Pau arrasando a Francia, a los cortes de lado contrario tras pick&roll o bloqueos ciegos para las fuertes cargas de los pívots. Movimiento sin balón de los aleros, con Juancho Hernangómez y Víctor Claver como principales actores. Rudy Fernández, Álex Abrines y Alberto Abalde, realizando muchos kilómetros con las piernas y de alto trabajo en bloqueos, tanto poniendo ellos las pantallas como recibiendo para tirar. No todos tienen el mismo rol, los papeles están perfectamente definidos, pero sí podemos agruparlos en tres bloques.

  • Manejadores: Ricky Rubio, Sergio Rodríguez, Sergio Llull (combo)
  • Aleros: Rudy Fernández, Víctor Claver, Juancho Hernangónez, Álex Abrines, Alberto Abalde
  • Interiores: Marc Gasol, Pau Gasol, Willy Hernangómez, Usman Garuba

Desde la creación y la confianza de Ricky, el MVP que recuperó la sonrisa en China, a la fundamental recuperación del Chacho. Tener de nuevo al talentoso base dispara la imprevisibilidad de España. Un creador, para sí mismo y para el resto, con esa capacidad de desequilibrio es inusual en el baloncesto. Llull, el combo para crear y anotar. Revulsivo en el último Mundial, clave en las semifinales contra Australia. El acierto en el tiro importa, por supuesto, pero el suyo es también un aporte de energía.

El juego interior es variado. Consideramos que lo habitual es tener a Claver de titular como ala-pívot de perfil 3&D al lado de Marc. La pareja de torres con los Gasol, tan habitual en el pasado, queda relegada por la propia evolución del juego. Scariolo dispone de diferentes parejas, todas ellas probadas en los amistosos. Hemos visto a Willy y a Garuba, la joven perla, formando con cada uno de los Gasol. La altura sigue siendo factor de peso para España, pero de otra manera. El baloncesto evoluciona, cambia, y la selección ha sabido adaptarse.

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Cómo juega España para los Juegos Olímpicos Tokio 2020

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El juego de España tiene el equilibrio entre dar rienda suelta al talento, al brillo individual, y la circulación de balón con cortes y movimientos para conseguir tiros de alta calidad. Partimos de la importancia defensiva, sin la cual los éxitos hubiesen sido imposibles. El grito de "Muro" no es vano, que le pregunten a Álex Mumbrú si no.

¿Qué podemos destacar del planteamiento de Scariolo? Marc, el pívot titular, es utilizado desde el principio en cabecera. Formación de mucho espacio y amenaza exterior. La jugada está sincronizada a la perfección. Balón de Ricky a Gasol y bloqueo para el mano a mano mientras Claver bloquea a Abalde hacia la esquina. Marc cae, triangulan y recibe al poste con ventaja. Ataca y saca la falta con los otros cuatro jugadores dando el espacio ideal.

Es muy habitual en el libreto de la selección la siguiente acción. El balón está en un lado y se conduce al contrario por medio del pívot pasando en cabecera, Marc de nuevo aquí. El base, Ricky, y Gasol ponen dos bloqueos para la salida del alero, Rudy. Rubio corta rápido, prácticamente sin poner la pantalla. Marc recibe de nuevo al poste tras caer. Aguanta unos segundos para ver el comportamiento de la defensa y posibles cortes. Estados Unidos se despista y libera a Abrines en el triple. Triple liberado de Rudy que no entra.

Tenemos la misma acción, pero con diferentes protagonistas. El Chacho y Pau bloquean para que suba Xabi López-Aróstegui, Garuba tiene la pelota en cabecera y Abalde está en la esquina contraria. Sin embargo, la adaptación de la jugada con ellos en pista trae cambios. Xabi corta hacia el aro y Gasol bloquea la salida de Rodríguez. Cuando el alero sale de nuevo, en una especie de movimiento de carretón, se queda liberado.

Buena parte de las ventajas que obtiene España a raíz de los interiores se transforman en triples y cortes a canasta.

Veamos esta triangulación con dos pívots en un formato novedoso de Scariolo, el de usar a Willy junto a uno de los Gasol. Hernangómez hace un mano a  mano, cae por el lateral y recibe bloqueo indirecto de Marc para salir. Así quedan en un lado el Chacho (posición de alero), Willy (cabecera) y Marc (poste bajo con ventaja). El base busca al pívot, que de primeras no puede recibir. Balón a Willy y pase bombeado a Gasol, que saca la falta.

No se trata de una triangulación clásica de poste alto y poste bajo. Es una triangulación de dos pívots de tamaño en el baloncesto actual. Willy está pisando el triple cuando ejecuta la bomba. Pequeños detalles que marcan diferencias.

Los cortes son fundamentales, y aquí gana peso la habilidad de crear y mantener vivo el bote de Ricky. Muy interesante esta acción: la bola la tiene Pau, Ricky viene de fuera y bloquea hacia dentro a Abalde. El base juega bloqueo directo con Gasol y el pívot recibe bloqueo de Abalde en media distancia. Garuba va desde la esquina de lado fuerte al "dunker spot" contrario, la línea de fondo. Ricky aguanta hasta línea y Usman completa el movimiento en rizo para machacar.

¿Qué hay de los fundamentos básicos? El pasar y cortar de toda la vida. La defensa de Estados Unidos está menos habituada a estas acciones y España dejó un par de mucha calidad. Aquí sí suele coincidir que el pívot es uno de los Gasol.

Ya sea Marc...

... o Pau, en esta delicatessen.

Dentro de los esquemas, los roles y las jugadas también hay espacio para el talento. Es básico. Y España incentiva que los jugadores anoten y tengan acciones individuales. Es maravilloso el momento de forma de Ricky, que en el Mundial de China 2019 se reivindicó como nunca siendo líder de la selección. Tras una temporada más complicada en Minnesota mantiene el cartel de referencia indiscutible.

Tiene luz verde para tirar, algo difícil de pensar hace unos años. Triples en contraataque con toda la confianza del mundo. Dos de las mejores explosiones anotadoras de España en los amistosos tienen su firma. La selección necesitará puntos en momentos clave y ahí Rubio, entre otros protagonistas, está llamado a aparecer.

Y por supuesto hay que mencionar al Chacho. Muy importante como segundo base, de ritmo distinto a Rubio. La selección echaba de menos el descaro de Sergio. La dupla que forma con Pau desde el banco traerá alegrías a España. Su juego en bloqueo directo debe ser destructor para los recambios rivales.

La selección española quiere otra medalla en Tokio. Cerrar el ciclo para viejas glorias y abrirlo para la nueva generación. El mix que presenta Scariolo es de fábula. Una de las mejores plantilla que ha tenido España en baloncesto por su acumulación de talento, experiencia, química y pizarra. Despliegan un baloncesto espectacular en ambos lados de la pista casi sin quererlo. Les sale solo, tanto como a nosotros disfrutar del equipo que, posiblemente, mejor baloncesto colectivo practica en el universo FIBA.

Scariolo, el técnico perfecto para este equipo, firmó su brillante obra en China 2019, y ahora Tokio 2020 presenta la ocasión definitiva. El continente asiático es donde el éxito ha correspondido a la selección española de baloncesto de forma más justa. Y no existe homenaje superior, desde Saitama a Pekín, que exhibir el juego en equipo más exquisito que haya ofrecido jamás este humilde y emocionante grupo. Los metales importan. Las formas, todavía más.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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